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El PSE cambia de voz: diálogo 'sin complejos' con Bildu y pluralidad de naciones

El socialismo vasco opta por Eneko Andueza para ejercer de portavoz en la Cámara vasca. Partidario de hacer más "pedagogía" nacionalista entre los suyos, ha sido crítico con Felipe González y los GAL y defiende un concepto amplio de la 'nacionalidad'.

Idoia Mendia, junto a todo el grupo socialista vasco, posa en la Cámara de Vitoria tras acreditarse como parlamentarios del PSE.

Idoia Mendia posa junto al resto del grupo parlamentario del PSE tras acreditarse en la Cámara vasca.

Es la nueva voz del socialismo vasco, la que se subirá al estrado del Parlamento vasco para fijar posición. Eneko Andueza (Eibar, 1979) será la nueva cara del PSE en los debates de la Cámara vasca en una legislatura a punto de comenzar y en la que no sólo la crisis sanitaria y económica requerirá tomar decisiones, sino también hacer frente a la última fase de la actualización del autogobierno vasco que afrontará un Parlamento mayoritariamente nacionalista. Andueza sustituirá en el cargo a José Antonio Pastor, quien durante las últimas cuatro legislaturas ha sido la voz parlamentaria del PSE. Al igual que la secretaria general del PSE, Andueza se presentó el 12-J como ‘muro de contención’ al nacionalismo. Sin embargo, su modo de hacerle frente dista mucho del que en otro tiempo esgrimió el socialismo vasco.

La apuesta del PSE en su relevo en la portavocía es un mensaje en si mismo. Andueza no es un alto cargo más del socialismo vasco. Actualmente ocupa la secretaría general del partido en Guipúzcoa después de haber ejercido otros cargos bajo las mismas siglas en el ayuntamiento de Ordizia y Eibar, así como de portavoz en las Juntas Generales guipuzcoanas. A medida que ascendía en el escalafón de responsabilidades, su discurso ha ido ganando protagonismo. No sólo por el cargo, también por su singularidad.

El nuevo portavoz del PSE en el Parlamento Vasco se identifica como constitucionalista pero en ningún caso como enemigo del nacionalismo. Lo concibe como una realidad con la que hay que saber convivir y entenderse y ante la que aún queda mucha “pedagogía por hacer” en su partido y fuera de él. Andueza se sitúa en un término medio ubicado entre la defensa de la Constitución y el acercamiento comprensivo hacia el mundo abertzale.

Algunas de sus manifestaciones describen bien cuál es su discurso en este ámbito. En diciembre pasado el líder de los socialistas en Guipúzcoa desde 2017 afirmó que el sentimiento de nación y el deseo de profundizar en la identidad propia no es algo exclusivo de vascos y catalanes, “Castilla La Mancha es una nación, claro que sí, por qué no”, aseguró: “Tiene su cultura, sus peculiaridades que la diferencian de otras Comunidades Autónomas”, afirmó. Considera que en España en realidad existen “tantas naciones como cada uno quiera” y que el concepto de nación y nacionalidad “es muy amplio”.

"Sin complejos"

La defensa del Estado plurinacional ha sido una constante en su discurso. En los próximos cuatro años la voz del PSE se unirá en esa idea de modelo territorial al que defienden la inmensa mayoría de las formaciones de la Cámara vasca que deberán aprobar un nuevo articulado para renovar el Estatuto de Gernika de 1979. Con un portavoz “plurinacional” en el PSE, la lista en favor de esa vía se completará con Elkarrekin Podemos y con las reivindicaciones más identitarias del PNV y EH Bildu.

Andueza conoce bien Euskadi, su presente y su pasado. Lo vivió desde muy joven cuando con 17 años, a mediados de los años 90, cuando ETA más amenazó y atentó contra la clase política vasca, hizo peligroso el ejercicio de la política. Hoy, décadas más tarde, es una de las voces que con mayor claridad defiende la necesidad de buscar líneas de diálogo y entendimiento con EH Bildu. Fue uno de los que más abiertamente defendió aceptar “sin complejos” la abstención de la coalición de la izquierda abertzale para facilitar la investidura de María Chivite como presidenta de Navarra. Llegó incluso a recordar a Pedro Sánchez -tras poner reservas al apoyo de la izquierda abertzale- que él mismo había sido investido presidente del Gobierno gracias a Bildu.

