El choque entre Donald Trump y Elon Musk de este jueves no fue, por esperado, menos sorprendente y espectacular: el empresario amenazó con desvelar que el presidente sale en los papeles de Epstein, sugiriendo que es un violador de menores, y este último sugirió que sugirió que la mejor manera de ahorrar dinero público -como pide Musk- es quitarle todos sus contratos federales. “¡Me sorprende que Biden no lo hiciera!”, se rió Trump en su red social.

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Musk llevaba días criticando la “gran y bonita” ley de Trump que llevará a aumentar el déficit en 2,4 billones a lo largo de los próximos diez años, pero no fue hasta el jueves, cuando Trump respondió por primera vez sobre el sudafricano en público, cuando este pasó a los ataques personales, sin pausa ni filtro, y sin los trapos calientes que protagonizaron la última rueda de prensa de ambos en el Despacho Oval. El empresario lanzaba en X, la red que compró hace un año, y el presidente respondía en su propia red social, Truth Social, en un intercambio inédito que mantuvo a periodistas y curiosos pegados al teléfono durante horas.

Al caer la tarde, ambos cesaron en sus ataques, e incluso Musk pareció recular levemente cuando contestó a un usuario de X reconociéndole que quizá debía pensarse mejor la decisión de retirar un programa de la NASA. Pero el hecho de que ambos se hayan tranquilizado, al menos de cara al público, este viernes no significa que la trifulca no vaya a tener consecuencias.

Estos son algunos de los siguientes pasos que ambos podrían dar para tratar de perjudicar al contrario:

Tesla

La empresa icono de Elon Musk perdió 152.000 millones de dólares en capitalización bursátil solo este jueves, después del choque entre ambos. "Puede ser que sea demasiado fantasioso creer que su relación volverá en algún momento a donde estaba en un principio, pero si las cabezas frías prevalecen y las tensiones se relajan sería sin duda una gran mejora para tesla", ha dicho el accionista de la compañía Matthew Britzman, que además es analista en Hargreaves Landsdown.

La caída de las acciones de Tesla podría profundizarse los próximos días, y hay que tener en cuenta que hasta el momento Trump ha estado muy comedido -en los comentarios que lanzó en el Despacho Oval y que enfadaron tanto a Musk se limitó a expresar que estaba decepcionado-. Y además, todavía Musk no ha desencadenado la furia de todo el Partido Republicano: tanto los miembros del gabinete de Trump como los congresistas y senadores de la formación se han mostrado sorprendentemente contenidos en las últimas horas.

Más allá de lo que pase en bolsa con Tesla, la compañía depende fuertemente de la regulación del Gobierno para seguir adelante: el Departamento de Transportes es quien debe decidir si la compañía puede producir robotaxis sin pedales ni volantes, cambios en su diseño que dependen de la legislación. 

A principios de año, poco antes de que Trump jurase el cargo de presidente, las acciones de Tesla valían 479,86 dólares. Este jueves cayeron hasta los 284,7 dólares.

SpaceX

El otro gran problema de Musk es SpaceX, su empresa de fabricación y lanzamientos de cohetes y naves aeroespaciales y que fundó en 2002. SpaceX pende del Gobierno estadounidense en tanto que es adjudicataria de contratos públicos por valor de miles de millones de dólares, pero también porque depende de la regulación de la Administración para operar. 

A día de hoy, la empresa es la única compañía aeroespacial estadounidense que transporta astronautas a y desde la Estación Espacial Internacional, y es parte del programa de exploración espacial de la NASA. Además, tiene un contrato público para desarrollar un vehículo Starship para que los astronautas visiten la luna y otros con agencias de espías americanas, como un contrato clasificado de 1.800 millones de dólares con la Oficina Nacional de Reconocimiento, perteneciente al Ministerio de Defensa.

