La polémica en torno a la responsabilidad por la gestión de las residencias durante la crisis sigue adelante. Este domingo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha respondido a las críticas lanzadas especialmente desde el PP sobre la ausencia de actuaciones desde el Ejecutivo, y especialmente desde la Vicepresidencia segunda, para paliar el caos y la muerte que se ha registrado en geriátricos de toda España, sobre todo en la Comunidad de Madrid. Sánchez ha defendido que el "Gobierno no ha mirado para otro lado", sino que ha enviado "incluso" al Ejército para contribuir a la labor de estos centros durante la pandemia, con hasta 5.200 actuaciones entre el 18 de marzo y el 17 de mayo, según los cálculos del Ejecutivo.

En el marco de una rueda de prensa tras la reunión semanal con los presidentes autonómicos, y como ha venido haciendo Iglesias durante esta semana, Sánchez ha defendido que la gestión de estos centros de mayores ha estado en manos de las comunidades autónomas y, por tanto, ha vinculado a ellas la responsabilidad sobre lo sucedido. Aún así, ha subrayado que "el compromiso del Gobierno central con las residencias" ha sido "absoluto". "Mayor compromiso con nuestros mayores, imposible", reivindicaba.

Con todo, ha asegurado que en el marco de la Comisión de Evaluación del Covid-19 que el Ejecutivo tiene previsto impulsar a partir del 21 de junio, se abordará un debate sobre lo que ha ocurrido en estos centros, a los que se tratará de prevenir para afrontar rebrotes futuros que, según ha indicado Sánchez, "es muy posible que se produzcan". "Tendremos que sacar lecciones sobre lo ocurrido en residencias de mayores", advertía.

Las muertes en residencias de mayores se han convertido en uno de los agujeros más profundos de la pandemia. Sólo en la Comunidad de Madrid han fallecido en estos centros casi 6.000 personas por coronavirus. En este punto, el presidente del Gobierno ha lanzado un dardo sobre el Gobierno regional que dirige Isabel Díaz Ayuso, en concreto sobre el envío de "órdenes y contraórdenes" de derivación de ancianos graves a hospitales, del que "todos somos conscientes", una actuación que el PP niega y por la que Pablo Iglesias ha llegado a amenazar ya con "consecuencias penales" al ejecutivo madrileño.

"Todos hemos sido testigos de las órdenes y contraórdenes que han salido a la luz por parte del gobierno autonómico en relación con los mayores en residencias y su ingreso en hospitales. Ahí lo dejo", sostenía el presidente.

Se refería Sánchez a la polémica en torno a los protocolos enviados por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid a los geriátricos de la región por los que se instaba a no derivar a ancianos graves de residencias a hospitales, lo que le ha valido al Gobierno de Ayuso una querella ante los tribunales de parte de familiares por "haber dejado morir" a personas en estos centros, una cuestión que niegan rotundamente en el PP.

Tanto Ayuso como Génova han cargado además esta semana contra el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por no haber dictado "ni una sola medida" para prevenir ni ayudar a los geriátricos durante el peor momento de la crisis pese haber asumido, afirman, "el mando único" sobre la gestión de estos centros. Iglesias niega la mayor sobre su responsabilidad en las residencias, y ha afirmado además que, pese a ello, impulsó un fondo de 300 millones de euros para ayudar a estos centros y, como ha recordado hoy el presidente del Gobierno, se envió al Ejército para "desinfectar" estos centros.