El sindicato Jupol ha informado a través de Twitter del fallecimiento este viernes por coronavirus de Julio M. Z., subinspector de la Policía Nacional jubilado que realizó gran parte de su trayectoria en Benidorm (Alicante).

El coronavirus se ha cobrado la vida de al menos cinco guardias civiles, dos policías nacionales, un mosso y un policía municipal de Madrid, según informa Efe.

Para intentar frenar la pandemia, más de 1,8 millones de mascarillas y 650.000 guantes han aterrizado en España en los últimos siete días para proteger a las fuerzas de seguridad, que en primera línea garantizan que la población se quede en casa.

La tercera semana en estado de alarma ha revelado que cerca de 2.000 agentes están infectados.

Los primeros test practicados, la mayoría de los casos a agentes con síntomas o los que estuvieran en lugares más expuestos al contagio, dejan 1.897 positivos en COVID-19 a fecha 2 de abril.

Según los datos del Ministerio del Interior, a los que ha tenido acceso Efe, la distribución de los infectados es la siguiente: Guardia Civil (641), Policía Nacional (526), Ertzaintza (97), Mossos d'Esquadra (92), Policía Foral de Navarra (25) y diferentes policías locales (516). A salvo aún de positivos los efectivos de la policía canaria.

Todos los cuerpos policiales han ido adaptando su forma de trabajar a la situación, con reducción de turnos o con grupos de trabajo "estancos" para no coincidir con muchos compañeros, en tanto que sus organizaciones sindicales y asociaciones han denunciado, incluso algunos en los tribunales, la escasez de medios de protección.

Tanto SUP como Jupol coinciden en denunciar falta de previsión y dicen que las fuerzas de seguridad están defendiéndose del contagio como pueden desde hace 17 días

Desde Interior insisten a Efe en el esfuerzo "titánico" empleado para conseguir desbloquear las importaciones de material en esta últimos ocho días, en los que aviones han aterrizado -la mayoría procedentes de China- cargados con miles de cajas de guantes, mascarillas y otros elementos como monos, geles o gafas.

Desde el pasado sábado y hasta este viernes, Interior ha recibido 650.000 guantes y 1.828.520 mascarillas, de las que más de un 1,5 millones son de tipo quirúrgico, 243.580 FPP2 y 15.000 FPP3. Un cargamento que se suma a las cerca de 600.000 mascarillas que entraron en España la semana pasada y 1,9 millones de guantes.

Desde las direcciones generales de ambos cuerpos, al mando de unos 65.000 policías nacionales y 76.000 guardias civiles, insisten a EFE en que el material se reparte entre las jefaturas o comandancias de forma inmediata y continua, pero lógicamente siguiendo unos criterios racionales y dando prioridad a los agentes que están en la calle.

Por ejemplo, entre los policías nacionales ya se han distribuido, según datos de su dirección general facilitados, más de un millón de mascarillas, 2,2 guantes, 46.742 envases de gel de diferentes tamaños o 5.311 gafas de protección.

En Instituciones Penitenciarias, también receptor del material, los funcionarios de las cárceles ya han recibido 140.000 mascarillas en las últimas dos semanas.

"Se agradece todo el material que llegue, esto está claro", comentan a Efe desde Jupol, el sindicato policial que primero reclamó ante los tribunales que se obligara a Interior a dotar a los agentes de medios de protección. La justicia le dio la razón hace una semana.

Menos suerte tuvo en su petición otra organización, el SUP, a quien en un duro auto un juez de Madrid reprochó la actuación de muchas fuerzas sindicales legítimas, pero "de franja" por su decisión de acudir a la justicia para defender intereses corporativos.

El SUP estudia esta resolución y sigue siendo muy crítico con la gestión de la pandemia. "No se puede decir que los policías cuentan con material porque no es verdad", denuncian a Efe, tras detallar que hay efectivos "en primera línea" que siguen sin contar con una mascarilla FPP2 Y solo disponen de algunas de material desechable de papel.

"Igual es lo mejor que hay en el mercado ahora mismo, pero que no digan que tenemos medios", reiteran desde el sindicato.

Tanto SUP como Jupol coinciden en denunciar falta de previsión y dicen que las fuerzas de seguridad están defendiéndose del contagio como pueden desde hace 17 días.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), mayoritaria en el instituto armado y que también ha denunciado ante Inspección de Trabado, sigue demandando más protección: "Utilizamos medios propios en un principio prohibidos y para utilizar las pocas mascarillas que hay se ha de pedir autorización", denuncia su portavoz.

Desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) reclaman una mayor planificación en general y que se practiquen test. Explican que los equipos de protección individuales están llegando en los últimos días, tras varias semanas de falta de medidas, como permitir la mezcla de agentes de diferentes grupos que ha llevado a bajas de turnos enteros, como acaba de ocurrir en Ceuta.

Los Mossos d'Esquadra, con un agente fallecido por coronavirus y un centenar de casos confirmados, mantienen aislados de forma preventiva en sus casas a más de 1.400 efectivos a la espera, según ha reclamado el sindicato SPC, de que se realicen las pruebas como "grupo de riesgo" a la plantilla al completo.

Mientras subsisten con el material previo al estado de alarma, una reclamación de SPC, ha indicado el portavoz David Miquel, es habilitar hoteles para mossos, al igual que se ha hecho con sanitarios o pacientes medicalizados, para "no llevar el contagio a casa", una opción que puede parecer "egoísta" pero que representa un "ejercicio de responsabilidad".

En el País Vasco, la Ertzaintza hace frente a la pandemia con turnos de trabajo de doce horas, según el sindicato mayoritario ErNE, que distribuye pantallas protectoras a modo de visera para las gorras del uniforme. Solo en la comisaría de Bilbao se han registrado 40 positivos, con cuatro ertzainas intubados en la UCI, una merma que contrarrestan con los 600 alumnos en prácticas de la Academia Vasca de Policía de Arkaute.

"El problema es que los policías patrullamos a 30 centímetros", en contra de las recomendaciones sanitarias de al menos un metro de distancia para prevenir el contagio, ha lamentado el secretario general del sindicato, Roberto Seijo, que ha criticado episodios "de gente que escupe o intenta agarrarte diciendo que está infectada" para evitar ser detenidos.

El problema es que los policías patrullamos a 30 centímetros", en contra de las recomendaciones sanitarias de al menos un metro de distancia

También la Policía Foral de Navarra, a través del sindicato CSIF-SPF ha presentado en un juzgado de lo Social una solicitud de medidas cautelarísimas para conseguir que se practiquen los test, presenten o no síntomas, a los 1.100 efectivos de la plantilla, que ya cuenta con una veintena de casos positivos.

El delegado sindical Francisco Javier Tarazona ha explicado que se procura trabajar en "grupos estancos" con los mismos policías para "en el caso de que uno se contagie, el resto de compañeros se quede en casa o se le haga la prueba".

Los representantes de los más de 60.000 policías locales de toda España relatan que al inicio de la pandemia no había EPIs para estos agentes, pero esta situación ha mejorado, aunque la radiografía es "muy variopinta" dependiendo del municipio -"peor cuanto más pequeños", explican desde la Unión Nacional de Jefes y Directivos de Policía Local (Unijepol), que es asesora de la FEMP en temas de seguridad.

Critican que el Ministerio de Interior "se desentienda de la distribución de EPIs a las Policías Locales", lo que ha supuesto un mayor retraso para que los municipios pudieran buscar sus propios recursos, por lo que exigen mayor coordinación desde un mando único.

Desde la Confederación de Policías (COP) denuncian que en muchos lugares hay "carencia brutal de medios de protección" y en algunos lugares los agentes usan mascarillas caseras, donadas por particulares que agradecen mucho, porque son "mejor que nada".

Representantes de los vigilantes de seguridad coinciden que a día de hoy "no hay EPIs suficientes" entre estos profesionales, que en muchos casos los han comprado por su cuenta al ver que no llegaban o les daban productos caducados.

Las empresas de seguridad más grandes están dando cada día más medios, pero no todos los necesarios, alegando que ahora no encuentran EPIs tras semanas de no "tomarse en serio"

Los sindicatos SNT, USO y Alternativa Sindical han denunciado en la Inspección de Trabajo la situación de los vigilantes y los dos últimos han solicitado medidas cautelarísimas en los tribunales.

Las empresas de seguridad más grandes están dando cada día más medios, pero no todos los necesarios, alegando que ahora no encuentran EPIs tras semanas de no "tomarse en serio" la pandemia y no dar ningún medio e incluso pedir que los vigilantes no llevaran mascarillas para no asustar, detallan desde USO.

Los representantes critican la situación vivida en lugares esenciales como el aeropuerto de Barajas o el Metro de Madrid, donde han fallecido ya vigilantes y hay varios contagios, y calculan en decenas los contagiados y al menos en tres los fallecidos.