Tiene más de 4.500 años y sigue guardándose secretos. La Gran Pirámide de Keops, la última de las siete maravillas del mundo antiguo en pie, ha desvelado este jueves uno de sus enigmas. Una misión que lleva años escudriñando su interior a partir de escáneres y endoscopios ha hallado un pasadizo oculto de nueve metros de largo situado tras la entrada principal al monumento que domina la necrópolis real de Giza. Una lluvia de rayos cósmicos y un endoscopio médico provisto de una cámara de alta resolución han obrado el milagro.

“La tecnología ha revelado un gran secreto”, ha anunciado el ex minitro de Antigüedades Zahi Hawas en una rueda de prensa celebrada a primera hora de este jueves a los pies de la Gran Pirámide. “Se trata de un tunel oculto de nueve metros de largo y una amplitud de 2,30 de ancho justo detrás de la principal entrada a la Gran Pirámide”, ha detallado Hawass. Ayer mismo, en conversación con El Independiente, trataba de guardar un embargo que podría conducir a nuevos descubrimientos y que considera "el hallazgo del siglo".

"El hallazgo del siglo"

"Este increíble descubrimiento promete desvelar los secretos de la Gran Pirámide como nunca antes", ha vaticinado Hawass con su habitual grandilocuencia. "Es el mayor misterio de todos los tiempos. Durante más de 4.500 años, el mundo ha intentado desvelar los secretos de la estructura más enigmática del mundo", ha agregado, confiado en poder ahora arrojar luz sobre un esqueleto sometido a "un milenio de exploraciones". "Cualquier cosa que se halle en la Gran Pirámide, ya sea una cavidad o una piedra, será formidable. Es un túnel que puede estar escondiendo o protegiendo algo. Puede aportar algo interesante y nuevo, la evidencia de que el enterramiento de Keops aún existe. Es lo que creo y en el plazo de unos meses podremos decir si estamos en lo cierto".

Imagen del pasillo oculto hasta ahora y detectado por un endoscopio de ScanPyramids

A juicio de Hawass, "la tecnología puede revelar muchos de los secretos de la mayor pirámide del Reino Antiguo de la que sabíamos poco porque el complejo que rodeaba a la pirámide fue destruido por completo". "Durante la cuarta dinastía, a la que pertenece Keops, se movieron más de seis millones de piedras. Es, además, la única de su tiempo que alberga dos cámaras funerarias".

Se trata, sin duda, uno de los resultados más prometedores de "Scan Pyramids", un proyecto lanzado en 2015 con la misión de estudiar por primera vez el interior del trío de pirámides que se mantienen en pie en la meseta de Giza, a unos kilómetros de El Cairo a través de métodos no invasivos, como la detección de muones (partículas de energía que penetran los objetos), la termografía infrarroja o la fotogrametría. Su lema era ya revelador: “Que un misterio tenga 4.500 años de antigüedad no significa que no pueda ser descifrado”.

Los resultados del estudio, publicados este jueves por la revista científica Nature, aseguran haber detectado inicialmente "estructura en forma de corredor detrás de la llamada zona Chevron en la cara norte de la pirámide, con una longitud de al menos 5 metros". Las mediciones posteriores con películas de emulsión nuclear y detectores gaseosos revelan "una estructura de unos 9 m de longitud con una sección transversal de unos 2 metros por 2 metros".

El corredor estaría situado en (1) en la zona en la que el equipo halló en 2017 un vacío en la estructura de la pirámide. Una hipótesis horizontal (sombreado rojo) y una hipótesis inclinada (sombreado verde).

Un pasillo horizontal o inclinado

El corredor, que podría ser horizontal o inclinado, está localizado precisamente en la zona de la pirámide en la que los expertos hallaron en 2015 las primeras anomalías, debido a que presentaban una temperatura superior al resto de la estructura. Dos años después, el equipo aseguró haber dado con la respuesta: el armazón del monumento alojaba una misteriosa cavidad de 30 metros de largo cuya función y forma precisa suscitó nuevos interrogantes.

“Estamos seguros de que hay un gran hueco encima de la gran galería. Es la primera estructura interna de importancia localizada en la Gran Pirámide desde el siglo XIX”, manifestó el egipcio Hani Helal, profesor de Ingeniería de la Universidad de El Cairo y uno de los artífices del proyecto.

Un descubrimiento firmado a partir de una radiografía de muones, una partícula elemental con una masa equivalente a la de 200 electrones y su misma carga eléctrica negativa que puede atravesar todo tipo de cuerpos sólidos modificando su velocidad y desvelando de tal modo sus entrañas. Los muones se producen cuando los rayos cósmicos colisionan con los núcleos de los átomos en la atmósfera superior.

Miembros del equipo de ScanPyramids observan el hallazgo.

Los detectores, desarrollados para su uso en los aceleradores de partículas, han servido en Japón para dibujar la estructura de los volcanes o inventariar los daños de un reactor nuclear en Fukushima. En Egipto fueron empleados por el Premio Nobel de Física Luis Álvarez, estadounidense de origen español, en la década de 1960 para tratar de esclarecer si existían cámaras ocultas en la vecina pirámide de Kefrén.

Los autores de la investigación inicial -un equipo multidisciplinar formado por expertos egipcios, franceses y nipones- optaron por la discreción entonces. “No sabemos si se trata de una cámara, un pasillo, una gran galería o cualquier otra cosa”, indicó Helal. Según los primeros datos proporcionados este jueves, el corredor hallado por el proyecto está inacabado y se construyó probablemente para aliviar el peso de la pirámide sobre la entrada principal, situada siete metros más abajo, o sobre otra cámara o espacio aún por descubrir.

Las pirámides de Giza

La estructura más imponente de la Antigüedad

La Gran Pirámide, la edificación más importante del Reino Antiguo, fue construida durante el reinado de Khufu (2550 aC a 2527 aC), segundo faraón de la IV Dinastía, a quien Herodoto llamó Keops. Toda una proeza arquitectónica de 149,98 metros de altura que fue la estructura más alta construida por la humanidad hasta la Torre Eiffel de París en 1889.

Edificada con bloques de caliza y granito, tenía hasta la fecha tres cámaras independientes: la primera, inconclusa, se halla horadada en la roca bajo la estructura; la segunda, de planta cuadrada y conocida como “cámara de la reina” está emplazada en el centro de la mole; y, más arriba, se ubica la tercera, la de mayores dimensiones y apodada como “cámara del rey”, que acoge un sarcófago tallado en la piedra y a la que se accede por un pasillo con techo en forma de falsa bóveda denominado la “gran galería”.

“Las pirámides están repletas de secretos. Científicamente no estamos satisfechos con lo que sabemos de ellas. Existen muchas teorías sobre, por ejemplo, como se construyeron pero son todo hipótesis”, reconocía en 2015 el entonces ministro de Antigüedades egipcio Mamduh el Damati en la rueda de prensa que presentó el proyecto, coordinado por la facultad de Ingeniería de la Universidad de El Cairo y el Instituto para la Preservación e Innovación en Patrimonio, con sede en París.

"Seguiremos trabajando e investigando, utilizando tecnología y métodos científicos avanzados que sean seguros para descubrir los secretos del antiguo Egipto", ha prometido Ahmed Issa, ministro de Turismo y Antigüedades del país árabe.