“Montesquieu ha muerto”, dicen que dijo Alfonso Guerra, que ya tiene sus propios evangelios apócrifos y leyendas de jinete sin cabeza. Guerra siempre fue el predicador con pistolas, mientras que Felipe era como el Corazón de Jesús andaluz, ajarronado y algo sexuado, de aquel socialismo de comodita. Guerra predicaba, azotaba y ejecutaba, con su cara de dominico de la Inquisición, a la derechona o a lo que estorbara, incluidos banqueros o jueces. En 1985, aprovechando una ambigüedad de la Constitución, ajustició al poder judicial cambiando la ley para que las Cortes eligieran a todos los vocales del CGPJ. Decían que era lo democrático (lo siguen diciendo), pero como expresa la frase de Guerra, o de su versión evangélica, en realidad se habían cargado la división de poderes. Sánchez, ahora, aún quiere ir más lejos que aquel felipismo todopoderoso, omnipresente, papista y cowboy.
Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete a nuestro canal de Whatsapp en este enlace.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 La Policía afronta cambios claves antes de que termine el año
- 2 El pueblo más bonito de Córdoba para visitar en mayo y disfrutar de la explosión de flores
- 3 La ministra pamplonesa Elma Saiz pone distancia con Urtasun sobre los toros
- 4 Cuando los Rolling Stones cambiaron el rock con una sola canción
- 5 Dolores Delgado, el primer gran desafío del fiscal general en su semana clave
- 6 Nueva subasta de Letras del Tesoro mayo 2024: la rentabilidad a 6 y 12 meses
- 7 España patenta un nuevo método para producir la "hormona de la felicidad"
- 8 La UDEF se queja de que los casos de corrupción terminen en la UCO
- 9 COPE ofrece a Jorge Bustos ponerse al frente de ‘La linterna’