Es la primera vez que un fármaco logra que los pacientes con obesidad pierdan un 20% de su peso. Lo ha conseguido la tirzepatida, comercializada por Lilly con el nombre de Mounjaro para el tratamiento de la diabetes tipo 2, asociada a la obesidad. Los resultados del ensayo clínico en fase 3 lograron que los participantes perdieran una quinta parte de su peso corporal y la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) lo aprobó el pasado 13 de mayo.

Tirzepatida es "una evolución de fármacos que ya estaban en el mercado, pero en lugar de estimular un único péptido lo hace con dos, de manera que se magnifican los efectos", explica Albert Lacube, endocrino y portavoz de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO). El nuevo fármaco va en la línea de otros aprobados como Saxenda, pero este estimulaba un único péptido y su eficacia era de un 10% de pérdida de peso corporal en el 50% de los pacientes que lo recibían. "Tirzepatida dobla la eficacia, al estimular dos receptores hace que se magnifique su efecto y es mucho más potente", añade.

Tirzepatida es un fármaco inyectable semanal que se puede administrar el paciente en su propia casa. No obstante, la administración debe acompañarse de un estilo de vida saludable. "El tratamiento de la obesidad debe ser global, es como si un diabético se administra la insulina y luego se toma un pastel. El paciente debe cuidarse", explica el endocrino.

Tirzepatida está indicado para la diabetes tipo 2 y la obesidad y por tanto está orientado a pacientes con un índice de masa corporal superior a 30 o en los que tengan un IMC de 27 (sobrepeso) acompañado de alguna comorbilidad asociada, como diabetes o hipertensión. Sus efectos secundarios más comunes son leves y van desde nauseas a estreñimiento o dolor abdominal. "Suelen ser leves e ir desapareciendo con el tiempo", indica Lacube.

El tratamiento está planteado de larga duración, de hecho el seguimiento del ensayo clínico fue de 16 meses hasta la publicación de resultados. Esto es importante porque aquí en España su predecesor - Saxenda - esta financiado para la diabetes tipo 2 pero no para la obesidad. "En España la obesidad no está considerada una enfermedad crónica y por tanto no se financia, pero esto es algo que desde la SEEDO creemos que tiene que cambiar, porque no tiene sentido que financiemos el tratamiento de todas las enfermedades que se desarrollan por la enfermedad - diabetes, hipertensión, infartos o algunos tipos de cáncer - y no financiemos el tratamiento de la enfermedad que los causa. Porque te ahorrarías todas sus consecuencias", denuncia el portavoz de SEEDO.

Actualmente Europa también está analizando la tirzepatida y su llegada "se espera para la primera mitad de 2023", apunta Lacube, quien destaca además que "están en investigación otros fármacos que van incluso a tres péptidos y que podrían plantear una eficacia aun mayor, que iguale sí ya a la cirugía bariátrica y permita que muchos pacientes con obesidad no tengan que recurrir a ella".

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