Cultura

'75 días', las "lagunas" del crimen de Alcàsser que contradicen la versión oficial

75 días, película niñas de Alcasser

Carmen Vivas

75 días fueron los que transcurrieron desde que desaparecieron las niñas, el 13 de noviembre de 1992, hasta que sus cuerpos fueron encontrados por dos apicultores, el 27 de enero de 1993, en el que se conoce como uno de los sucesos más controvertidos de la historia reciente de España: el triple crimen de Alcàsser. Y no trata de él la ópera prima de Marc Romero (Badajoz, 1977), 75 días, pero sí alude a su tiempo, y contradice hechos de la versión oficial, recalca el productor y director de cine en palabras para El Independiente.

"No trato de explicar la historia de las niñas de Alcàsser, sino el caso Alcàsser y sus lagunas, siempre desde la investigación y una ficción que intenta dar respuesta al por qué se tomaron decisiones que perjudicaron a los padres de esas niñas, o a la incompetencia que superó con creces lo que uno debía esperar de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Hasta la máxima autoridad del país, el Consejo General del Poder Judicial, expresó su descontento en un informe. ¿Cómo pudieron tardar 7 días en preguntar a la última persona que las vio sin vida, a la mejor amiga de esas niñas? Por ejemplo. Cuando hablaron con ella, la menor contó que una vez haciendo autostop, un coche que no era del pueblo insistió en llevarlas a la discoteca Colors. En ese momento apareció el coche de un familiar de ellas y el vehículo se marchó. Ese hecho no tuvo relevancia hasta después de que las tres niñas desaparecieran. Y todo esto aparece en la película. Las investigaciones fueron un desastre. ¿Por qué los vídeos de las autopsias están cortados?".

En este sentido, Marc Romero habla también del intento de secuestro que sufrió una de las niñas justo cuando bajaba a tirar la basura, y hace un paralelismo con otro suceso anterior, conocido como el caso Macastre: "Alguien escondido en un rellano la agredió e intentó llevársela, pero la niña consiguió quitárselo de encima y empezó a gritar. Cuando empecé a indagar sobre la película me pareció extraño que eso no se hubiera tomado en cuenta, porque es muy significativo que te intenten secuestrar y que a los dos meses te asesinen. ¿Y qué me dices del caso Macastre, en el que tres adolescentes fueron asesinados tres años antes en un suceso todavía sin resolver? No se investigó".

Lejos de su mente está hurgar en la herida, pero la película, que llegó a los cines el pasado 22 de abril, tras su paso por los festivales de Alicante y Málaga, pretende abordar y trasladar al espectador "el suspense de las investigaciones por el crimen de las niñas de Alcàsser desde una nueva perspectiva alejada de la polémica que rodeó su difusión en los años 90. La gente se cree dueña del caso". Así, lo hace sin usar los nombres de las menores ni de sus familiares, aunque sí el de Miguel Ricart, único condenado por el macabro asesinato y a quien Romero llegó a entrevistar tras salir de la cárcel, y el de Antonio Anglés, en paradero desconocido y todavía buscado por la Interpol: "Todo lo que hemos oído hasta el momento está en un sumario al que todo el mundo tiene acceso, y contrastando esa información con lo nuevo te das cuenta de que la historia está incompleta y que tiene lagunas. Realmente los hechos no son al 100% como se cuentan. Lo que sí está claro, y así lo recoge la sentencia, es que Miguel Ricart, y Antonio Anglés fueron los autores materiales de la muerte de Miriam, Toñi y Desiré. Pero hubo más gente. La sentencia dice que Ricart y Anglés actuaron en compañía de otros. ¿Quiénes son esos otros?", se pregunta el director.

"Tuve la oportunidad de entrevistarlo tras salir de la cárcel. Tenía la mirada perdida, me pareció un mentiroso compulsivo, un auténtico delincuente. Afirmaba que hasta el momento se había limitado a reproducir lo que la Guardia Civil había redactado, pero es imposible que supiera cosas sobre cómo estaban enterradas las niñas o detalles de la autopsia que, cuando él declaró, todavía no se conocían".

Sobre Anglés llama poderosamente la atención de la película el capítulo en que se trata abiertamente su homosexualidad y la violencia con la que se dirigía hasta a su propia familia. "Cuando comenzamos a indagar nos dimos cuenta de que no encontrábamos a ninguna novia, pero sí a varios novios del joven. Pagaba 500 pesetas a su hermano para que le masturbara", afirma. Asimismo, sobre su paradero, Marc Romero reniega de que "lo del barco es una pamplina porque Antonio realmente no ha salido de España. Él se entera de que le quieren detener cuando ve su cara en la televisión, en una cafetería. A partir de ahí, la película traza el verdadero recorrido de Antonio Anglés, desde que secuestra a un señor para que lo lleve a Cuenca y hasta que se le pierde el rastro, allí mismo. Nadie puede asegurar que subiera a ese barco, no hay pruebas".

75 días es el resultado de diez años de trabajo y una inquietud personal que el de Badajoz debe, en parte, a su hermano, psicólogo forense y criminólogo del caso Alcàsser y la cárcel de Picassent: "Cuando las niñas desaparecieron, yo tenía la misma edad que ellas y viví el caso desde la adolescencia. Me marcó. Eso, sumado a todo lo que mi hermano me contaba sobre su profesión, me llevaron a rodar esta película", que dice, para quienes la prejuzgan, "no hace tanto daño como las diligencias de la justicia 30 años después".

Y es que aunque la condena sobre Anglés y Ricart fue firme, el Jugado de Instrucción número 6 de Alzira reabrió la investigación después de que en 2019 un senderista hallara unas falanges en la finca «La Romana» que resultaron ser de las chicas. En octubre de 2021 también ordenó a la Guardia Civil analizar los pelos y otras evidencias que se habían encontrado en los cadáveres de las fallecidas.

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