El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha volcado toda la responsabilidad para frenar la expansión de la pandemia en las comunidades autónomas, a las que ha pedido una "respuesta más intensa" ante la "preocupante" evolución del coronavirus en España. De este modo, ha obviado las peticiones de los líderes regionales -que vienen pidiendo desde hace días que sea el Ejecutivo el que dibuje una estrategia común para hacer frente a la segunda ola del Covid-19- y ha ofrecido la posibilidad de que sean los presidentes autonómicos quienes puedan declarar el estado de alarma dentro de su territorio si así lo estiman oportuno para controlar el avance del virus, según ha anunciado en rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa.

El jefe del Ejecutivo ha aclarado que a partir de este momento las comunidades autónomas "tienen a su disposición" la implantación del estado de alarma en todo o en parte de sus territorios, y ha anunciado que el Gobierno al completo está de acuerdo en "apoyar la solicitud que se plantee por el presidente o presidenta que así lo solicitara", una petición "fundada en razones sanitarias" porque el avance del coronavirus en España "no es homogéneo", ha justificado.

En su primera declaración institucional tras el parón estival, Pedro Sánchez ha reconocido que el avance del virus en España obliga a estar "en alerta" a tenor de los últimos datos reportados por el Ministerio de Sanidad y, aunque "estamos lejos de la situación de marzo" ha pedido una mayor movilización a las autonomías, sobre las que están delegadas las competencias sanitarias, para lo que contarán con el apoyo "absoluto" del Gobierno de España.

Para ello, más allá del "apoyo parlamentario" a la solicitud de un estado de alarma localizado, Sánchez ha puesto a disposición de los diferentes territorios un total de 2.000 militares para labores de rastreo, dedicados, ha dicho, a aquellas comunidades autónomas con menor capacidad y "sean del signo que sean", en una alusión velada a la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso, una de las regiones que ha reportado mayores problemas en la búsqueda de rastreadores de contagios.

Sánchez ha defendido que para "doblegar la curva" de nuevo es necesaria la "unidad institucional" y "desterrar la pelea política" de todas las fuerzas políticas, para lo que ha citado también a todos los líderes políticos a una reunión a partir de la próxima semana para definir estrategias comunes. Tal y como han venido denunciando desde el PP, Sánchez lleva sin llamar al líder de la oposición, Pablo Casado, desde el pasado 4 de mayo.

En esta línea, todo parece indicar que el líder del Ejecutivo utilizará estos "encuentros" para pedir el apoyo de las diferentes fuerzas a unos Presupuestos Generales del Estado "de país", como única vía para reactivar la economía tras el golpe que ha dejado la pandemia. Preguntado sobre la posibilidad de que convoque en el corto plazo la mesa bilateral que pide el independentismo catalán como condición sine qua non para apoyar las cuentas, Sánchez ha apostado por la legislatura del "diálogo", aunque ha evitado precisar una fecha aproximada para su celebración.

El jefe del Ejecutivo ha pedido además la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ); el Tribunal Constitucional (TC); el Consejo de RTVE o el Defensor del Pueblo y ha justificado esta petición en la necesidad de tener unas "instituciones robustas" en un momento de "emergencia económica, social y sanitaria".

"Hemos trabajado con anticipación" en la 'vuelta al cole'

En rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros en que entre otras materias se ha atajado la problemática de la apertura de las aulas, Sánchez ha defendido que la vuelta al cole debe celebrarse "con normalidad" y que "las puertas de los colegios deben abrirse", aunque ha evitado explicar las líneas maestras del plan de la ministra de Educación, Isabel Celaá, para evitar contagios y garantizar la salud tanto de alumnos como de profesores.

El presidente ha defendido que el Gobierno ha "trabajado con anticipación" y, una vez más, ha recordado que las competencias también en materia educativa están "en manos de las comunidades autónomas" y, por tanto, "son ellas las que tienen que gestionarlo".

Pese a la inminencia del arranque del curso escolar, Sánchez ha retrasado la celebración de la Conferencia de Presidentes para tratar este y otros asuntos al mes de septiembre, justificando que el Gobierno ya va a celebrar una Conferencia Sectorial entre los ministerios de Educación y Sanidad y los consejeros territoriales del ramo, cuando resta tan sólo una semana de la apertura de las aulas. Se entiende esta reunión en Moncloa como un refuerzo más de la fórmula de cogobernanza entre Ejecutivo y autonomías pese a que las competencias volvieron exclusivamentte a las comunidades autónomas tras la caída del estado de alarma.

"Total apoyo" a Iglesias

La rueda de prensa de Sánchez se ha producido en un momento especialmente convulso dentro del Gobierno de coalición, a cuenta de los múltiples desencuentros conocidos entre PSOE y Podemos y, especialmente, por la imputación de la formación de Pablo Iglesias y de la cúpula morada por la presunta existencia de una 'caja B' dentro del partido.

Al ser preguntado por la investigación que salpica a sus socios de coalición y al vicepresidente segundo del Gobierno, Sánchez ha decidido cerrar filas con Iglesias, al que ha querido expresar su "total apoyo" y "total confianza" ante las informaciones sobre la presunta financiación irregular de Podemos.