Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha anunciado que las mascarillas dejarán de ser obligatorias en espacios públicos a partir de julio en la región manchega. Lo ha hecho en el acto conmemorativo del día de Castilla-La Mancha.

Esta relajación del uso de la mascarilla, criticado en su momento por Madrid, todavía no la contempla la ley, por lo que la Comunidad deberá llegar a un acuerdo con el Gobierno central.

Así, ha mostrado su "firme determinación" de que a lo largo del mes de junio se elimine la obligatoriedad del uso de mascarillas en espacios al aire libre, y ha añadido que "con la coherencia nacional" que caracteriza a Castilla-La Mancha lo planteará al Gobierno y al resto de las autonomías.

El presidente castellanomanchego ha recordado que hace casi un año se decretó el uso obligatorio de las mascarillas en todos los espacios públicos "después de muchos meses en los que nadie recomendaba la mascarilla" y "casi se discutía" su necesidad, si bien ha valorado que la actualidad, sobre todo gracias al proceso de vacunación, se puede ser "positivos" aunque no "optimistas" en cuanto a la evolución de la pandemia.

En este acto institucional, García-Page ha considerado que "si hay algo peor que el virus sería la ingratitud" y por ello ha resaltado que el Gobierno regional ha concedido este año, de forma excepcional, treinta medallas de oro extraordinarias a otros tantos colectivos que lucharon contra la pandemia, entre ellos las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y los profesionales sanitarios.

Uno de los aplausos más emocionados de este acto ha sido para Araceli Hidalgo, residente en una residencia de mayores de Guadalajara que a sus 96 años fue la primera ciudadana de España que se puso la vacuna contra el Covid, y que ha sido la encargada de recoger la medalla de oro extraordinaria dedicada a las personas mayores.