A Andueza nadie le podrá negar que habla claro. Considera que a su generación le corresponde construir la Euskadi del futuro, la que se sobrepuso a décadas de violencia y fractura social en el País Vasco y que ahora debe construir la convivencia y una memoria justa. En este ámbito Andueza ha defendido que se debe hacer más “pedagogía en Madrid”, incluso entre las filas de su propio partido, para avanzar en la fractura territorial. “No entiendo la posición de algunos de mis compañeros”, ha asegurado ante las críticas por dialogar con Bildu o con ERC, “a algunos quizá habría que decirles que vieran mundo”.

Aclarar los GAL

En otras de las recientes polémicas, la que resucitó el pasado de los GAL y el papel de Felipe González durante aquellos años de ‘guerra sucia’ contra ETA, el ahora portavoz parlamentario del PSE no dudó en desmarcarse de quienes en su partido salieron en apoyo de Felipe González. Él optó por recordar que los GAL fueron algo “asqueroso” y que quienes en su partido tuvieron “algo que ver” deberían pagar por ello “se lo debemos a las víctimas”.

En contra de la posición que defendió el PSOE, Andueza se mostró dispuesto a apoyar una comisión de investigación en el Congreso sobre los GAL si con ello se contribuía a “aclarar algo” de lo sucedido. Incluso apuntó que alguien debería decir de una vez a Felipe González “que basta ya”. Afirmó que pese a no ser partidario de “purgas” internas y que los estatutos no lo permitían, era partidario de que el expresidente del Gobierno se situará ya al margen del PSOE: “Está muy lejos del PSOE actual”.

Padre de dos hijos, licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración, el nuevo portavoz parlamentario habla euskera. Andueza ya ejerció la pasada legislatura como portavoz adjunto en la Cámara vasca. Siempre ha defendido la opción de reeditar el gobierno de coalición con el PNV, más aún cuando la suma de ambos partidos les facilita ahora una mayoría absoluta.

Durante la campaña Andueza y la candidata del PSE a lehendakari, Idoia Mendia, subrayaron el mensaje de que concurrían a las elecciones como “muro de contención del nacionalismo”. En realidad, tanto Mendia como Andueza apuntaron que no permitirían excesos en clave nacionalista pero que lograrían buscar vías de entendimiento pero sin olvidar las ‘líneas rojas’ para evitar “aventuras soberanistas”.

El mandato del 'nuevo estatus'

Los socialistas ultiman el acuerdo para un nuevo gobierno de coalición con el PSE. Todo apunta a que tendrán el mismo peso minoritario en el nuevo Ejecutivo de Urkullu pero con el que aspiran a poder capitalizar mejor su acción de gobierno. No se descarta incluso que para ello el PSE apueste por Idoia Mendia como miembro de ese Ejecutivo. Un Gobierno que con toda probabilidad pactará sus discrepancias, como ya hiciera en el mandato que ahora concluye, y que tendrá a las diferencias territoriales a uno de los ámbitos de discrepancia acordada. Tanto ella como Andueza no han obviado que la Constitución continúa siendo el marco legal que defienden y del que no se saldrán ni permitirán al nacionalismo que lo haga.

Es cuestión de apenas unos días que la nueva voz del PSE se estrene. En el parlamento de Vitoria sus 75 representantes ya se han acreditado y ahora la presidenta de la Diputación Permanente, Bakartxo Tejeria, pondrá fecha para el pleno de constitución. Para finales de agosto o comienzos de septiembre Urkullu quiere volver a jurar el cargo -será la tercera ocasión en la que lo haga- ante el Árbol de Gernika y arrancar un mandato que tendrá a la crisis económica y sanitaria como prioridad y al pulso por un nuevo estatus vasco como suelo resbaladizo en el que Andueza y el PSE deberán saber bailar junto a sus socio de coalición, el PNV, defensor de una Euskadi confederal.

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