Joe Biden ya no está, porque fue ejecutado en 2020. Lo que la gente ve -cuando aparece en actos públicos, da entrevistas o sube fotos a sus redes- "son clones, dobles y entidades sin alma diseñadas por robots". Es la teoría de la conspiración que un usuario de Truth Social, la red social de Donald Trump, y el presidente han compartido, este último sin hacer ningún tipo de comentario. La publicación original de @llijh lanzaba la teoría en esas dos frases, seguida de decenas de citas a cuentas del Gobierno, del Partido Republicano y del sector MAGA (Make America Great Again, los seguidores de Trump) y de decenas de hashtags de todo tipo, incluidos "latinos", "cristianos", "judíos", "estudiantes", "colegio", "profesor" y "dinero", entre muchos otros.
Pero que la publicación parezca de una persona inestable o poco fundada no parece haberle importado al magnate. El post no va acompañada de ningún enlace que explique más sobre por qué piensa que Biden fue asesinado, sino de un artículo de un blog titulado La familia Biden está preocupada porque podrían estar quedándose sin tiempo para explotar la salud de Joe Biden. En el artículo de la web Epicworld Dinner Topics (o temas épicos para la cena), que realmente fue publicado originalmente en la web satírica Babylonbee, no se habla de que Biden fuese ejecutado ni de que sea un robot, sino que se cuenta que la familia Biden presuntamente estaría tratando de aprovecharse de él mientras viva, de manera que, por ejemplo, su esposa Jill acaba de anunciar que está trabajando en un nuevo libro y su hijo estaría tratando de vender cuadros a cambio de favores de su padre.
El artículo usa citas textuales de los familiares del expresidente, del tipo "vamos a aprovecharnos al máximo de él... o, mejor dicho, de nuestro tiempo con él" que atribuye a "fuentes" sin identificarlas de ninguna manera. The Babylon Bee fue fundada en 2016 y desde entonces ha conseguido que muchos de sus artículos se hagan virales porque muchos creen que son veraces, desconociendo que es una web satírica, como pasa también en ocasiones con El Mundo Today en España.
Si Trump o el usuario de Truth Social que compartió el artículo de Babylon Bee saben que se trata de un medio satírico se desconoce, pero al presidente la publicación le ha servido para seguir tratando de crear sospechas alrededor de Joe Biden, que le traspasó el cargo de líder estadounidense el pasado 20 de enero. La semana pasada, poco después de que se conociese que Biden sufre cáncer de próstata, Trump aseguró sin pruebas que el expresidente ocultó el diagnóstico mientras estaba en el poder.
"Me sorprende que no se informase al público hace mucho tiempo, porque para llegar a la fase 9, eso es mucho tiempo", dijo el presidente, aunque el cáncer de Biden tiene una puntuación de Gleason de 9, según la escala habitual que mide la agresividad de un cáncer, pero el grupo de grado es el número 5. El exmandatario, de 82 años, sufre un cáncer de próstata especialmente agresivo y con metástasis en los huesos, según informó su equipo hace dos semanas, asegurando que había sido diagnosticado dos días antes.
"¿Por qué los estadounidense no tenían más información sobre su salud? [de Biden]", publicó también en redes sociales el vicepresidente JD Vance, mientras el hijo mayor del presidente, Donald Trump Jr., sugería que la noticia revelaba "otro encubrimiento más". En la misma línea se posicionó el representante Ronny Jackson, de Texas, y quien fue médico de Trump en la Casa Blanca, quien sugirió que el médico de Biden "estaba más preocupado en ayudar con encubrirlo políticamente que en darle cuidados médicos de primera clase". Sin embargo, el congresista Greg Murphy, republicano por Carolina del Norte, le llevó la contraria asegurando que aunque "su pérdida de agilidad mental" sí "se encubrió", sería una "imprudencia médica" hacer lo mismo con un cáncer de próstata.
La teoría de la conspiración del autopen
No es la primera vez que Trump amplifica teorías de la conspiración o directamente noticias falsas entre sus seguidores en redes sociales, que en numerosas ocasiones han tenido como objetivo a Biden, incluso una vez este terminó su mandato como presidente. Trump parece creer con firmeza que muchos de los indultos de Biden no los firmó ni autorizó el expresidente, sino que alguien había firmado los perdones por él usando la máquina autopen.
El autopen es una máquina que usan los presidente estadounidenses y muchos otros políticos y que copia sus firmas. El propio Donald Trump ha reconocido usar la máquina para no tener que firmar a mano todas sus órdenes ejecutivas y otros documentos importantes, pero aun así Trump ha decidido dar alas a la teoría de la Heritage Foundation, de la que proceden los impulsores del Proyecto 2025, que mantiene que "alguien" controlaba el autopen de Biden y, así, controlaba también "la presidencia".
No hay ninguna prueba de que Biden no diese su consentimiento para la firma de ninguna de las órdenes u otros documentos que llevan su firma, y tampoco nada impide que se use un dispositivo así, pero la teoría se hizo viral en marzo, y las redes trataron de poder nombres y caras a quien estarían realmente dirigiendo el país en lugar del presidente.
"La persona que operaba el autopen, creo que debemos encontrar quién fue porque creo que es el presidente real", dijo Trump en marzo en el Despacho Oval, ante los medios de comunicación. Meses antes ya se había quejado del mismo tema: "Uno no usa el autopen. Primero, porque es irrespetuoso, y segundo, porque quizá no sea ni siquiera válido, porque ¿quién hace que firme?", dijo meses antes, en el Departamento de Justicia.
En este caso no se trató de una ocurrencia de Trump: ya en 2022, la Heritage Foundation empezó con su Oversight Project o Proyecto de supervisión, con la misión de "supervisar de forma agresiva a la Administración Biden". Y en ese marco se dedicaron a recopilar copias de documentos firmados por Biden para ver si las firmas encajaban. A esta misión se dedicaron una docena de personas, que solicitaron copias de todo tipo de documentos, resoluciones y leyes al Congreso, los Archivos Nacionales y otros, según publicó entonces The New York Times.
La intención era encontrar un escándalo que impidiese que Biden se presentase a las elecciones, y por eso, cuando el expresidente decidió retirarse de la carrera presidencial, los esfuerzos se relajaron. Pero la carta del fiscal general de Missouri pidiendo una investigación sobre las capacidades mentales de Biden durante sus últimos días como presidente revivieron la actividad del grupo y llevaron a Trump a volver a hablar del tema en sus primeras semanas en el cargo.
En total, el New York Times calcula que Trump publicó alrededor de 30.500 afirmaciones falsas en su primer mandato, y que repitió muchas de esas teorías de la conspiración durante la campaña electoral de 2024. Entre otros, el ahora presidente dijo que el FBI había ordenado su asesinato y que el Gobierno organizó el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
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