Los pronósticos de muchos expertos en el verano de 2020 no eran muy ilusionantes. “Estoy en contacto con muchos profesionales y todos coincidimos en que la vuelta al colegio en septiembre no es prudente, tal y como estamos", decía en agosto el neurovirólogo José Antonio López en TVE."La vuelta al cole es una bomba de relojería si se ignora la transmisión aérea del coronavirus", añadía en septiembre el experto en aerosoles José Luis Jiménez en ABC.

Después del confinamiento de los primeros meses de la pandemia y el verano de la desescalada, llegó el curso escolar más extraño. Grupos burbuja, mascarilla, aulas reducidas, clases online, termómetros y gel hidroalcohólico. Por aquel entonces ni había vacuna ni se había reconocido que el coronavirus se contagia por aerosoles. A ello se unía una segunda ola que comenzaba a despuntar.

Las dudas y la incertidumbre acompañaron los inicios del curso, pero diez meses después las aulas están echando el cierre y el balance es mucho mejor del esperado. "Yo tenía mis reservas y me ha sorprendido para bien", admite Fernando José García, de la Sociedad Española de Epidemiología. "Este curso escolar es un relato de éxito, las medidas y los protocolos ha demostrado ser exitosos".

Porcentaje de aulas cerradas cada semana (Ministerio de Educación)

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La ola de enero, el peor momento en los colegios

Según los datos del Ministerio de Sanidad, el momento más delicado en los centros educativos fue en enero durante la tercera ola, cuando hubo varios días seguidos con casi 400 brotes registrados en colegios. Fueron cuatro semanas consecutivas de brotes y cierres, pero el sistema resistió muy bien al incremento de casos.

"En ninguna semana desde el inicio de curso se ha superado el 2% de aulas cerradas", dicen desde el Ministerio de Educación. Las épocas con más aulas cerradas coincidieron con lo peor de la segunda ola (finales de octubre-principios de noviembre) y la tercera ola (finales de enero-principios de febrero). Desde finales de febrero se ha mantenido un ritmo más o menos constante y la última semana de mayo -hasta donde se recogen los datos de Sanidad- había cerradas apenas el 0,3 % de las aulas en España.

El dato bajó hasta el 0,01% la pasada semana (solo tres centros cerrados), según explicó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto de homenaje a la comunidad educativa. "España ha sido uno de los pocos países del mundo que ha mantenido sus centros escolares abiertos a lo largo del curso 2020/2021", señaló el dirigente. "La respuesta ha sido de matrícula de honor".

"Niños más disciplinados que muchos adultos"

Para el epidemiólogo Fernando José García, la principal razón de que los colegios hayan resistido a la pandemia es que "las medidas que tomaron los diferentes Gobiernos, central y de las Comunidades, fueron las correctas".

"Se tomaron decisiones correctas en cuanto a mascarillas, ventilación, grupos burbuja y cuarentenas que han permitido preservar la educación infantil sin grandes retrocesos en la lucha contra el virus", añade el experto. "Ha sido encomiable también la actitud de los niños, sobre los que había muchas dudas. Al final han demostrado ser más disciplinados que muchos adultos".

Las quejas de los profesores

Pero no todos son elogios. Muchos profesores se han quejado de la gestión educativa por parte de las instituciones, sobre todo durante el confinamiento en los primeros meses de la pandemia. Según un estudio realizado por la plataforma Micole en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos, solo el 30% de los docentes aprueba las decisiones tomadas por el Ministerio de Educación, mientras que seis de cada diez sienten haberse visto abandonados por las mismas.

Algo mejor son las percepciones sobre las decisiones autonómicas en materia educativa: el 33% de los docentes las aprobaron durante el confinamiento y un 40% después. Sin embargo, ocho de cada diez educadores estuvieron de acuerdo con las decisiones adoptadas por sus centros durante y después del confinamiento