Estamos en una nueva fase de la guerra pero no sabemos cuánto durará ni a qué conducirá. Después del silencio informativo, Ucrania ha empezado a desvelar que ha logrado pequeños avances en la contraofensiva y que los combates están siendo "extremadamente feroces". Los rusos han fortificado sus defensas, que se extiendan a largo de unos 1.000 kilómetros, y los ucranianos cuentan con armamento más sofisticado proporcionado por sus aliados occidentales. Los primeros compases de la contraofensiva ucraniana presagian una guerra larga y cruenta.

Son tres frentes en los que están actuando las fuerzas ucranianas principalmente: en los alrededores de Bajmut, la disputada ciudad de Donetsk en la que se libraron durísimos combates durante diez meses y fue conquistada por las tropas de Wagner en mayo; en el sureste, alrededor de la localidad de Velyka Novosilka; y al sur de Orijiv, en dirección a Tokmak, un hub logístico de gran relevancia en la región de Zaporiya.

A su vez, cada noche las Fuerzas Armadas rusas bombardean ciudades ucranianas sin reparar en las bajas civiles. Doce personas murieron como consecuencia de un ataque masivo con misiles, en la madrugada del martes, sobre Krivoi Rog, la ciudad natal del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

El miércoles el objetivo fue el centro de Odesa, la bella ciudad del Mar Negro, con la que sueñan los rusos. Murieron tres personas. Otras tres perdieron la vida en Kramatorsk y Konstiantynivka, en la región de Donetsk. Las víctimas quedaron sepultadas por los escombros. La defensa antiáerea evita más víctimas, pero los bombardeos con misiles y drones iraníes son masivos.

Sobre la situación en el campo de batalla, la viceministra de Defensa, Hanna Maliar, habla, en un mensaje en Telegram, de un "éxito parcial" y confirma que las tropas ucranianas "están empleándose a fondo en el campo de batalla, a pesar de la superioridad de la aviación y artillería enemiga". La viceministra se ha referido a los avances cerca de Bajmut y de Zaporiya.

Las fuerzas ucranianas han capturado el pueblo de Urozhaine en la zona fronteriza entre las regiones de Zaporiya y Donetsk. Ya son ocho las poblaciones recuperadas tras quedar deshabitadas después de la ofensiva del pasado verano. Es decir, las tropas ucranianas han recuperado unos 100 kilómetros cuadrados que estaban en manos de las fuerzas de ocupación rusa, según informa The Kyiv Post. Sin embargo, han perdido en estos combates varios Abrams y Leopard 2A6. Los carros de combate de fabricación alemana serán difíciles de reponer.

En una de las poblaciones, Makarivka, los rusos han contraatacado, pero los ucranianos afirman que los han parado. Después de la explosión en Nova Kajovka, que ha provocado la inundación de las zonas rusa y ucraniana en el margen izquierdo y derecho del río Dniéper. Miles de ucranianos se han visto forzados a dejar sus hogares y se han echado a perder campos de cultivo de gran riqueza.

En el río Mokri Yaly los rusos han volado dos presas para impedir el avance ucraniano. Es una táctica que los rusos están utilizando para alterar las operaciones de la contraofensiva ucraniana.

En sus ataques Ucrania ha acabado con la vida del general de brigada Goryachev, jefe del Estado Mayor del 35º Ejército Armas combinadas. También ha resultado herido el comandante checheno Adam Delimjanov, el segundo de Ramzan Kadirov. Delimjanov desempeñó un papel clave en la batalla de Mariúpol.

Al sur de Orijiv, los ucranianos avanzaron con dos columnas acorazadas pero los rusos los frenaron. Demuestra lo difícil que va a ser la ofensiva"

Jesús manuel pérez triana, analista

"Es un déjà vu con Jersón, una ofensiva largamente esperada que no parecía llegar nunca. Al sur de Orijiv, los ucranianos han avanzado con dos columnas acorazadas pero los rusos los han frenado. Demuestra lo difícil que va a ser la ofensiva. Ha sido un asalto frontal contra posiciones muy bien defendidas. Los ucranianos cuentan ahora con el mejor material entregado por Occidente y por eso los rusos han difundido ampliamente este movimiento", afirma el analista militar Jesús Manuel Pérez Triana, creador de OsintSahel.com.

"Al sur de Velyka Novosilka sí han roto el frente, justo en un saliente de las defensas rusas que van desde el sur de Zaporiya hasta Vulhedar. Tres brigadas abrieron la brecha donde dejaron un hueco los rusos. Han roto el frente pero con sangre, sudor y lágrimas. Y los rusos están preocupados por lo sucedido ahí", añade Pérez Triana.

Fin del silencio informativo

El Kremlin ha aprovechado el silencio informativo de los primeros días de la contraofensiva para controlar la narrativa bélica. Así ha difundido imágenes de Leopard destrozados y hasta el líder ruso, Vladimir Putin, se ha reunido el martes con analistas militares y blogueros rusos a quienes dijo que Ucrania está sufriendo severas pérdidas humanas y materiales en la contraofensiva. Hasta 160 tanques calculó Putin que habría perdido Ucrania y reconoció que 54 tanques rusos quedaron destrozados.

Aseguró que no iba a llamar a la movilización ni iba a declarar la ley marcial. Y, quizá lo más llamativo, apuntó que Ucrania se vería forzada a negociar en cuanto Occidente dejara de suministrar ayuda militar.

Tanto el Kremlin como el gobierno de Kiev mantienen sus objetivos. Rusia quiere mantener a Ucrania sometida y con gran parte de su territorio bajo su control a través de regiones anexionadas. Ucrania busca recuperar su territorio, el que tenía en 2014.

Vladimir Putin está demostrando que está dispuesto a seguir atacando infraestructuras como la presa de Nova Kajovka, o civiles. Incluso en julio eleva el nivel de la amenaza desde Bielorrusia al emplazar allí armamento nuclear táctico.

Pero el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, mantiene con firmeza que Ucrania "expulsará al diablo ruso de su tierra". Es la retórica que mantiene y que de momento sigue convenciendo a su pueblo. Esa motivación de las Fuerzas Armadas ucranianas sigue siendo una gran baza a su favor.

Eso será un combate de avances y retrocesos que durará tiempo"

general mark milley, jefe del estado mayor de EEUU

El jefe del Estado Mayor de EEUU, general Mark Milley, ha dicho en una entrevista reciente que, si bien los militares ucranianos están bien preparados, a medida que pasan los meses, "esto será un combate de avances y retrocesos que durará tiempo". Para Jen Kirby, reportero especializado en seguridad nacional en Vox, "lo único cierto ahora es que la guerra entra en una nueva fase: un esfuerzo sin cuartel por parte de Ucrania para liberar el territorio ocupado por Rusia y remodelar el curso de la guerra. Ucrania podría recuperar mucho territorio, pero la cantidad probablemente importe menos que la forma en que Kiev altere el panorama estratégico, apoderándose de zonas clave que dejarían a Rusia exhausta y en una posición más débil que antes. Kiev debe demostrar a sus aliados occidentales que puede utilizar con éxito sus recursos y equipos avanzados, y reafirmar y reforzar el apoyo exterior".