El gigante streaming se ha caído de un pedestal. La noticia más comentada de este miércoles 20 de abril que daba los buenos días era la pérdida de Netflix de 200.000 suscriptores en el primer trimestre de 2022, situando la cifra total de acompañantes de la plataforma en 221,6 millones. Pero además, las malas noticias nunca vienen solas, y es que tras anunciar su caída, Netflix se desplomaba en bolsa un 37%. Sin duda, un miércoles negro para la productora estadounidense. A sus datos les acompañaban un par de planes de urgencia que habría iniciado Netflix. El primero, la publicidad y el segundo, poner fin al chollo de compartir cuentas de forma ilimitada.

No es la primera vez que la compañía sufre una caída de tal calibre. En 2011 fue la primera, perdiendo 800.000 suscriptores debido a la decisión de escindir sus servicios de suscripción de DVD y streaming. Tras varios años de crecimiento progresivo en 2019 Netflix volvió a decaer, perdiendo 130.000 suscriptores en EE.UU, a causa de la subida de precio de sus tarifas en un trimestre donde no primaban los estrenos ni las novedades. Si bien, esta caída ha derivado de múltiples factores. Elena Neira, Licenciada en Derecho y Comunicación Audiovisual, especializada en nuevos modelos de distribución audiovisual y autora del libro Streaming Wars: la nueva televisión cuenta para este periódico que lo que está sufriendo la plataforma es la pérdida de Netflix de 700.000 suscriptores en Rusia. Sumado a una “estimación de apalancamiento de la expansión en los territorios de Europa del este”, dada la situación de conflicto bélico por la invasión de Rusia a Ucrania. Pero hay otros porqués de que Netflix esté en estos momentos en caída picada, buscando planes para reactivas el deseo de los espectadores por volver a visitar su contenido.

A Netflix la pandemia le favoreció. El confinamiento cocinó a fuego alto los 200 millones de suscriptores que alcanzó, reforzando la marca en los hogares y elevando -aunque a corto plazo- las expectativas. Pero pronto llegarían los quebraderos de cabeza para la compañía, de la mano de productoras similares a lo que ellos ofrecían.

La competencia de Netflix y posterior subida de precios

Quizá sea el motivo más obvio. Pero, tal y como explica Neira para El Independiente, se trata más bien de la calidad del producto y no de las plataformas. Netflix empezó con un valioso catálogo, lleno de novedades y de producciones que no dejaban indiferente a sus suscriptores. Pero la avalancha de esas plataformas ha hecho que parte de esas ofertas vuelvan a manos de sus propietarios. El claro ejemplo está en Harry Potter, disponible ahora en HBO Max o de El Rey León, propiedad de Disney +. Pero hablando en términos actuales, Netflix no ha apostado por grandes producciones y eso le ha llevado a la cola. "También ha tenido mucho que ver la presión de la competencia y el hecho de que no hayan tenido grandes estrenos en este periodo (salvo El proyecto Adam y The Bridgerton, que se estrenó al final del trimestre)", cuenta Elena.

El sentirse pequeño ha hecho que Netflix vaya subiendo sus tarifas -hasta un 50%-. Una idea que ha resultado siendo la peor de las estrategias, ya que la ‘carne fresca’ incentiva las altas con múltiples ofertas con paquetes especiales y jugosos descuentos, por estar en etapa de captación comercial, y por la que Netflix ya pasó hace mucho tiempo. Un hecho que el consumidor no percibe, asistiendo a los servicios más económicos.

Sin embargo, aún no ha sucedido que las plataformas de su competencia le superen, por mucho que Disney+ y HBO Max le pisen los pies.

Bienvenida a la publicidad

Después del pesimista balance de las plataformas, Netflix ha tenido que calmar las aguas inversoras con algunas soluciones. Las consecuencias de esta caída no se han hecho esperar y el cofundador de la compañía, Reed Hastings, ya ha abierto la puerta a un modelo de suscripción mucho más barato que cualquiera de los actuales pero con una novedad: la publicidad. Netflix incluirá anuncios entre los contenidos, al igual que lo ofrecen ya HBO Max, Hulu, Peacock, Paramount+ y Disney+ en EE.UU. Breves pausas publicitarias que completarán las películas y series.

A esto lo ha llamado 'versión AVOD' (suscripción más barata con publicidad). Un método que ha logrado regenerar un negocio de manera próspera en el ámbito de la suscripción. La fórmula permite, además de reducir la carga económica del suscriptor, ampliar la fuente de sus ingresos. Algo que no estaba entre los planes de Netflix por creer que no le daría su ventaja competitiva, que era no tener anuncios.

Aunque esto no se dará de inmediato. Se preve que la implantación, que será por etapas, puede alargarse hasta 2 años.

¿El fin de las cuentas compartidas?

Otro de los vendabales que ha sufrido Netflix ha sido el aumento de las cuentas compartidas. Según la carta a los inversores y los datos que aporta Neira en su artículo del Business Insider, se estima que más de 100 millones de usuarios están contraviniendo las condiciones del servicio debido a esas cuentas compartidas. Esto, sumado a la presión de la competencia, afecta no solo a sus beneficios económicos sino también a su crecimiento. Otra de las medidas que combatirá a medio plazo.

En la nota de términos y condiciones que aceptas con un click y sin leerla se refleja claramente que se puede compartir cuenta siempre y cuando sea entre personas que formen parte de la misma unidad familiar. Por lo que, legalmente, Netflix puede impedir que se compartan cuentas. Aunque esto no será algo total.

Asimismo, una vez lo realice, la plataforma ganaría más clientes de pago a raíz de esos que no pagan. Y los que pierde, no lo hace realmente, ya que no pagaban su cuenta.

La última carta que jugará Netflix promete ser los contenidos y servicios que ofertan e impulsar el desarrollo de producto y la excelencia creativa.