Política

Operación Kitchen

Bárcenas llevaba "inhibidores en la chaqueta" para que no le grabaran, según su chófer

El confidente Sergio Ríos, captado por Villarejo para recuperar información comprometedora para el PP en manos de su extesorero, trasladó al comisario la obsesión de su jefe porque "nadie le grabara" ni controlara sus movimientos

Luis Bárcenas, ex tesorero y ex senador del PP, dirigiéndose a la Audiencia Nacional.

Luis Bárcenas, ex tesorero y ex senador del PP, dirigiéndose a la sede de la Audiencia Nacional. EP

El ex tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas extremó las precauciones antes de que la Justicia le investigara y una vez estalló el caso Gürtel para evitar que nadie rastreara sus conversaciones telefónicas ni sus movimientos.

Hasta tal punto que habría pedido a su chófer que instalara inhibidores en el coche en el que le llevaba a los sitios y también "en la chaqueta y el maletín" cuando bajaba de su casa a la calle. "Y en la cazadora, que los de La Sexta siempre lo decían, cuando bajaba con la chaqueta llevaba el inhibidor puesto. Por eso muchas veces cuando le preguntaban no escuchaban porque no les funcionaban los micros. Decían, 'qué cabrones sois, tenéis un inhibidor en el coche' porque no les funcionaba ningún micro. Y es que él llevaba uno en la chaqueta", contó el conductor Sergio Ríos Esgueva al comisario en prisión preventiva José Manuel Villarejo.

Es uno de los detalles que trasciende de la investigación de la Audiencia Nacional alrededor del operativo Kitchen que el Ministerio del Interior durante el Gobierno de Rajoy presuntamente habría desplegado -al margen de la ley y con la colaboración de un equipo "parapolicial" en el que participaron miembros de la cúpula de la Policía Nacional y el comisario Villarejo- para recuperar documentos y grabaciones en manos del extesorero del Partido Popular que podían poner en apuros a altos cargos de la formación, principalmente a su presidente.

Según contó Sergio Ríos Esgueva (el chófer de la familia Bárcenas al que el operativo contrató a cambio de 2.000 euros al mes con cargo a fondos reservados y una plaza en la Policía para recuperar la información en manos de su jefe), "él sí grababa, pero claro, no quería que nadie más le grabara". "Era muy meticuloso, matemático", definió.

Así se lo transmitió a Villarejo en una de las conversaciones grabadas por el comisario sin su consentimiento y que los agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía encontraron en su domicilio. Éste insistió una y otra vez al chófer en que tenían que encontrar la grabación que supuestamente guardaba Bárcenas de una reunión que mantuvo con Rajoy y la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en la sede del partido de la madrileña calle Génova.

En dicho encuentro se habría hablado, según trasladó también el chófer del ex tesorero a Villarejo, de las condiciones de su salida de la formación tras estallar el caso Gürtel. "Hay que darle al tarro para encontrarlo", dijo Villarejo a Ríos Esgueva, aunque el Gobierno no habría llegado nunca a recuperar de manos de los agentes que participaron en el dispositivo Kitchen la grabación que tanto le preocupaba, según fuentes del caso consultadas por El Independiente.

"Se subía en el coche y decía: 'Pon modo avión'"

En una de las conversaciones en las que Villarejo insistió a Ríos Esgueva para recuperar mensajes de teléfonos móviles de Bárcenas y las mencionadas grabaciones, el chófer le trasladó los cuidados de su jefe para evitar ser captado por grabadoras: "En el maletín, en el maletín, que siempre sale en todas las imágenes, ahí llevaba un inhibidor, que lo tengo yo en casa. Era súper disciplinado para eso". "En el gimnasio siempre llevaba un pendrive, a las reuniones siempre llevaba pendrive, además me fijaba yo cuando hablaba con Trallero (primer abogado de Bárcenas) y todos estos, si metía un pendrive en el ordenador le quitaba Internet, o sea, era un tío muy cuidadoso", afirmó Ríos Esgueva con detalle al agente encubierto.

Villarejo le pidió detalles sobre el tipo de teléfonos móviles utilizados tanto por el extesorero popular como por su esposa Rosalía Iglesias, a la que el dispositivo "parapolicial" también hizo seguimientos, y el chófer siguió describiendo los métodos de su jefe para esquivar cualquier espionaje:

Sergio Ríos.-La foto que te hice...

Villarejo.-Sí, ¿la foto aquella del teléfono?

S.R.-Eran todos iguales, era un Samsung.

V.-Samsung.

S.R.-Chiquitillo, de veinte euros. ¿Te acuerdas que te lo dije? Todos valen veinte euros.

V.-No, no, sí, sí...

S.R.-Y esos no tienen Internet.

V.-No tienen Internet...

S.R.-Claro, lo escogió por eso, porque este hombre cuando se subía en el coche me decía: 'Apaga el modo avión, pon el teléfono en modo avión, tal...'. El tío era muy, era muy...

V.-Sí, sí. En modo avión para evitar...

S.R.-Que no tuviera Internet.

V.-Que no tuviera Internet.

S.R.-Claro, no te posiciona. Bueno, te posiciona sólo si te llaman.

V.-Ya, ya, ya... Bueno es... por eso te digo que yo...

S.R.-Claro, yo alucinaba, yo alucinaba antes, claro. Ahora ya digo, no es que claro, él iba con la...con la pluma, y claro, estaba preparado para la guerra.

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