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Por qué el COI agotará hasta el último segundo antes de posponer Tokio 2020

La venta de la Villa Olímpica, el calendario y la logística, claves para que el COI retrase la decisión

Qué diferencia horaria hay entre Tokyo y Madrid

Tokio 2020 EFE/EPA/KIMIMASA MAYAMA

La presión sobre el Comité Olímpico Internacional se eleva cada día y parece únicamente una cuestión de tiempo que se tome "la" decisión: posponer los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 por la crisis del coronavirus. Pero decidir algo así no se puede hacer a la ligera. Hay tantas entidades involucradas en la organización de los Juegos, tanto dinero sobre la mesa, que el COI quiere agotar hasta el último suspiro antes de mandar la cita olímpica al 2021 o incluso al 2022.

Al contrario de otros eventos deportivos, posponer los Juegos es un reto tremendamente complicado

Thoams Bach, presidente del COI

"La decisión es complicadísima por la cantidad de partes interesadas, pero lo que está claro es que no se van a suspender. Tokio va a tener sus Juegos y eso nos tiene que llenar de alegría a todos", afirma a El Independiente Marisol Casado, miembro del COI.

Los teléfonos en la sede del COI en Lausana llevan semanas echando humo. Hay reuniones telemáticas diarias con comités nacionales, federaciones internacionales, atletas, patrocinadores, televisiones y, cómo no, con el Comité Organizador de Tokio 2020. Cuando muchos medios anunciaban el domingo por la tarde que la cancelación de la cita era un hecho, el COI anunció que se daba un plazo de cuatro semanas para decidir. "Ahora hay que sentarse y ver miles de acuerdos y de contratos que hay firmados. Y al final del todo tendrá que haber un acuerdo común entre las partes", explica Casado, que además es presidenta de la Unión Internacional de Triatlón.

A continuación, algunas de las razones por las que el COI y Tokio 2020 todavía no han tomado la decisión definitiva pese a la creciente presión internacional:

La evolución del coronavirus

La pandemia azota ya a todos los continentes y Europa y Estados Unidos están viviendo ahora sus peores días. Sin embargo, en Asia ya están viendo la luz al final del túnel y eso hace que el Comité Organizador pida tiempo a ver cómo evoluciona el asunto en las próximas semanas. "Aunque hay que ver todo esto con una visión global, no es lo mismo estar en plena crisis, como está Europa, que vislumbrar su final. En Asia la cosa se ve bastante cercana", cuenta Marisol Casado. "Nos dicen que el 1 de abril se van a abrir los colegios en Japón".

Pese a su cercanía con China, en Japón se han registrado poco más de 1.000 contagios y 46 muertes. No obstante, el peligro de los Juegos y la pandemia no hay que valorarlo únicamente por los casos locales: al fin y al cabo, la mayor cita deportiva mundial congrega a unos 11.000 atletas, miles de dirigentes y entrenadores, cientos de periodistas y más de un millón de aficionados. Los Juegos juntan en una ciudad a prácticamente todas las nacionalidades del mundo.

La logística, un rompecabezas

"Para una persona que no ha participado en la organización de un evento así es muy difícil saber la dimensión de la que hablamos", advierte Marisol Casado. "La gente no sabe hasta qué nivel se hacen acuerdos para llevar a cabo unos Juegos Olímpicos".

El presidente del COI, el alemán Thomas Bach, lo explicó el domingo en un comunicado: "Al contrario de otros eventos deportivos, posponer los Juegos es un reto tremendamente complicado. Hay varias sedes importantísimas que podrían no estar disponibles en el futuro. También es complicado de tratar el tema de las noches de hotel porque hay millones de reservas ya hechas. Y habría que cambiar el calendario de al menos 33 deportes olímpicos".

"Estos son solo algunos ejemplos de los muchos retos que tendríamos que afrontar. Por eso se necesita la cooperación y el compromiso de todos para ver los diferentes escenarios. Del comité organizador, de las autoridades japonesas, de las federaciones internacionales, de los comités olímpicos y de los inversores".

El problema de calendario

Actualmente se barajan tres escenarios en caso de que los Juegos no se celebren finalmente en las fechas previstas. Y cada una de esas tres opciones tiene muchos inconvenientes:

  • Septiembre-octubre de 2020: sería la fecha más cercana y reduciría enormemente las pérdidas que ocasionaría retrasarlo más tiempo. El principal problema es que todavía se desconoce cuándo se volverá la normalidad. Quizás este año todavía sea muy pronto para celebrar un evento de esta magnitud. Además el COI no puede arriesgarse a programar una nueva fecha y luego cancelarla de nuevo: tiene que estar seguro al cien por cien. Y en esas fechas tiene que competir además con el deporte estadounidense y con las Ligas de fútbol en Europa, algo que no querrán las televisiones bajo ningún concepto las televisiones. "Y las televisiones tienen mucho que decir aquí porque ponen una cantidad brutal de dinero", recuerda Marisol Casado.
  • Verano de 2021: retrasar un año los Juegos, como se ha hecho con la Eurocopa y la Copa América, parece a priori la opción más plausible. Sin embargo, el año que viene tienen Mundiales las tres grandes disciplinas olímpicas. Está el Mundial de natación en Fukuoka (16 de julio-1 de agosto), el de atletismo en Eugene (6 al 15 de agosto) y el de gimnasia en Copenhague (18-24 de octubre). Mover los Tokio al 2021 conllevaría también modificar los calendarios de los deportes reyes de los Juegos.
  • Verano de 2022: por fechas vacías, sería el momento ideal. En los meses de junio, julio y agosto de 2022 no hay grandes acontecimientos deportivos. En 2022 están previstos los Juegos de Invierno de Pekín (4-20 de febrero) y el Mundial de fútbol de Qatar (21 de noviembre-18 de diciembre) Sin embargo, posponer 24 meses los Juegos conllevaría unas pérdidas millonarias para casi todas las partes.

La venta de la Villa Olímpica

El epicentro de cualquier edición de los Juegos es la Villa Olímpica. Miles y miles de atletas comparten durante las dos semanas las instalaciones, desde comedores hasta las zonas de recreo, en un ambiente festivo sin parangón. La de Tokio estará pegada al mar y cuenta con 21 edificios de entre 14 y 18 alturas.

El problema es que el Comité Organizador ha vendido ya muchas de esas casas como viviendas de lujo a partir de septiembre. Según informa la agencia AFP, ya hay vendidos cerca de mil apartamentos y la idea es que la cifra supere los 4.100. ¿Qué ocurrirá si los Juegos se posponen? "Esto es un problema únicamente del Comité Organizador, que ha sido el que ha vendido esas casas".

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