No ha sido una semana fácil para Isabel Díaz Ayuso. En tan sólo siete días, ha enfrentado su enésima crisis al frente del Gobierno de la Comunidad de Madrid; se la ha señalado por el caos informativo en torno al controvertido -y prematuro- anuncio que hizo su viceconsejero de Sanidad sobre los "confiacosonamientos selectivos"; y ha ejecutado las restricciones más austeras en la Comunidad de Madrid desde el fin del estado de alarma para tratar de revertir la "gravísima" situación del Covid-19 en algunas zonas de la región, con medidas que han entrado en vigor este mismo lunes.

El desgaste político de la lideresa por las múltiples polémicas que la han acompañado a lo largo de todo su mandato y el señalamiento público por una actuación "negligente", a juicio de amplias esferas políticas y sociales, en esta segunda oleada de la pandemia se ha convertido ya en un lastre para la dirección de su partido. Es cierto que no todos en la cúpula del PP comparten el criterio de que en Madrid "se ha hecho todo bien" como se defiende de puertas para afuera porque "no ha sido así", según relatan desde la directiva popular. Critican, de hecho, "falta de concreción" e, incluso, "tardanza" a la hora de tomar ciertas decisiones desde Sol para frenar el impacto del virus. Pero hay un argumento en el que coincide todo el núcleo duro del partido: que "no se la va a dejar caer".

Madrid es el mayor bastión del poder territorial del PP, y Casado tratará de evitar a toda costa que "la campaña de acoso y derribo" del PSOE contra la presidenta regional o las críticas por la gestión de Ayuso durante la pandemia manchen su joya de la corona. Tampoco puede permitirse Casado más crisis internas después del tenso episodio con Cayetana Álvarez de Toledo, ni añadir más presión mediática a la ya de por sí complicada situación por la que atraviesa el PP tras la imputación del ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en la investigación sobre el 'caso Kitchen'.

A pesar de la larga lista de polémicas y su más que cuestionada actuación durante la pandemia, Génova blinda la continuidad de Isabel Díaz Ayuso y defenderá su gestión frente a los ataques "sin ningún tipo de piedad" del PSOE. Y basará su estrategia precisamente en censurar la "cobardía y deslealtad" de Sánchez por poner el foco "sin motivo" en la Comunidad de Madrid y evitar mirarse al espejo con la gestión del presidente del Gobierno ante la crisis, que está "a la cola de todo el mundo", según denunció públicamente Pablo Casado el pasado viernes.

"La postura de la dirección es de confianza absoluta a Isabel", circunscribe un dirigente de la formación conservadora, en consonancia con lo que sostiene el entorno del presidente, Pablo Casado. "Ella es la que vive la situación más convulsa de todos los barones autonómicos", comenta otra fuente de la dirección. "Hacer frente a una situación de esta características conlleva críticas. Se pueden cuestionar algunas decisiones, pero no su liderazgo", asegura.

La responsabilidad, del Ministerio de Sanidad

No fue hasta el mes de junio cuando las comunidades autónomas recuperaron todas las competencias que durante casi tres meses estuvieron controladas por el Estado. Sobre todo durante la recta final del estado de alarma, varios líderes autonómicos, entre ellos la presidenta de la Comunidad de Madrid, reclamaron al jefe del Ejecutivo poner fin al mando único del Gobierno. Ayuso en concreto llegó a acusarle de "imponer una suerte de dictadura".

Ahora, cuando la segunda oleada de la pandemia vuelve a castigar a Madrid con el 30% de los nuevos contagios diarios del conjunto nacional y con el empeoramiento de la presión asistencial -se plantea incluso la reapertura del hospital de campaña de Ifema- la estrategia del líder de la oposición para evitar el desgaste de la presidenta madrileña es apuntar directamente a Sánchez, y en concreto al Ministerio de Sanidad, por no ejercer "el mando único" que "según la legislación vigente" corresponde al departamento que dirige Salvador Illa en caso de pandemia.

El pasado viernes, Pablo Casado arropaba públicamente a la portavoz con esta misma estrategia: la de responsabilizar exclusivamente al Gobierno de los malos datos epidemiológicos de la región. "Las pandemias y epidemias son responsabilidad exclusiva de los Gobiernos estatales, por mucho que PSOE y Podemos pretenda derivar su negligencia a las comunidades autónomas", sostuvo.

Este lunes, Pedro Sánchez acude a la Puerta del Sol de Madrid para mantener un encuentro con Isabel Díaz Ayuso con el objeto de "aunar fuerzas" de ambas administraciones en la lucha contra el Covid. Responde así el jefe del Ejecutivo a la petición que la líder regional hizo hace semanas, pero advierte la presidenta que, frente a lo que se pueda vender desde filas socialistas, "Sánchez no viene a tutelar" a la Comunidad de Madrid, sino únicamente a "colaborar" en su recuperación.