Cultura

Trampantojo o cómo dejarse engañar por el arte en el Thyssen

Bodegón con Flores. Vista de un puerto con marco de guirnaldas, 1713. Kuntsmuseum, Basel

«Todo lo que engaña seduce». Y precisamente en las palabras de Platón, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza seduce al espectador encantado con dejarse engañar por las ilusiones pictóricas más audaces de Hiperrreal. El arte del trampantojo, la exposición que se inaugura este miércoles en la pinacoteca madrileña como una revisión del género a través de más de 106 obras que ponen en evidencia los temas más representativos de la pintura de caballete.

«El trampantojo ha tenido una reputación de arte para bobos, sobre todo en el siglo XIX, era como un género para gente ingenua. Sin embargo, puede ser el género más filosófico porque es metapictórico», ha expresado el director artístico, Guillermo Solana, durante la presentación de la muestra, que dice, «reflexiona sobre la ficcionalidad de la pintura, los límites que se separan las fronteras de la representación y la realidad». En este sentido, Solana ha asegurado que en la exposición «hay una cierta impresión inicial de caos, pero no hay que dejarse engañar tan fácilmente» y la ha definido como «un caosmos, una mezcla de caos y orden», explica.

Comisariada por la jefa de conservación de la pintura antigua del Museo Thyssen, Mar Borobia, Hiperreal. El arte del trampantojo, revisa siete siglos de ilusiones ópticas, desde los maestros antiguos a los grafitis más actuales, o de las increíbles figuras humanas de Giuseppe Arcimboldo al puzzle de imágenes en tres dimensiones de Isidro Blasco: «Esta exposición es el resultado de la búsqueda de un tema. Cuando planteamos la exposición, buscábamos un tema que fuera atractivo -por supuesto que tuviera razón con la colección- y sobre todo que pudiera enlazar con una serie de tendencias actuales. El trampantojo nos ha permitido reunir siete siglos de historia del arte con un planteamiento transversal».

  • Compartir
  • Compartir

Dividida en nueve sales, la primera, Puesta en escena, está dedicada al bodegón y la naturaleza muerta, "el género por excelencia del trampantojo", subraya Borobia. Aquí se puede observar obras como Bodegón con uvas y un pájaro (1510) de Antonio Leonelli, Bodegón con cuatro racimos de uvas (1636) de Juan Fernández o Naturaleza muerta con pájaro (1795) de Jean Démontreuil.

El recorrido continúa con Figuras, encuadres y límites, una sala sobre el engaño a través del marco pintado que recoge cuadros como Retrato de un hombre con una sortija (1477) de Francesco del Cossa o Retrato de un hombre (1500) de Raffaellino del Garbo, que conduce a la tercera sala; Huecos para curiosos, en donde se observan representaciones de hornacinas, ventanas o armarios. Le sigue Muros fingidos: tablones y paredes, convertidos en escenarios para exhibir objetivos que muestran la pericia del pintor, y muestra cuadros como Documentos de la tesorería del Ayuntamiento de Ámsterdam (1656) de Cornelis Brisé o Naturaleza muerta con pertrechos de caza (1665) de Johannes Leemans.

  • Compartir
  • Compartir
  • Compartir

Posteriormente, se encuentran las salas Desorden perfecto, Llamada a los sentidos y Renovación americana y su estela, con obras de artistas como Samuel Van Hoogstraten, Pierre Gilou, Daniel Seghers o José Pérez Ruano: "En la sala Renovación americana y su estela se produce un cambio de ritmo en la exposición, a partir de este momento empieza a tomar relieve la pintura moderna y la pintura moderna pasa a segundo plano", ha explicado Borobia.

Trampantojo moderno, es la octava sala y contiene piezas que muestran la habilidad y la imaginación de sus autores para sorprender, con especial atención a los siglos XX y XXI. Se encuentran obras de Salvador Dalí, César Galicia, Manuel Franquelo o Antonio López. Y finalmente, la muestra concluye con una obra del escultor Isidro Blasco, Tren elevado en Brooklyn (2022). Según ha señalado Borobia, la obra "tiene el poder evocador" para trasladar al público a una calle de Nueva York: "Isidro trabajó en ella durante dos años, elaboró bastantes maquetas. Le pedimos que tuviera una conexión con el mundo de los grafitis, el mundo que se desarrolla en la calles, y al final ha hecho un puzzle, donde todo encaja perfectamente, de cerca de 200 piezas".

Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete aquí

Te puede interesar