De los tres ceses -y posteriores nombramientos- decididos ayer por Quim Torra, la sustitución de Ángels Chacon por Ramón Tremosa ha sido sin duda el más discutido y temido por los afectados. La primera mujer responsable de la cartera de Empresa en un gobierno catalán abandona el cargo con el debe del lío sin resolver de la Ley de cámaras de comercio y el haber de la constitución -apenas un día antes de su cese- de la mesa de negociación de la salida de Nissan.

Este será el principal reto que asuma Tremosa en los próximos meses, y de su éxito depende la "reindustrialización" de unas plantas que afectan a 22.000 trabajadores entre empleo directo e indirecto. Pero el paso de Tremosa por el Parlamento Europeo, denunciando lances futbolísticos o confundiendo la gestión de la propia Generalitat, y sus sonadas mentiras en redes sociales, no llevan a los sindicatos a albergar demasiadas esperanzas.

Tremosa fue, eso sí, el principal apoyo de Carles Puigdemont a su llegada a Bruselas. El ex president fugado contó con el apoyo entusiasta del eurodiputado y, sobre todo, del asesor del PDeCat en Bruselas, Aleix Sarri, uno de sus principales apoyos en los primeros meses. Pero como eurodiputado no contaba, siquiera, con las simpatías de quienes son sus supuestos aliados en ERC. Así, Raül Romeva criticaba abiertamente -como eurodiputado, entonces bajo las siglas de ICV- la proximidad de Tremosa a la extrema derecha flamenca de Vlaams Belang. Esa que después también prestaría apoyo a Puigdemont.

Extrema derecha flamenca

Romeva alertó contra las "malas compañías" del entonces convergente después de que Tremosa apuntara en un artículo de opinión los riesgos de conceder el derecho de voto a la “nueva ciudadanía catalana”. Aunque la intervención más sonada del eurodiputado no tiene que ver con la inmigración, sino con el Barça. Un envite en el que sí contó con el apoyo de Romeva.

Tremosa y Romeva presentaron conjuntamente una pregunta parlamentaria para denunciar el pisotón del jugador del Real Madrid Pepe a Leo Messi en los cuartos de final de la Copa del Rey de 2012. Los eurodiputados catalanes preguntaron al Ejecutivo comunitario si "cree que estos hechos tan graves vistos por millones de personas, incluidos niños, tienen que quedar impunes". "¿Está satisfecha la CE al saber que nadie del Comité de Competición se ocupará de este caso de violencia en el deporte?", preguntaron el convergente y el ecosocialista.

Su formación académica y económica -es ex profesor universitario- no impidió que volviera a "patinar" a principios de 2017, al salir en defensa de la "economía colaborativa". Para ello, el eurodiputado denuncio de nuevo al Gobierno español en la Eurocámara, esta vez acusándolo de "prácticas anticompetitivas" por vetar el acceso de Uber y Cabify al mercado español impidiendo que se instalara su app. Tremosa preguntó qué se haría en Bruselas para defender "servicios cubiertos por la legislación de mercado único" o la agenda europea para la economía colaborativa, citando dos casos: Uber y Cabify.

Pero lo cierto es que había sido el gobierno catalán integrado por Convergencia y ERC el que había llevado a Cabify a los tribunales, en defensa del sector del taxi. Un dato que Tremosa obvió en su pregunta parlamentaria.

Profeta de las fake news

De hecho, quienes han seguido su historial en las redes sociales en paralelo a su paso por Bruselas no dudan en señalar a Tremosa como un auténtico profeta de las fake news, o la posverdad, en favor del proceso independentista. Su hiperactividad twittera le ha llevado a falsear una portada de la revista Time dedicada a la rebelión en Hong Kong o a exhibir como apoyo al independentismo un selfie con el ex ministro belga Elio di Ruppo, quien le exigió una rectificación pública negando cualquier apoyo al proceso independentista.

En 2017 utilizó las imágenes de hinchas del Athletic de Bilbao para simular una manifestación de rechazo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Antes había repartido informes vinculando al eurodiputado de Cs Javier Nart con el terrorismo. El objetivo: impedir la entrada de los naranjas en el grupo ALDE, cosa que no consiguió. El partido de Albert Rivera entró en el Grupo Liberal europeo y expulsó a Tremosa, único representante entonces del PDeCat.

También la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha sido víctima de sus fake news, cuando la crisis de la seguridad en el aeropuerto de El Prat llevó a miles de turistas a soportar largas colas para acceder a sus vuelos. Tremosa señaló entonces a Colau, inventándose su participación en un inexistente consejo de administración. "Hay que ser ruin, o estar muy desesperado, para que un diputado mienta de esta manera", le respondió Colau.