El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha criticado la "enorme irresponsabilidad" de fiestas como la que investiga la policía en Córdoba, que superó el número de asistentes permitidos y a la acudió el príncipe belga Joaquín, sobrino del rey Felipe de Bélgica, que dio positivo por Covid-19.

En rueda de prensa tras la conferencia telemática con los presidentes autonómicos, el dirigente andaluz ha explicado que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) comunicó lo ocurrido en la fiesta a la Subdelegación del Gobierno de Córdoba por si tiene que actuar ante el evento.

También se han identificado a todos los asistentes para que cumplan la preceptiva cuarentena, se les han hecho pruebas y se ha ordenado que se queden "inmovilizados" para evitar la propagación de la enfermedad después de que el príncipe diera positivo por Covid-19.

"Ese tipo de comportamientos no se pueden volver a repetir", ha añadido Moreno antes de considerar como una "enorme irresponsabilidad" esas fiestas porque ponen en peligro a ellos mismos, a sus familiares y al "conjunto de la sociedad".

El presidente andaluz ha dicho que "ahora que estamos arrinconando por primera vez la pandemia, no podemos encerrarnos en una casa 40 o 50 personas en una fiesta, porque si hay una persona contagiada, puede contagiar al resto", por lo que ha pedido "prudencia".

El príncipe Joaquín, de 28 años, hijo de la princesa Astrid y el príncipe Lorenzo, se desplazó a España el 24 de mayo en un vuelo comercial y con un permiso de entrada en el país, pese a las restricciones por la pandemia, debido a que realiza unas prácticas empresariales allí.

El 26 de mayo participó en "una reunión" en Córdoba y ahora deberá permanecer en España guardando cuarentena.

Varios medios belgas apuntan a que el joven, de 28 años, tiene una relación desde hace varios años con la española Victoria Ortiz Martínez-Sagrera.