Se emplea en varios países de Latinoamérica, en República Checa y en Eslovaquia, en pacientes Covid. En España ha habido un ensayo clínico de la Universidad de Navarra con "resultados alentadores". Pero la ivermectina, un fármaco utilizado para combatir la rosácea, no sirve para combatir los síntomas del coronavirus ni para reducir la carga viral, según la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

"Tras revisar las últimas evidencias en el uso de la ivermectina para la prevención y el tratamiento del Covid-19, hemos concluido que los datos no avalan su uso salvo en ensayos clínicos muy bien diseñados", señaló el lunes el organismo encargado de regular los fármacos en la Unión Europea.

La EMA encontró algunos estudios en los que la ivermectina podría bloquear al virus del Covid-19, pero después de la administración de una dosis elevadísima del fármaco. "Una concentración que supera la dosis autorizada", puntualizó la agencia, al tiempo que advirtió que varios estudios que se están realizando son pequeños o tienen limitaciones. "Por eso, hemos llegado a la conclusión de que ahora mismo no hay evidencias suficientes para apoyar el uso de la ivermectina más allá de los ensayos clínicos", remata la EMA.

Qué es la ivermectina

La ivermectina es un principio activo que está indicado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para combatir los granos y las erupciones cutáneas de la rosácea. En España solo se vende con receta y en pomada, bajo el nombre comercial de Soolantra. En casos especiales, un médico puede solicitar el tratamiento en pastillas con una fórmula magistral.

Tomar grandes dosis de este medicamento es peligroso y puede causar daños graves"

la advertencia de la fda

En otros países de la Unión Europea y en Estados Unidos, sin embargo, la ivermectina se utiliza también para combatir la estrongiloidiasis y la oncocercosis intestinales, dos afecciones causadas por gusanos parásitos. También está autorizada para su uso veterinario contra parásitos internos y externos. E incluso en algunos países está autorizada contra la sarna. Pero siempre en dosis muy pequeñas. "Tomar grandes dosis de este medicamento es peligroso y puede causar daños graves", advirtió ya hace unos meses la Food and Drug Administration de Estados Unidos en un informe.

¿Por qué algunos países la usan contra el coronavirus?

El investigador Carlos Chaccour, Director Científico del proyecto BOHEMIA de ISGlobal y médico investigador de la Clínica Universidad de Navarra, publicó recientemente un estudio sobre la ivermectina en el que analiza por qué ciertos países autorizaron y recomendaron su uso contra el coronavirus.

En abril de 2020 se publicaron los resultados de experimentos in vitro que demostraban que la ivermectina inhibe la replicación del SARS-CoV-2 en concentraciones relativamente altas. "Esto provocó dos reacciones opuestas entre la comunidad científica, las autoridades sanitarias y el público en general, sin muchas pruebas que apoyen ninguna de ellas", señala Chaccour.

"Por un lado, muchos científicos descartaron por completo la ivermectina como posible tratamiento de la COVID-19", añade. "Por otro lado, los datos in vitro junto con un preprint (artículo no revisado por pares) que posteriormente fue retractado, así como la experiencia local con el fármaco, llevaron a varios países de América Latina a incluir la ivermectina en las directrices nacionales para el manejo de la COVID-19".

El estudio español, una esperanza

Chaccour fue el médico que coordinó el estudio de la Universidad de Navarra que dejó "resultados alentadores". En su trabajo, publicado en la revista científica 'EClinicalMedicine' a mediados de enero, el equipo administró una sola dosis de ivermectina o placebo a 24 pacientes con infección confirmada y síntomas moderados, en las 72 horas tras los primeros síntomas. Se tomaron frotis nasofaríngeos y muestras de sangre en el momento del reclutamiento y transcurridas una, dos y/o tres semanas del tratamiento.

Sus resultados no mostraron ninguna diferencia en el porcentaje de pacientes positivos por PCR al cabo de 7 días postratamiento (el 100% de los pacientes era positivo en ambos grupos). Sin embargo, la carga viral mediana en el grupo tratado con ivermectina fue menor (unas 3 veces menor transcurridos cuatro días y hasta 18 veces menor a los 7 días del tratamiento), aunque no se alcanzó una diferencia estadísticamente significativa. Los pacientes en el grupo tratado también mostraron una reducción en la duración de algunos síntomas (del 50% en la pérdida del olfato y el gusto y del 30% en la tos).

Todos los pacientes desarrollaron anticuerpos IgG frente al virus pero, de nuevo, el valor medio de dichos anticuerpos en el grupo tratado fue menor que en el grupo placebo. "Esto podría ser el reflejo de una menor carga viral en estos pacientes", comentó Chaccour, líder de esta investigación.

"Aunque es un estudio pequeño y todavía es pronto para establecer conclusiones, las tendencias observadas en la reducción de carga viral, duración de síntomas, y niveles de anticuerpos resultan alentadoras y justifican la realización de estudios clínicos controlados a mayor escala y con una mayor diversidad de pacientes", reclamó Chaccour.