"Este espacio ahora pertenece al pueblo de Seattle". El cartel cuelga desde el martes pasado en la comisaría de policía del Capitolio de esta ciudad del estado de Washington, en el oeste de Estados Unidos. Los manifestantes movilizados en principio para denunciar el asesinato de George Floyd, el pasado 25 de mayo, se han asentado en el Capitolio de Seattle, donde han establecido la llamada Zona Autónoma del Capitolio de Seattle. "No-cops, co-op (sin policías, coopera)" es su lema.

Desde el martes pasado en la Capitol Hill Autonomous Zone (CHAZ) todo, o casi todo, es gratis. Evan Bush, del Seattle Times, describe el ambiente, que recuerda a la Puerta del Sol en el 15-M. Aquel lejano 15-M de 2011 en Madrid.

"Aperitivos gratis en la No-Cop Co-op. Máscaras de gas gratis. Discursos gratis en el círculo de los oradores, donde cualquiera puede dar su charla. Un documental gratis, 13th de Ava DuVernay, al anochecer", escribe Evan Bush. En los edificios puede leerse "A Free Capitol Hill (Capitolio libre)". Ni un policía a la vista.

"Seattle es una ciudad muy de izquierdas. Allí empezaron las grandes protestas de movilización de los 90. Es un centro de tecnología. Antes estaba centrado en Boeing. Ahora es la cuna de Microsoft y Amazon. También está en Seattle la sede de la Fundación de Bill and Melinda Gates", explica Alana Moceri, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Madrid.

En ese entorno hay llamamientos a eliminar el presupuesto para la policía, algo muy radical para los demócratas. No es un tema ganador en las elecciones", dice Alana Moceri

"Hablan de un experimento, una sociedad sin policía. En ese entorno hay llamamientos a eliminar el presupuesto para la policía, algo muy radical para los demócratas. No es un tema ganador en las elecciones", añade Moceri.

Los autónomos del Capitolio de Seattle lograron que la policía saliera de su cuartel y son ahora los que controlan las calles de esta zona. Ni siquiera en sus filas tienen claro si van a seguir o van lograr quedarse.

Raz Simone, rapero-en-jefe

Los medios estadounidenses han señalado al rapero Raz Simone como uno de los señores de la guerra de la Zona Autónoma del Capitolio de Seattle. En un video en Twitter, podía verse al músico diciendo: "Ahora somos la policía aquí. Somos los líderes de la comunidad".

En un video en Youtube, el rapero, cuyo nombre auténtico es Solomon Samuel Simone, pide a otros manifestantes que protejan el área donde se han asentado. Simone niega que esté al mando en la Zona Autónoma.

"El presidente quiere poner precio a mi cabeza. No soy un señor de la guerra terrorista", ha dicho Raz Simone. El rapero se refería al tuit de Donald Trump en el que decía que Seatte había caído bajo el poder de "terroristas locales y de los demócratas radicales de izquierdas". Concluía con las palabra "ley y orden", en mayúsculas.

"Es un relato falso. El mundo nunca ha estado preparado para que los negros seamos fuertes. Hemos sido pacíficos sin más. Si muero, no permitáis que sea en vano", concluía en Twitter el músico de Seattle.

Donald Trump, que afronta en noviembre las elecciones en las que se juega la reelección, ha entrado en colisión con los autónomos de Seattle, y también con las autoridades locales, demócratas, que se niegan a reprimir a los manifestantes.

Este jueves Donald Trump ha amenazado al gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, con "recuperar el control sobre la ciudad de Seattle". En su cuenta de Twitter, el presidente ha añadido: "Esto no es un juego. Esto terribles anarquistas han de ser detenidos cuanto antes. ¡Moveos!".

Trump ha calificado al gobernador y a la alcaldesa, Jenny Durkan, de "radicales" por ponerse del lado de los manifestantes. "La alcaldesa de Seattle habla del 'verano del amor' para referirse a la toma de los anarquistas de la ciudad. Estos demócratas liberales no tienen ni idea. Los terroristas saquean y queman nuestras ciudades, y creen que es maravilloso, incluso cuando hay muertes. ¡Debe acabarse esta toma de Seattle!"

La alcaldesa respondió al presidente con contundencia. "Haz que todos estemos más seguros, vuelve a tu búnker", se refería Durkan a esas jornadas en las que el presidente se refugió en el búnker cuando en Washington D.C. los manifestantes habían llegado ante la Casa Blanca.

Durkan se opuso a que la policía utilizara gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, a lo que se opuso el jefa de la policía, Carmen Best.

