El futuro procesal del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, depende de una comisión rogatoria enviada por el juez del caso Villarejo, Manuel García-Castellón, a Reino Unido.

El instructor de la Audiencia Nacional solicitó a una empresa de Gales información sobre la tarjeta del móvil de Dina Bousselham, asesora del líder de Podemos cuando fue parlamentario europeo, y el estado en que éste le entregó dicho dispositivo que contenía fotos íntimas suyas y conversaciones entre miembros de Podemos que se publicaron en prensa en julio de 2016.

El titular del Juzgado Central de Instrucción 6 quiere saber si Iglesias dañó dicha tarjeta y se la devolvió a Bousselham en tal estado después de guardarla durante casi seis meses, como él mismo reconoció durante una entrevista en Radio Nacional de España la pasada semana. Si se confirma que fue así, el juez estaría dispuesto a solicitar al Tribunal Supremo, ante el que Iglesias está aforado, que se le investigue por presuntos delitos de daños informáticos, obstrucción a la Justicia y apoderamiento de daños informáticos (197.2 CP).

Giro del caso

A pesar de que fuentes jurídicas consultadas ven "poco recorrido" en el caso Dina, las contradicciones en las declaraciones de la perjudicada, la utilización de la causa para su beneficio político por parte de Iglesias, así como la actuación de la Fiscalía Anticorrupción en la causa, han llevado al juez a tomar la batuta de la investigación y a querer que se esclarezcan completamente los hechos, trasladan fuentes jurídicas.

La pieza Dina arrancó con Bousselham e Iglesias como perjudicados por el robo del móvil de la primera en noviembre de 2015, la publicación de conversaciones entre miembros de Podemos en julio de 2016 en Okdiario y la aparición de una copia del volcado del dispositivo en casa del comisario investigado José Manuel Villarejo.

Podemos apuntó -e Iglesias explotó dicho relato en campaña- a que las 'cloacas' de Interior durante el Gobierno de Rajoy estuvieron detrás del robo y la filtración de los mensajes a la prensa para perjudicar a Podemos. Las pesquisas practicadas han permitido saber que Iglesias recibió una copia de dicha tarjeta móvil tres meses antes que Villarejo y la guardó sin entregarla a su dueña. Pudo ver lo que contenía dicha tarjeta, pero cuando ella quiso acceder, no pudo.

También que Dina Bousselham hizo pantallazos de las conversaciones que acabaron publicadas en prensa y las compartió con terceros. Además, también están saliendo a la luz mensajes del equipo jurídico de Podemos que se ocupó de la estrategia de Podemos como acusación popular y de Iglesias y su exasesora como acusación particular, de las que se entendería una connivencia con Anticorrupción para que la investigación avanzara en la línea del relato de las 'cloacas' de Interior.

El juez ve ahora "debilitada" la posibilidad de que Villarejo filtrara los mensajes del móvil de Bousselham a la prensa porque ella misma los compartió y reúne indicios contra Iglesias para ver si propone al Supremo que se le investigue. La información que reciba de la comisión rogatoria de Reino Unido sobre el estado de la tarjeta dañada será clave para el caso.