El Gobierno se ha mostrado "sorprendido" por la incorporación de Félix Sanz Roldán como asesor internacional de la Presidencia de Iberdrola tan sólo un año después de su salida como director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y en plena instrucción del caso Villarejo, una de cuyas piezas separadas se centra en la investigación de los encargos que la eléctrica le hizo a la empresa del antiguo agente encubierto cuando éste permanecía aún en activo en el Cuerpo Nacional.

Fuentes del Ejecutivo han reconocido a El Independiente su sorpresa al trascender que Sanz Roldán se ha vinculado a esta compañía, actualmente la primera del selectivo Ibex-35 por capitalización bursátil. De ello se infiere que el anterior jefe del CNI ha tramitado su solicitud de compatibilidad ante la Oficina de Conflictos de Intereses -preceptiva por su condición de antiguo alto cargo del Estado y no haber transcurrido dos años desde que tuvo lugar el cese- sin comunicárselo a ningún miembro del gabinete de Pedro Sánchez.

Sanz Roldán terminó su etapa como jefe de los servicios de Inteligencia el 5 de julio de 2019 y recibió el pasado 29 de junio el plácet para vincularse a Iberdrola. En concreto, forma parte desde el 30 de junio de su International Advisory Panel, un consejo que asesora al presidente de la compañía (Ignacio Sánchez Galán) en la toma de decisiones estratégicas y geopolíticas. A este órgano pertenecen el ex presidente mexicano Ernesto Zedillo; el ex ministro de Asuntos Exteriores alemán Joschka Fischer; el antiguo comisario europeo de Mercados de Capitales Jonathan Hill; la ex directora general de la European Climate Foundation Laurence Tubiana; el antiguo Secretario del Interior de Estados Unidos Ken Salazar y Ramón de Miguel, ex embajador de España en París y ante la UE.

La sorpresa en el Ejecutivo responde tanto por el escaso tiempo transcurrido desde que salió del CNI como por el hecho de que vaya a asesorar a una compañía que se encuentra actualmente bajo la lupa del juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón por contratar a la empresa de José Manuel Villarejo, en una abierta enemistad desde hace años con Sanz Roldán.

"Esa obsesión enfermiza que tiene hacia mi persona se lo debería mirar. Hay tratamientos médicos para ello y cuanto más me amenace y me chantajee más fuerte estaré en mis convicciones. Todos somos iguales ante la ley y usted, por mucha información que diga tener sobre los poderosos, también está sometido al imperio de la ley".

Cruce de querellas

Corrían los primeros días de junio de 2017. José Manuel Villarejo no llevaba aún ni un año como funcionario de policía jubilado y Félix Sanz Roldán seguía al frente del CNI, cargo al que lo había aupado José Luis Rodríguez Zapatero a principios de julio de 2009. El hoy preso le mandaba ese mensaje al entonces jefe de los espías españoles en una denuncia que había interpuesto contra él en la Audiencia Nacional por autorizar supuestamente la filtración a un periódico de una fotografía suya en una operación antiterrorista en la que participó como agente encubierto para infiltrarse en una red de fuentes relacionadas con el yihadismo.

Aquella querella terminó archivada al cabo de unas semanas por no apreciar el juez Ismael Moreno indicios de delito. Cinco meses después, Villarejo fue detenido como cerebro de la Operación Tándem, motivo por el que se encuentra en prisión preventiva acusado de organización criminal, blanqueo de capitales y cohecho, entre otros. Desde el 5 de noviembre de 2017, ocupa celda en uno de los módulos de la prisión de Estremera (Madrid).

Villarejo ve la mano de Sanz Roldán en el origen de la causa que lo mantiene preso desde 2017

Desde ayer, el comisario ya retirado tiene quizá un motivo más de preocupación: el fichaje de Sanz Roldán como asesor de Sánchez Galán. Un año después de que el director del CNI cesara en el puesto, el general conquense ha obtenido autorización para ejercer como integrante del organismo que asesora a la Presidencia de la eléctrica al no apreciarse incompatibilidad con su anterior responsabilidad.

Iberdrola es una de las compañías del Ibex-35 que recurrió durante años a los servicios de la empresa controlada por Villarejo cuando éste aún se encontraba en activo en el Cuerpo Nacional. Esas contrataciones se investigan en una pieza separada del caso Tándem en la que figuran como imputados el ex jefe de seguridad de la empresa Antonio Asenjo y otros tres directivos (uno ya jubilado).

La eléctrica reconoce que, entre los años 2004 y 2017, pagó a Club Exclusivo de Negocios y Transacciones SL (Cenyt) 1,1 millones de euros en 17 transferencias bancarias. 'Investigación patrimonial ejecución laudo' y 'servicios de apoyo y logística de seguridad a personal de Rumanía' fueron algunos de los conceptos facturados.

Una de las 17 facturas emitidas por Cenyt a Iberdrola.