Un hombre que es completamente incapaz de gobernar no debería entrometerse en los asuntos del estado de Washington", dice el gobernador Jay Inslee sobre el presidente Trump

El gobernador, Jay Inslee, ha dicho: "Un hombre que es completamente incapaz de gobernar no debería entrometerse en los asuntos del estado de Washington... Deja de tuitear". Inslee es uno de los grandes defensores de la lucha contra el cambio climático en las filas demócratas. El presidente ha de contar con los gobernadores para enviar a la Guardia Nacional.

El modelo Christiania

Los manifestantes, muchos de ellos jóvenes, que apoyan la creación de esta Zona Autónoma, no saben a qué conduce. Hay quienes se plantean incluso si estos movimientos no sirven para distraer la atención del problema principal, en este caso, la desigualdad, los abusos de poder, el racismo.

Sarah Tornai, una de las manifestantes, ha expuesto su visión sobre esta república autónoma, según cita Seattle Times. Propone que la comisaría se convierta en un centro comunitario y apela a que todos propongan iniciativas educativas, programas para atender a los sintecho, y poner en marcha un movimiento comunitario para que sean policías desarmados los que ayuden a desescalar. "Queremos ser autónomos de la forma en que el Departamento de Policía de Seattle nos ha estado controlando".

El modelo recuerda la Ciudad Libre de Christiania (Fristaden Christiania), un espacio de autogobierno, creado en 1971, que se proclama independiente de Dinamarca ubicado en el barrio de Christianshavn. Allí viven unas mil personas.

El gobierno danés, que renunció a desmantelar la comuna, la deja hacer como experimento social. Funciona como una especie de pequeño estado, con sus infraestructuras y comercios. La policía vigila sus movimientos porque es un centro de tráfico de drogas.

El efecto Floyd

La protesta arrancó en Seattle, al igual que en más de un centenar de ciudades de Estados Unidos, al difundirse en redes sociales el video en el que se ve cómo el afroamericano George Floyd sufría durante ocho minutos y 46 segundos con la rodilla del agente blanco Derek Chaubi clavada en su cuello.

"No me quiero morir. No puedo respirar", decía Floyd, antiguo guardia de seguridad, de 46 años. "Mamá" es la última palabra que se le escucha. Una hora después de su traslado al hospital había fallecido.

El 'no puedo respirar' de George Floyd ha movilizado a la sociedad estadounidense de una manera que no se recordaba desde el asesinato del líder de los derechos civiles, Martin Luther King.

Muchos de los manifestantes han sido pacíficos, pero han plantado cara al presidente, Donald Trump, en la puerta de la Casa Blanca. Una de las calles cercanas a la sede de la Presidencia de Estados Unidos ha sido rebautizada como Black Lives Matter, el movimiento antiracista que ha abanderado la protesta.

Otros participantes en las manifestaciones han provocado disturbios y saqueos. En San Luis, Misuri, un ex policía que hacía funciones de guardia de seguridad para un amigo, llamado David Dorn, de 77 años, fue asesinado cuando intentaba proteger una casa de empeños. Hubo más de 1.500 arrestos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con recurrir al Ejército para contener las protestas. Los jefes del Pentágono, actuales y anteriores, se han echado las manos a la cabeza.

También dijo que los Antifa, a quienes atribuye los disturbios, serían considerados "organización terrorista". Son un grupo minoritario sin líderes, cuya ideología es el antifascismo. Justifican la violencia en algunos casos.

Cuando se van a cumplir tres semanas de la muerte de George Floyd, que se ha convertido en un icono de la lucha antiracista en todo el mundo, han empezado a darse pasos para acabar con los abusos de la policía. En Mineápolis, donde murió Floyd, se ha desmantelado el departamento.

Hagan los cambios necesarios para que las fuerzas del orden sean parte de la solución y no del problema", afirma Philonise, hermano de George Floyd, en el Congreso

En el Congreso de Estados Unidos los demócratas han planteado el miércoles 10una propuesta para emprender reformas que ampliarían los controles y la rendición de cuentas de la policía. Los republicanos tienden a pensar que es una cuestión de unas pocas manzanas podridas.

El jueves testificó ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Philonise Floyd, hermano del asesinado George. A su juicio, George Floyd fue víctima de "un linchamiento". Recordó cómo su hermano fue maltratado por los agentes de la policía por haber pagado con un billete falso de 20 dólares en un comercio de Mineápolis que frecuentaba. "Hagan los cambios necesarios para que las fuerzas del orden sean parte de la solución, y no del problema".