Mientras el Gobierno insiste públicamente en la necesidad de alcanzar un "gran pacto de país" para cuando pase la pandemia del coronavirus, lo cierto es que su principal titular, esto es, Pedro Sánchez, no parece un entusiasta de la idea. Y es que no sólo eludió la cuestión en su ronda de contactos del pasado sábado con los líderes de la oposición, sino que recibió con bastante indiferencia la propuesta que en este mismo sentido le hizo la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

La líder naranja llevaba ya días planteando la necesidad de un gran acuerdo de reconstrucción nacional y aprovechó la llamada que le hizo el jefe del Ejecutivo con el objetivo de recabar su apoyo a la prórroga del estado de alarma para pedírselo de viva voz. "Cuando Inés se lo propuso, él tan solo agradeció la propuesta" sin opinar sobre la misma ni, siquiera, emplazarla a una conversación más adelante, señalan fuentes de Ciudadanos.

El jefe del Ejecutivo se limitó a "agradecer" la propuesta que luego, en rueda de prensa, defendió con ardor

Sánchez "no planteó en la conversación lo de los pactos. La llamada fue para que apoyáramos la ampliación del decreto", añaden las mismas fuentes y no se salió del carril. Tampoco sacó la cuestión en la conversación previa que mantuvo con el líder del Partido Popular, Pablo Casado, ni siquiera a efectos prospectivos para sondear su disponibilidad futura llegado el caso.

El único interés presidencial era saber si podía contar con los votos suficientes para sacar adelante su segunda prórroga del estado de alarma, esta hasta las cero horas del día 25, y poco más. Casado sí le comunicó que no apoyaría los decretos económicos pendientes de convalidación parlamentaria si antes no se incorporaban modificaciones de calado. Nada de pactos de la Moncloa, ni de "pactos de país" ni nada por el estilo. Lo cierto es que el PP tampoco los quiere, hasta el punto de que consideran que dicha insistencia responde a "una invención más que se saca el Gobierno para tapar su nefasta gestión en esta crisis».

Pero eso no impidió que en la comparecencia posterior desde Moncloa, retransmitida a la hora de los informativos de mediodía y a preguntas de la prensa, Sánchez hiciera un alegato a favor de "trabajar" en unos nuevos Pactos de la Moncloa con el concurso de todas las fuerzas políticas y agentes sociales, como instrumento para superar los retos a los que se va a enfrentar el país cuando supere una de las peores crisis de los últimos tiempos.

Tampoco ha impedido que ministros como la portavoz gubernamental y titular de Hacienda, María Jesús Montero, o el de Transportes, y miembro del consejo de ministros restringido en que se ha convertido la "autoridad competente", José Luis Ábalos, hayan hecho votos por unos pactos que, hoy por hoy, parecen más un eslogan que otra cosa.

Lo cierto es que Montero le echó entusiasmo este martes en la defensa del pacto y lo hizo en su intervención inicial, sin necesidad de que mediaran preguntas de los periodistas. Abogó por un pacto «político de gran concertación social que permita afrontar los retos a medio plazo que tiene planteados este país".

"Llámese Pactos de Moncloa o de otra forma. Necesitamos la aportación, el talento, el concurso de todos para ver cómo seguimos construyendo la España que queremos, no sólo en términos económicos, sino en el abordaje de lo que nos une, el colchón de seguridad que permita acceder a servicios públicos esenciales de calidad que componen la gran conquista de este país", agregó, eso sí, en una acuerdo de suma, no de resta, pues la intención del Ejecutivo es conseguirlo con sus actuales socios, tanto de Gobierno, esto es Unidas Podemos, como parlamentarios, contando con ERC.