La Fiscalía Anticorrupción sospecha que el objeto real de dos de las facturas es diferente al reseñado y cree que la naturaleza verdadera de esos servicios era el espionaje a Florentino Pérez, presidente de la constructora ACS. Ese encargo habría sido retribuido con 232.000 euros, según ha publicado este viernes El Confidencial citando un informe elaborado por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional.

Cuando declaró a principios de febrero como imputado, Antonio Asenjo aseguró que Villarejo le ofreció sacar "los trapos sucios" de Florentino Pérez a cambio de 10 millones de euros y que la compañía se negó. Fue cuando ACS pretendía tomar un 12,6 % de las acciones de Iberdrola para desplazar a Sánchez Galán de la Presidencia del consejo de administración.

De momento, Iberdrola no ha sido imputada como persona jurídica en esta pieza separada, a diferencia de lo que sí ocurrió con el BBVA en la rama del caso en la que se investigan las contrataciones del banco a la empresa del comisario. En concreto, sobre la entidad financiera pesan cargos de cohecho, corrupción en los negocios y revelación de secretos.

En un momento clave de la instrucción judicial, el presidente de Iberdrola se rodea del asesor que probablemente atesora más información comprometida sobre José Manuel Villarejo, al que Sanz Roldán denunció por calumnias y denuncia falsa. En esta causa, pendiente de enjuiciamiento, se enfrenta a una petición de dos años de cárcel.

La guerra con 'El generalísimo'

El enfrentamimento con el ex director del CNI ha tenido sin duda una influencia decisiva en la última etapa de Villarejo, que llama a Sanz Roldán con el apodo de El generalísimo por su condición de general del Ejército de Tierra (ya en la reserva). A él lo acusa de perseguirlo de forma implacable por haber presentado escritos policiales denunciando "conductas irregulares o ilícitas" por parte del anterior jefe de los espías españoles, como la "pérdida de fondos reservados en pagos sin justificar" o el "uso de la Policía bajo control del CNI para labores políticas".

El policía hoy en prisión no tiene dudas de que Sanz Roldán "está detrás de la existencia" de la causa que le mantiene en una celda del módulo 4 de la cárcel madrileña de Estremera desde el 5 de noviembre de 2017. Villarejo ha acusado al CNI de "ocultar" material que le intervinieron en el registro de sus viviendas y que ya se ha desencriptado y de "manipular" sus grabaciones.

Cinco meses antes de su detención, José Manuel Villarejo aireó otra grave acusación contra el entonces director del CNI. Según denunció, Sanz Roldán amenazó a Corinna Larsen para que no revelara detalles de su relación con Juan Carlos I. "Este señor, interpretando lo que podría pensar el hoy rey emérito, entendió que la princesa Corinna tendría que recibir de alguna manera una amenaza o un rapapolvo para que o volviera con él o no revelara no sé qué historias. Lo cierto es que la amenazó de muerte, a ella y a sus hijos personalmente en una entrevista en Londres", declaró en una entrevista concedida a El Independiente en junio de 2017.

Villarejo asegura que Sanz Roldán "amenazó de muerte" a Corinna Larsen para que no contara cosas de Juan Carlos I

Villarejo se había reunido con la ex amante del rey emérito en Londres y había grabado de forma subrepticia las conversaciones en las que la empresa alemana le contó que Juan Carlos I la utilizó como testaferro para ocultar parte de su patrimonio y propiedades en el extranjero y que el monarca contaba con cuentas bancarias en Suiza a nombre de su primo Álvaro Orleans de Borbón.

La difusión de esas cintas llevó al fiscal helvético Yves Bertossa a iniciar una investigación en el verano de 2018 que ha permitido conocer la donación de 100 millones de dólares (65 millones de euros) que el rey Abdalá de Arabia Saudí le hizo a Juan Carlos I -presuntamente como retrocomisión por influir en la concesión de las obras de construcción del AVE a La Meca a favor de un consorcio español- y que creó una estructura opaca para mantener el dinero fuera del control del fisco.

Investigación al rey emérito

Los hallazgos de Bertossa, que ha tomado declaración a los dos principales asesores del rey emérito (el abogado Dante Canonica y el gestor fiscal Arturo Fasana), han llevado a la Fiscalía del Tribunal Supremo a iniciar una investigación que determinará si interpone querella contra Juan Carlos I por delito fiscal y blanqueo de capitales. El padre del actual jefe del Estado goza de fuero, pero perdió la inviolabilidad al abdicar la Corona en favor de su hijo hace seis años.

Años después de su encuentro con Corinna en Londres, el antiguo agente encubierto permanece en prisión preventiva y su enemigo Sanz Roldán acaba de fichar como asesor del presidente de Iberdrola tras su salida del CNI. En el tablero del caso Villarejo, Sánchez Galán acaba de hacer un movimiento de pieza maestro. Pero aún queda bastante para conocerse cómo termina la partida.