El president de la Generalitat, Quim Torra, ha tardado apenas unas horas en firmar el decreto de defunción de la Fase 3 para recuperar el control total sobre la gestión de la pandemia de coronavirus en Cataluña. En cuanto el BOE ha publicado el pase a la Fase 3 de Barcelona y Lleida, unificando el conjunto de Cataluña, Torra ha reunido en el Palau de la Generalitat a los titulares de Salut, Alba Vergés, e Interior, Miquel Buch, para firmar el decreto y la consiguiente resolución con las medidas de prevención acordadas en el Procicat.

Otro tanto ha sucedido en Euskadi. El lehendakari Iñigo Urkullu ha firmado esta mañana el decreto que pone fin a la tercera fase de la desescalada en el País Vasco, así como la vigencia del Estado de Alarma a partir de esta medianoche. La medida supondrá, además, que se permita la libre movilidad con Cantabria desde este viernes. Tanto Urkullu como el presidente cántabro, Miguel Angel Revilla, llevarán a cabo un acto conjunto a primera hora de mañana con el que escenificarán la entrada en la 'nueva normalidad' de ambas comunidades autónomas. 

El concepto clave, en Cataluña, ha sido distanciarse al máximo de la gestión del Gobierno, para lo cual la Generalitat se basa en una única idea: adiós a los porcentajes de aforo, la norma ahora es la distancia de metro y medio entre personas, o el cálculo de dos metros y medio cuadrados por persona en los espacios cerrados.

Libre movimiento entre Euskadi y Cantabria

El gobierno vasco, por su parte, ha analizado el último informe de situación emitido por la Consejería de Salud y en el que se da por controlada la situación epidemiologica y se califica de positiva la situación asistencial, en una reunión extraordinaria para decidir el fin de la Fase 3. Respecto a los brotes detectados en el Hospital de Basurto y el hospital de Txagorritxu, en Vitoria, el Ejecutivo los da por controlados. En el caso del centro vizcaíno el brote alcanza ya los 44 infectados -uno más en las últimas 24 horas- y en el centro alavés, 15, los mismos que ayer.

A partir de ahora en el País Vasco se aplicará un decreto de medidas de "prevención, vigilancia y control" que regulará aforos, medidas de prevención y obligaciones que se deberán cumplir en la nueva fase que se activa a partir de ahora. Entre ellas, se reduce la distancia física a 1,5 metros, se mantiene la obligación del uso de mascarilla en espacios cerrados o se amplía los aforos hasta el 75% en los lugares de culto o al 60% en las piscinas, entre otras limitaciones. 

Autoridad competente

"El BOE me confiere el papel de autoridad competente" ha anunciado Torra para explicar la firma del decreto que da por finalizada la Fase 3 esta medianoche. Un decreto que "da fin al estado alarma y levanta las restricciones a la movilidad en toda Cataluña".

El decreto "faculta además a Vergés y Buch, en su condición de integrantes del Procicat, para que adpaten todas condiciones necesarias para regir esta etapa, con prioridad para la salud, rigor, claridad y precaución" ha añadido el presidente catalán.

Un nuevo periodo en el que "no me temblará la mano para tomar las decisiones necesarias para velar por la salud" ha advertido Torra en referencia a la posibilidad de nuevos rebrotes de la epidemia y de tomar decisiones drásticas como el confinamiento de Igualada.

Aún así, la norma básica es que se mantienen las limitaciones de aforo que establece la Fase 3 hasta el 25 de junio para todo tipo de espacios públicos: Un aforo del 50% en espacios cerrados y del 75% espacios abiertos. A partir de ese día, fijado para permitir un "periodo de adaptación" ha explicado Torra, los responsables de los locales, espacios o entidades tendrán que garantizar esa distancia de 1,5 metros entre las personas.

En este contexto, Torra ha insistido en que la Generalitat hubiera gestionado mejor el confinamiento provocado por el Covid-19. "Nosotros ya decretamos antes el cierre de los colegios, confinamos Igualda, e impusimos restricciones en el transporte" ha señalado el president, para quien "otro estado de alarma era posible, en el que se hubiera dialogado más, nadie nos dijo que se iba a aprobar el estado de alarma".

La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ya avanzó el martes tras la reunión del Consell Executiu que el gobierno catalán acordaría directamente el paso a la "nueva normalidad" -aunque la Generalitat se resiste a llamarla así- en cuanto el Gobierno acordara el paso a Fase 3 de Barcelona y Lleida, unificando todo el territorio de la comunidad.