Cataluña afronta el mes de agosto conteniendo la respiración por los rebrotes en Lleida, Barcelona y el Empordà mientras el sector turístico observa como se vacían hoteles, campings y apartamentos en toda la costa catalana. Seis semanas después de que Quim Torra decidiera que Barcelona y Lleida pasaran como una exhalación por la fase 3 de desconfinamiento para recuperar el control total sobre Cataluña, la comunidad encabeza el número de contagios junto a Aragón y la caída del empleo, y la patronal Foment del Treball pide un "plan de rescate" para la economía catalana.

En el flanco sanitario, la comunidad sigue sin doblegar la curva de contagios en el área metropolitana de Barcelona, aunque el secretario general de Salud Pública, Josep Maria Argimon, apunta que la situación no es crítica en el sistema hospitalario. En la última semana esta comunidad ha registrado 6.448 nuevos positivos según los datos de la Generalitat, de los que 510 corresponden a la Metropolitana Sur, 455 a la Metropolitana Norte y 162 a Barcelona. Y de viernes a sábado han aumentado en 1.367 casos y en 19 fallecidos.

La capital catalana ha conseguido empezar a frenar los contagios, con una tasa que ha vuelto a R1, pero en su entorno metropolitano aparecen nuevos brotes en localidades costeras como Castelldefels. En Lleida también empieza a contenerse el índice de contagios, pero la presión sobre el sistema hospitalario sigue siendo mayor que en Barcelona. En los últimos siete días se han producido en la comunidad 85 nuevas hospitalizaciones.

Vetos europeos

Unos datos que no convencen a los países de nuestro entorno. Alemania incluía el viernes a Cataluña, junto a Aragón y Navarra, en el listado de regiones con riesgo de contagio que obligan a los viajeros a someterse a pruebas PCR cuando regresan. El último veto germano, que ya había recomendado no viajar a estas tres comunidades el lunes, se suma a los de Francia y Holanda, además del general de Gran Bretaña.

De nada ha servido, de momento, la reacción de la Conselleria de Salud, que esta semana ha presentado finalmente su "plan Covid" y anunciado la contratación de rastreadores y refuerzos para la atención primaria. Alba Vergés explicó el miércoles que casi un millar de personas trabajan en Cataluña para identificar a positivos de Covid-19 y sus contactos.

De los 140 "rastreadores" de hace dos semanas, cuando se confinó el Segrià, se ha pasado a 568 contratados en los equipos de atención primaria, 240 profesionales de los Servicios de Vigilancia Epidemiológica y 120 teleoperadores que llaman a los sospechosos o positivos de coronavirus y realizan las tareas de apoyo y seguimiento de contactos -el famoso contrato de Ferrovial-. Un equipo "escalable a 2.000 profesionales" añaden desde Salud para dejar claro que están preparados para redoblar el esfuerzo en otoño, cuando se prevé lo peor de la segunda oleada.

Salud ha multiplicado además el número de pruebas realizadas, de 42.000 hace tres semanas, a 72.000 en los últimos siete días según Argimon. Y el CatSalut, el sistema público hospitalario ha aumentado su capacidad asistencial con 930 camas basales para críticos -que podrían llegar a superar las 2.000 si es necesario- y 720 respiradores invasivos en reserva, explica su director, Adrià Comella.

Golpe al turismo

Pero el duro mensaje lanzado el lunes por Torra, anunciando "diez días críticos para no volver a marzo", dio alas a los vetos que diversos países europeos han impuesto al turismo con destino a Cataluña. No es la única comunidad que sufre esos vetos, pero sí la más afectada por la dependencia del turismo extranjero. En 2019 Cataluña cerró el ejercicio con un nuevo récord de turistas, 19,35 millones de extranjeros visitaron la comunidad según datos del Departamento de Empresa de la Generalitat.

La mayoría procedentes de Francia, de forma destacada, Reino Unido y Estados Unidos, que realizaron un gasto total de 21.360 millones de euros. La propia consellera Àngels Chacon destacaba al presentar estos datos que el turismo genera el 12% del PIB y el 14% de la ocupación en Cataluña: "No hay ningún otro sector industrial que aporte esto", ha dicho.

En este contexto, la Confederación de Hostelería y Restauración de Cataluña criticó el viernes el plantón de Torra a la Conferencia de Presidentes autonómicos en la que se debatió el reparto de los fondos europeos recordando que la crisis afecta especialmente a su sector, y el peso de este sector en Cataluña. Era el segundo comunicado de la Confederación en cinco días.

