La Unión Europea se divide ahora entre los partidarios y detractores de los eurobonos o coronabonos como fórmula para poner en marcha un Plan Marshall conjunto para paliar los efectos del Covid-19. Varios políticos italianos, entre ellos Giorgio Gori, alcalde de Bérgamo, la ciudad más castigada por el coronavirus de Europa, claman a sus "amigos alemanes" en un anuncio a toda página en el Frankfurter Allgemeine Zeitung que se unan a los nueve países, entre ellos Italia y España, que demandan los coronabonos, o eurobonos, para afrontar juntos la crisis económica derivada de la propagación del Covid-19.

El Consejo Europeo del jueves 26 de marzo concluyó con una declaración descafeinada en la que instaba a los ministros de Finanzas de los Veintisiete a que buscara fórmulas viables. Nueve países, encabezados por Italia, España, Portugal y Francia, abogan por mutualizar la deuda, mientras que Alemania y Países Bajos, junto a Finlandia y Austria, se mostraron claramente en contra.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y el español, Pedro Sánchez, se negaron a firmar una declaración final porque consideran que no respondía al propósito del Consejo Europeo. La próxima semana tienen que afrontar una decisión crucial, una vez que los ministros de Finanzas emitan su dictamen.

Vuestro lugar está con los valores de la libertad y la solidaridad, y no con los pequeños egoísmos nacionales", dice la carta

"Queridos amigos alemanes: os ayudará la memoria tomar la decisión adecuada. Pertenecéis a una de las más grandes naciones europeas. Vuestro lugar está con los valores de la libertad y la solidaridad, y no con los pequeños egoísmos nacionales", señalan en esta carta publicada como un anuncio en el FAZ.

Aclaran que no se trata de viejas deudas, sino de "poner en marcha un plan de salvación de la economía, la sanidad y el estado del bienestar, un proyecto que han de asumir las instituciones europeas".

Recuerdan en su misiva cómo los Países Bajos son quienes más se oponen a este plan, cuando es un país que se ha beneficiado ampliamente de un sistema fiscal muy favorable. "La actitud de Países Bajos es una muestra de en este caso de falta de ética y solidaridad. Una solidaridad de la que los alemanes se beneficiaron después de la guerra y con la unificación", subrayan los políticos italianos.

El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, recordó el sábado en un mensaje a la nación en el que anunció que se reforzaban las medidas del confinamiento, que la UE está un momento crucial para su futuro.

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El presidente francés, Emmanuel Macron, apoya las demandas de Italia y España, los dos países más afectados por la crisis del coronavirus. La canciller alemana, Angela Merkel, aclaró a sus interlocutores en el Consejo Europeo que el Parlamento alemán nunca aprobaría los eurobonos.

También es un firme aliado de italianos y españoles el primer ministro portugués, el socialista António Costa, que tildó como repugnantes los comentarios del ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra, quien pidió una investigación sobre la deuda contraída por estos países en los últimos años. Países Bajos, en línea con lo que defendieron en la crisis de 2008, acusa a los países del Sur de despilfarrar y luego esperar a que sus aliado ahorradores del Norte acudan en su ayuda.

Pero Costa recordó que esta crisis no es culpa de ningún país. Está causada por un virus y como toda pandemia afectará a todos. Concluyen: "Hemos de demostrar que Europa es más fuerte, mucho más fuerte que los que quieren debilitarla".

Firman la carta Carlo Calenda, eurodiputado; Stefano Bonaccini, jefe del gobierno de Emilia-Romagna; Giovanni Toti, jefe del gobierno regional de Liguria; Luigi Brugnaro, alcalde de Venecia; Marco Bucci, alcalde de Génova; Valeria Mancinelli, alcaldesa de Ancona; Virginio Merola, alcalde de Bolonia; Giuseppe Sala, alcalde de Milán; Emilio del Bono, alcalde de Brescia; Sergio Giordani, alcalde de Padua; Francesco Italia, alcalde de Siracusa; y Giorgio Gori, alcalde de Bérgamo.