En España, los empleados tienen la posibilidad de romper el contrato y percibir el paro si la empresa no cumple con la obligación del pago en el tiempo y en la forma convenida de la remuneración. La finalidad es la protección de aquellos que ven perjudicada su estabilidad económica por culpa de una empresa que no cumple con sus obligaciones, y, a pesar de ello, es necesario cumplir con una serie de requisitos y tener muy claro el proceso. A continuación, explicamos cuáles son las condiciones, cuál es la norma que resulta aplicable y cuál es el proceso que deben seguir las personas interesadas en aprovecharse de esta prerrogativa.

PUBLICIDAD

Condiciones para rescindir un contrato por impago salarial

Si la empresa acumula deudas en el pago de sueldos, hay posibilidad de que el trabajador pueda despedirse a sí mismo e irse con el paro, si el incumplimiento de la empresa afecta especialmente a la persona y en virtud del artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores, dado que el incumplimiento grave determina la anulación del contrato.

Aspectos legales y cláusulas de rescisión

La normativa establece que un trabajador tiene la opción de solicitar la rescisión de su contrato si la empresa acumula tres mensualidades o si el pago de los salarios es sistemáticamente tardío, ya que estos impagos son el fundamento de una justificación de la resolución del contrato laboral, figura que guarda cierta similitud con el despido improcedente. Ahí donde el trabajador decide interrumpir el contrato bajo esta premisa, será la empresa la que deba indemnizarlo como si se tratara de un despido improcedente, esto es, con la indemnización que corresponde a 33 días de salario por cada uno de los años trabajados, con un tope de 24 mensualidades.

Plazos legales y documentación para reclamar el salario

Tal como requiere el autodespido, el trabajador tendrá que ir documentando los impagos, ya sea guardando los recibos de nómina y cualquier comunicación recibida por parte de la empresa que evidencie el incumplimiento de la misma, así como también, se recomienda hacer formal una reclamación a la empresa antes de poder presentar el incumplimiento. Más tarde, el trabajador podrá presentar una demanda ante los juzgados de lo social. La justicia decidirá y, si es favorable a sus intereses, además de la indemnización, podría tener derecho también a paro.

Posibilidad para cobrar el paro tras la rescisión

Una de las grandes dudas o preocupaciones que tienen los trabajadores tiene que ver con la posible gestión de una autodespido: en caso de que así sea, ¿tendrán derecho a la prestación por desempleo? La respuesta es que , siempre y cuando el trabajador cumpla con los requisitos para acceder a dicha prestación.

Requisitos para acceder al paro

Para que el trabajador pueda acceder a la prestación por desempleo es preciso que haya cotizado como mínimo 360 días en los últimos seis años. Dicho derecho a percibir el paro se mantiene en el caso de que el contrato finalice por causas ajenas a la voluntad del trabajador, como podría ser el caso de la resolución por impago, el trabajador accede al paro como consecuencia de la resolución judicial del contrato que acredite que la causa de la extinción del contrato es ajena a la voluntad del trabajador.

Cómo afecta a la rescisión por impago el cálculo del paro

La cuantía correspondiente a la prestación por desempleo no resulta negativa en ningún caso. Para determinar la cantidad a percibir por el mencionado concepto se tendrá en cuenta la base reguladora de las nóminas que el trabajador debía haber percibido antes del momento en que se produjo el conflicto que motivó el impago salarial, aunque dicha nómina no haya sido abonada por la empresa. Así, el trabajador percibe una prestación por desempleo de acuerdo al nivel salarial que había alcanzado antes de la crisis.

El Estatuto de los Trabajadores declara el derecho a un salario justo y puntual. En este sentido, el artículo 29 establece la obligación del empleador de efectuar el pago correspondiente en el plazo de un mes. Si en ese periodo se producen retrasos o incumplimientos recurrentes en el abono de la deuda salarial, la ley se conjuga a favor del trabajador, quien incluso puede poner fin al contrato de trabajo, accediendo posteriormente a la prestación por desempleo.

PUBLICIDAD