A falta de escasas horas para que termine el estado de alarma decretado en España desde el pasado 14 de marzo, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha concedido una entrevista a la Agencia Efe en la que saca a relucir su victimismo y se queja del trato dado por el Partido Popular al Gobierno de Pedro Sánchez, que "no se merecía el acoso irracional y constante" del que ha sido objeto, "sobre todo por el PP", durante este tiempo.

Calvo señala sobre ese acoso que "lo verdaderamente valiente es ser equilibrado" en política y "lo fácil son las radicalidades".

Subraya que en todo este tiempo "nunca se han sustraído las competencias" de las comunidades autónomas y advierte asimismo de que si vuelve a ser necesaria la alarma, ya sea en todo el país o en algún territorio, el Gobierno "no va a escurrir su responsabilidad".

La vicepresidenta primera explica en esta entrevista que el Gobierno tomó una "tremenda decisión" cuando decretó el estado de alarma y el confinamiento de 47 millones de ciudadanos, como lo fue también decretar el cese temporal de la actividad no esencial durante dos semanas de este periodo de 98 días.

Pero considera que haber sido "contundentes desde el principio" es lo que ha permitido que ahora se pueda estar "controlando tan bien" la pandemia.

Calvo recuerda que desde que la OMS declaró la pandemia el Gobierno tardó un día en aprobar el decreto de alarma, y defiende que no se actuara antes porque "la política no podía ir por delante de la ciencia".

Asegura además que el Gobierno de coalición, que llevaba sólo dos meses constituido, actuó "sin ningún tipo de discrepancia" y celebra la capacidad de las dos fuerzas políticas que lo componen de ponerse de acuerdo "en lo importante y lo urgente".

¿A quién le mandaba el señor Casado el mensaje? ¿A Feijóo, a Moreno Bonilla, a López Miras, a Isabel Díaz Ayuso, a quién? Porque eran sus compañeros los que estaban delante de la situación", asegura Calvo

Carmen Calvo arremete con dureza contra el Partido Popular por la posición que ha tenido estos meses y considera que en esta situación "tan trágica" el Gobierno "no se merecía el acoso irracional y constante, sobre todo del PP".

En un momento en el que miles de personas estaban en hospitales, o en casa sufriendo, y millones confinados "asustados e inseguros" no entiende Calvo, que también ha sufrido esta enfermedad, la actitud de los populares.

E insiste en que el PP se ha dedicado a hacer un acoso "irracional y constante" que además considera "incomprensible" porque las competencias sanitarias están transferidas a las comunidades autónomas y el partido que lidera Pablo Casado gobierna en muchas de ellas.

"¿A quién le mandaba el señor Casado el mensaje? ¿A Feijóo, a Moreno Bonilla, a López Miras, a Isabel Díaz Ayuso, a quién? Porque eran sus compañeros los que estaban delante de la situación", apunta.

Lamenta en este contexto el debate "bastante artero y manipulado políticamente" que ha habido sobre las competencias sanitarias.

"Es que las comunidades autónomas no pueden ser suspendidas en sus competencias en este país", dice Calvo, quien subraya además que "nunca se han sustraído" dichas competencias.

Mientras, el mando único "consistía en algo tan importante y tan claro como que las instrucciones de trabajo tenían que ser compartidas, coordinadas e iguales en todos los territorios".

Por eso también ha insistido en que las competencias de las residencias de ancianos -donde han muerto miles de personas por la pandemia- son de las comunidades "como ha quedado absolutamente claro".

En cualquier caso, la vicepresidenta admite que para parar una pandemia no puede haber diferencias entre las comunidades y es en eso en lo que en este momento trabaja el Consejo Interterritorial, que con esta crisis ha quedado "absolutamente engrasado políticamente".

Por eso vuelve a arremeter contra Casado por sus críticas cuando los consejeros de Sanidad del PP "se coordinaban bastante bien" con el Gobierno.