S.O.S. de Foment

Este jueves, la gran patronal catalana ha lanzado un S.O.S. para reclamar un "plan de rescate" para los sectores más afectados por la crisis sanitaria, poniendo en primera fila al turismo y la restauración, además del comercio, transporte, automoción, cultura y actividades deportivas. Foment denunció la "pasividad" de las administraciones, sin distinguir entre Gobierno y Generalitat, y reclamó medidas urgentes.

"Si alguien interpreta que esto es hacer una presión interesada, no ha entendido el funcionamiento de una sociedad democrática" concluía el comunicado firmado por Josep Sánchez Llibre, en el que se pedían ayudas directas, medidas fiscales y nuevas intervenciones en el mercado de trabajo.

Tal y como habían hecho antes la Confederación de Hostelería y Restauración de Cataluña y el resto de sectores implicados, Foment reclama ayudas "muy superiores a las que ha habido hasta ahora y que incluyan a profesionales, autónomos y microempresas". España, añade "está a la cola de la Unión Europea en ayudas" mientras Alemania ha arbitrado ayudas por valor de 286.000 millones de euros, Francia 110.000 millones, Italia 80.000 y España 44.000 millones.

Foment hacía esta advertencia tras conocerse los duros datos de la EPA del segundo trimestre. Y señalaba como "imprescindible" la continuidad de los ERTE por fuerza mayor en las condiciones fijadas en marzo. "Este requerimiento es indispensable si se pretende ayudar a la supervivencia de las empresas en la situación actual".

EPA demoledora

Era la respuesta a una EPA que sitúa a Cataluña a la cabeza en la destrucción de empleo en el segundo trimestre. La caída de la ocupación ha sido general, pero el mayor descenso lo registra Cataluña, con 223.700 personas menos empleadas que en el trimestre anterior -el mayor descenso de la serie histórica- y 203.600 menos que hace un año.

Además, el número de parados subió en 61.300 personas en el segundo trimestre en Cataluña, hasta sumar un total de 472.000 desempleados. De nuevo, es la la comunidad autónoma donde más aumentó el desempleo en los meses más duros de la Covid-19. La tasa de paro se situó en el 12,78 %, frente al 10,66 % del trimestre anterior. Aunque lejos de las comunidades más castigadas por el paro, con tasas del 22%.

Una semana antes, la patronal catalana ya había dado la señal de alarma con un comunicado en el que reclamaba a la Generalitat que refuerce las medidas de detección y de seguimiento de los casos de Covid-19. Unas medidas que finalmente se han empezado a concretar esta semana, tras la remodelación de la cúpula de la Conselleria de Salud.

Una remodelación que tanto la oposición como los alcaldes metropolitanos llevaban reclamando desde que el anterior secretario general de Salud, Joan Guix, anunció que dejaba el cargo el 29 de mayo. Casi dos meses sin cubrir la figura fundamental para gestionar la crisis sanitaria que han desgastado enormemente a Vergés, pero también al conjunto del Govern.

Plan de reactivación

De poco le ha servido a Torra la firma del Plan para la reactivación económica con sindicatos y patronales. Un documento que los dirigentes sindicales reconocieron firmar con la nariz tapada por la falta de concreciones, más allá de la cifra mágica de los 31.000 millones de euros prometidos por Torra para esas políticas de reactivación económica y social. Fondos que inmediatamente reclamaría al Gobierno, sin mostrar ninguna intención de hacer recortes en sus propios presupuestos.

Ni sindicatos ni patronales confían demasiado en que ese proyecto sirva para corregir el la lenta pérdida de impulso de la económica catalana, que por segundo año consecutivo se ha visto superada por la Comunidad de Madrid. Ha sido el tercer aldabonazo de la semana: los datos del INE sobre PIB y crecimiento económico del ejercicio 2019.

Madrid supera a Cataluña como motor económico español: se confirma en 2019 el cambio de liderazgo. Madrid alcanzó un PIB casi 3.000 millones más alto que Cataluña en 2019. Cataluña genera el 19% del PIB español, por un 19,3% de Madrid, que ha subido una decima respecto al ejercicio anterior, mientras Cataluña se mantenía estancada. Un estancamiento que suena incluso bien con los datos de caída del PIB del primer semestre presentados por el INE el viernes para el conjunto de España.