Fue una escenificación del final que 24 horas antes ETA confirmó en el comunicado leído por dos de sus dirigentes de mayor peso, Josu Urrutikoetxea, 'Josu Ternera' -entonces aún huído de la Justicia- y Marisol Iparragirre, alias 'Anboto'. Al día siguiente, el 4 de mayo de 2018, hoy hace justo dos años, en la localidad vasco francesa de Cambó, en Villa Arnaga, el entorno más afín a la izquierda abertzale organizó lo que definió como un 'Encuentro Internacional' con el que aspirar a un aval para sellar el final de la banda. En él no acudió ni el lehendakari del Gobierno vasco, Iñigo Urkullu, ni la presidenta de Navarra, Uxue Barkos.

En estos 24 meses pocas cosas han cambiado. Entonces los mensajes incuidos en la llamada 'Declaración de Arnaga', respaldada por líderes internacionales vinculados al conflicto del IRA, como Gerry Adams, Jonathan Powell o Bertie Ahern, apuntalaron el mensaje con el que la izquierda abertzale quiso cerrar la historia de la banda terrorista. En ella no hubo ni petición de perdón, ni exigencias a ETA para hacerlo o para que contribuyera a resolver los cientos de asesinatos aún pendientes. Más aún, el contenido de la declaración se centró en críticas al Gobierno de Mariano Rajoy, a cuestionar la política de dispersión que se aplica a los presos de ETA y a exigir que se debe reparar y reconocer "a todas las víctimas", también las de posibles excesoso policiales.

Hoy, dos años después, la izquierda abertzale se ha reafirmado en el mismo mensaje que emitió en los jardines de Arnaga. Lo ha hecho recordando la intervención del líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez. En ella, el dirigente abertzale aseguraba -y hoy reitera- que se debe dar una solución "completa y definitiva" a las "consecuencias del conflicto". Entre ellas, Rodríguez cita la necesidad de alcanzar un final permanente y completo y que sólo se logrará si se "libera a los presos políticos", en referencia a los reclusos de ETA, si se facilita "el regreso a casa de los exiliados", -en referencia a los etarras huídos de la justicia-, y si se decreta la salida de las policías y "los cuerpos militares de Euskadi". Rodríguez también exige el "reconocimiento y reparacion de todas las víctimas", no sólo las producidas por ETA.

El líder de Sortu recordaba ayer el comunicado con el que ETA anunció su disolución y lo hizo subrayando que se cumplían dos años de su "trayectoria histórica" y recordando una de las afirmaciones de la banda terrorista para justificar su disolución: "Nacimos del pueblo y nos disolvermos en el pueblo".

Junto a ello, el líder de Sortu recuerda hoy su afirmación tras el acto en Cambo y en la que aseguraba que la solución "justa, permanente y completa" no llegará hasta que los estados español y francés no "respeten nuestros derechos nacionales que fue, en definitiva, el origen de este conflicto": "Este conflicto político existe ante de que naciera ETA y sigue después de su desaparición".