La crisis del coronavirus está marcando la agenda política y la actividad parlamentaria, sustituyendo la mayoría de los procesos habituales por su versión telemática. Pero también está dejando imágenes insólitas y, al mismo tiempo, contradictorias.

La última de ellas se ha producido este mismo martes, coincidiendo con la celebración del Consejo de Ministros ordinario que ha presidido Pedro Sánchez, y que había sido vendida por Moncloa como la primera reunión ministerial virtual de la historia de España. Sin embargo, sí ha habido cita presencial: en la misma sala han estado reunidos, además del jefe del Ejecutivo, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo; la ministra portavoz y titular de Hacienda, María Jesús Montero; y los cuatro ministros con competencias delegadas por el estado de alarma, esto es, Salvador Illa (Sanidad); Fernando Grande Marlaska (Interior); Margarita Robles (Defensa); y José Luis Ábalos (Transportes). Todos ellos han se han coordinado vía telemática con el resto de miembros del Consejo.

A pesar de guardar visiblemente una distancia de al menos un metro entre cada asiento de la sala habilitada en el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), ubicado en el complejo de la Moncloa, el Gobierno ha vuelto a saltarse los protocolos sanitarios que insisten en el punto de no salir de casa, que se teletrabaje o que no se reúna con nadie si tiene síntomas o vive con alguien contagiado por coronavirus. Sin ir más lejos, la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, ha dado positivo en Covid-19.

Preguntadas por el criterio seguido para citar presencialmente sólo a una parte de los miembros del Ejecutivo, fuentes de Moncloa apuntan a "razones de operatividad", sin ofrecer más detalles.

Aunque el primer decreto que elaboró el Ejecutivo ante la crisis sanitaria del coronavirus ya habilitaba la posibilidad de celebrar los Consejos de Ministros de forma virtual, para la aprobación del decreto del estado de alarma del pasado sábado Sánchez reunió a todos los ministros de forma presencial en la Moncloa, a la que también acudió el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, pese a estar en cuarentena después de que su pareja, Irene Montero, diera positivo en Covid-19. Fuentes del Ejecutivo justificaban la decisión y alegaban que se habían habilitado "todos los protocolos necesarios para mantener la distancia y que no hubiera riesgo de contagio". Y este martes, pese a contar con los mecanismos legales, la cita también ha transcurrido de forma cuasitelemática.

En el Consejo de Ministros de hoy se ha abordado la aprobación de un amplio paquete de medidas económicas para mitigar el impacto de la emergencia sanitaria que sacude España, entre las que destacan una moratoria en el pago de hipotecas para personas que pierdan su empleo o sufran un cambio en sus condiciones laborales por culpa de un ERTE; o la congelación de los pagos de los préstamos hipotecarios de primera vivienda. Ya hay más de 11.000 personas contagiadas y 500 muertos.