Lo que se está haciendo ahora en dicho Consejo, ha explicado, es reforzar la coordinación para tener las reservas de materiales preparadas, la red de empresas que puede fabricarlos ya detectada o la organización necesaria para poder acceder a la vacuna cuando la haya, ha apuntado.

Calvo ha recordado que con esta crisis se han derivado recursos a la sanidad "como nunca" y el Gobierno quiere que dichos recursos alcancen el 7 por ciento del volumen del gasto público del país.

Sobre todo tras ver que en "según qué territorios" hay "sanidades mucho más debilitadas, en algunos casos privatizadas y en algunos casos bastante esquilmadas", y hay que "revitalizarlas" con ingresos en gasto sanitario y con contratación de personal.

Además ha recordado la inyección del Fondo COVID-19 (de 16.000 millones para las comunidades, de los que 9.000 son para gasto sanitario), que debería permitir "estar preparados para brotes y recibir el otoño venga como venga".

No ha querido Calvo entrar en la posible reforma de la legislación sanitaria para disponer de instrumentos que permitan actuar sin recurrir a la alarma. Y ha apuntado que si finalmente se hace dicha reforma será "consensuada y porque las comunidades entiendan que hace falta alguna respuesta".

En cualquier caso ha insistido en que si vuelve a producirse una situación similar y el Gobierno tiene que volver a recurrir a la alarma "no va escurrir su responsabilidad".

¿Nos va a acompañar alguien más en una propuesta de presupuestos para sacar a España de esta crisis?"

La vicepresidenta primera insiste en que España necesita unos presupuestos para "sacar adelante el país" y para que la crisis "pase rápido".

Unas cuentas que, ha admitido, no serían las que habría presentado el Gobierno de no haberse producido esta pandemia. Habrá que priorizar cosas que antes no se habían priorizado y dejar otras para el siguiente presupuesto.

Y sobre el apoyo que quiere el Gobierno para las cuentas lo tiene claro, y recuerda que para la investidura pactaron con socios "progresistas, especialmente ERC", que aunque esté en las "antípodas" del PSOE en materia territorial es un "partido histórico de izquierdas".

Cita asimismo al PNV, que está en "criterios razonables", así como a su socio de Gobierno, Unidas Podemos.

"Éste es nuestro núcleo", dice Calvo, quien no cita a Ciudadanos cuando se le pregunta por la posible colaboración del partido naranja en los presupuestos aunque sí propone la pregunta "a la inversa: ¿Nos va a acompañar alguien más en una propuesta de presupuestos para sacar a España de esta crisis?".

De nuevo, además, se refiere al PP, que también podría "acompañarnos en algo", y se pregunta qué le dirá Casado a las comunidades que gobierna su partido cuando rechace las cuentas del Estado, que también necesitan. "Lo verdaderamente valiente es ser equilibrado, lo fácil son las radicalidades", concluye.

Carmen Calvo admite lo duro que ha sido para ella contraer la COVID-19, y asegura que ahora ve la vida "de otra manera".

Cree además, "política y personalmente", que esta tragedia nos tiene que dar la oportunidad de "repensar el modelo general". "El centro de toda la acción política de una democracia deben ser las personas y la salud, que es lo único que te permite estar vivo", apunta.

Y por eso entiende por ejemplo que en un país como éste con "demasiadas personas mayores en residencias", hay que pensar "cómo cambiar todo el sistema de cuidados", racionalizando los horarios para poder cuidar a nuestros de los menores y los mayores.

Tras recordar constituciones como la de Cádiz de 1812 o la declaración de derechos estadounidense, que hablaban de la búsqueda de la felicidad, subraya que "el verdadero derecho es a ser felices" y aunque no se puede regular es lo que mueve la vida.

Por eso apuesta por una "transición humanizadora del modelo de convivencia" que se dirija más a preservar la salud y a perseguir esa felicidad.