La pandemia está en una nueva fase. Hace medio año soñábamos con tener una vacuna y ahora mismo en Europa contamos con tres vacunas para inmunizar a la población. En breve serán cinco y, poco a poco, iremos engrosando la lista hasta que deje de ser noticia. El día que eso ocurra será porque habremos ganando la batalla al SARS-CoV-2. Pero, de momento, el coronavirus sigue vivo y está aprendiendo a burlar la inmunidad.

Si Wuhan (China) fue el origen de la pandemia, Manaos, en Brasil, es el epicentro de una "pandemia dentro de la pandemia", como Rafael Delgado, jefe del servicio de Microbiología del Hospital 12 de Octubre, llama a la expansión de las mutaciones del coronavirus. Manaos, capital del estado de Amazonas, vivió una terrorífica primera ola que marcó un hito al ser la primera ciudad del mundo en contar con un 76% de su población infectada de coronavirus. Pero la aparición de una mutación, la E484K, ha puesto en jaque de nuevo a la población reinfectando a quienes pasaron el Covid y ha vuelto a colapsar los hospitales.

La mutación E484K está presente en la variante surafricana del coronavirus, además de en la brasileña. Cada una de ellas tiene distintas mutaciones, pero tienen algunas en común, como la E484K y la N501Y. Esta semana en Reino Unido han anunciado que su conocida variante británica ha incorporado, en varios casos detectados, la mutación E484K. No ha llegado allí por avión, ni la mutación en Brasil llegó desde Suráfrica, ni viceversa. Es el virus que muta igual en partes distintas del planeta.

Todos los expertos, epidemiólogos y genetistas coinciden en este punto: cuanto más circula el virus, más posibilidad de mutar

Los expertos como Rafael Delgado denominan a estos cambios tan peligrosos como mutantes de escape. "El virus al escapar del sistema inmunitario ha elegido el mismo camino en sitios distintos, pero se da la circunstancia de que han sido sitios con muchísima infección y donde hay una gran parte de la población infectada, tanto en Sudáfrica como en la zona de Manaos", explica Delgado. Todos los expertos, epidemiólogos y genetistas coinciden en este punto: cuanto más circula el virus, más posibilidad de mutar.

No es el caso del primer sujeto detectado en España con esta mutación, su variante no mutó aquí, llegó por avión. El viernes la Comunidad de Madrid confirmó la llegada de un brasileño, el pasado día 29, al aeropuerto de Barajas con PCR negativa, proveniente de Brasil, que estaba infectado con esta variante. Días antes de que se cerraran los vuelos con Brasil.

Mutación donde atacan las vacunas

La OMS está preocupada por la expansión de las nuevas variantes y ha pedido a los países que se se esfuercen en doblegarlas. Lo que más preocupa a las autoridades sanitarias mundiales y locales es que pueden alterar la evolución de la pandemia. Las mutaciones E484K y la N501Y preocupan porque se producen en la zona en la que el coronavirus conecta e infecta a la célula. Es la proteína S, la spike, la corona que es la seña de identidad de los coronavirus. Ese punto del coronavirus es el que se ha convertido en la diana de la gran mayoría de la vacunas, que lo que hacen es bloquear esa conexión del coronavirus con la célula y evita la infección en el vacunado.

"Las mutaciones son más resistentes a la neutralización por anticuerpos. Los datos de las vacunas en cierta manera lo confirman, no es que no sirvan, pero la eficacia es menor”, asegura Delgado.

La variante británica, sin mutación E484K, no "escapa" de la vacuna, pero la presencia de la mutación se ha detectado una menor eficacia de las vacunas. Así lo ha asegurado Pfizer, que respecto a la variante sudafricana ha reconocido menor eficiencia. Los fabricantes de Moderna ya están adaptando su vacuna para que no pierda eficiencia contra las nuevas variantes.

Personal sanitario del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander atiende a enfermos con coronavirus
Personal sanitario del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander atiende a enfermos con coronavirus en una de las UCI-Covid del hospital cántabro. EFE/Pedro Puente Hoyos

Nueva normalidad con variantes

La inmunidad adquirida con las vacunas y la inmunidad natural desarrollada tras superar el coronavirus han iniciado una carrera contra el coronavirus a la que tenemos que ir acostumbrándonos a partir de ahora. "Se ha vendido la idea de que la vacuna es el fin, es sin duda la forma de acabar con la pandemia, pero este fin es lento", explica Salvador Macip, doctor en Genética Molecular, experto en infecciones y en el sistema inmune. 

"La previsión es ir vacunado a lo largo de este año, pero hay países que empezarán el año que viene y se calcula que habrá países que no se vacunará hasta 2023. Esto durará años, si bien en Europa no tendrá el mismo impacto; pero mientras haya virus circulando en el mundo, el riesgo de que aparezca variantes que sean resistentes a la vacuna es elevado, por tanto, tranquilos no estaremos, aunque una cierta normalidad la iremos recuperando a lo largo de este año", asegura Macip, investigador en la Universidad de Leicester (Reino Unido).

Con todo, Macip asegura que no debemos alarmarnos y debemos acostumbrarnos a esta situación. "Si Manaos es el nuevo Wuhan, tendríamos una ventaja y es que ya tenemos una vacuna que habría que reajustarla y revacunar a una parte de la población. Si las variantes no son muy diferentes, las vacunas darán cierta inmunidad, a lo mejor sólo hay que vacunar de nuevo a los más vulnerables", mantiene.

Julio García, microbiólogo de Hospital de la Paz, también contempla este escenario. "Es plausible que en el futuro haya que reformular la vacuna o que tengamos que revacunarnos como pasa con la gripe. Con la gripe hay un seguimiento y hay una vigilancia anual. Con eso se reformula la vacuna y es posible que nos veamos en una dinámica similar de vigilancia y reformulación", afirma.

Las mismas armas que hasta ahora más vigilancia

Frente a las nuevas variantes, como hasta ahora los expertos recetan las mismas medidas de distancia social y mascarilla. "La mascarilla es la mejor herramienta, no hay variante que la resista", asegura Julio García. Pero no es la única herramienta, la secuenciación de muestras de coronavirus para determinar su composición genética y detectar mutaciones en circulación del coronavirus ya se han incorporado al sistema de vigilancia del Covid creado por Sanidad. Según confirmó la ministra Carolina Darias esta semana, se están haciendo los últimos ajustes y, en breve, se irá notificando la penetración de las diferentes variantes en circulación en España. Todas las comunidades están secuenciando muestras de los enfermos de Covid para hacer seguimiento de sus mutaciones.

Pero la magia la hace la vacuna. En España no se percibe, pero sí en otros países. "En Israel ha habido una detención en seco y en Emiratos Árabes, también. Allí al ver la evolución de la enfermedad es evidente que la vacuna funciona", afirma Julio García. "Por eso nuestro empeño como sanitarios es recordar a nuestras autoridades que pongan todos los medios para vacunar cuanto antes al máximo de población posible", añade.