Pero si el Gobierno mueve ficha para perjudicar a SpaceX también saldría perdiendo, puesto que cuenta con una red de 7.500 satélites que proporcionan internet a todo tipo de lugares, y también sirve de apoyo al Ejército. Es evidente que Musk tenía mucho que ganar como amigo de Trump, y esperaba incluso conseguir que SpaceX fuese una de las empresas seleccionadas para construir la Cúpula Dorada con la que Trump quiere proteger a EEUU de posibles ataques con misiles de largo alcance, como hace Israel. 

Echarlo del país 

Aunque suene excesivo, Trump podría echar a Musk de Estados Unidos, tal y como el exasesor del presidente Steve Bannon pidió este jueves. "Deberían inicial una investigación formal sobre su estatus migratorio, porque soy de los que creen que es un inmigrante ilegal, y que debería ser deportado del país inmediatamente", dijo sobre Musk, que nació en Sudáfrica pero a día de hoy es un ciudadano estadounidense.

Investigar si consume drogas 

El New York Times publicó la semana pasada que Musk utiliza un buen número de drogas ilegales, y recordó que la ley impide que cualquier trabajador de las empresas adjudicatarias de contratos públicos consuman drogas, para lo que existen controles aleatorios. Musk ha negado que consuma, aunque el año pasado sí reconoció hacer uso de la ketamina, pero solo porque se lo recetó el médico.

Musk podría formar un partido político

Musk también podría hacer daño a Trump de múltiples formas. El jueves preguntó a sus 220 millones de seguidores en X si debía crear un nuevo partido político que realmente represente a la mayoría, y si fuese en serio, podría invertir impresionantes cantidades de dinero en esa posible campaña electoral -recordemos que es el hombre más rico del mundo, con una fortuna de alrededor de los 300.000 millones de dólares. Ya en 2024 invirtió 250 millones de dólares en la campaña de Trump.

Quizás es demasiado pronto para pensar que Musk pueda crear un partido con el que llegar a la presidencia del país, pero no cabe duda de que podría poner en problemas al Partido Republicano si moviliza a parte de su base contra el mismo. Puede ser que el rapero Kanye West estuviese pensando en eso cuando el jueves tuiteó el mensaje “broooos, por favor, nooooo. Os queremos mucho”.

O revelar detalles de la relación entre Trump y Epstein

El empresario amenazó el jueves con contar "la verdad" sobre el papel de Trump en el caso de Jeffrey Epstein, el multimillonario que murió en la cárcel mientras estaba acusado de tráfico sexual, entre muchos otros delitos. Es ya conocido que Trump y Epstein tenían relación, pero lo que Musk podría estar sugiriendo es que Trump de alguna manera estaba relacionado con el abuso de adolescentes menores de edad que presuntamente practicaba Epstein en sus casas de Manhattan y de Palm Beach, en Florida (murió antes de que el juicio tuviese lugar).

Conseguir que la “grande y bonita” ley de Trump no salga adelante

La forma más inmediata con la que Musk podría verdaderamente perjudicar a Trump sería convenciendo a los suficientes senadores republicanos de que voten en contra de la “grande y hermosa” ley ómnibus del presidente, esa con la que pretende implementar gran parte de su agenda pese a que todo apunta a que disparará el déficit y la deuda del país. Porque solo son necesarios cuatro votos en contra de senadores republicanos para tumbarla, y ya hay varios que llevan semanas mostrando sus dudas sobre si deberían una ley que, como dice Musk, podría llevar al país a la bancarrota.

Llevar el conflicto a la geopolítica

Musk también podría provocarle problemas a Trump si decide retirar el apoyo que a día de hoy SpaceX está prestando a Ucrania a través de sus satélites, en un momento en el que Trump considera vital conseguir que el conflicto avance hacia la paz. Al mismo tiempo, China es una pieza importante de Tesla, tanto porque consume dichos vehículos como porque fabrica partes, con lo que Trump podría dañar a la compañía -aun más- con sus medidas proteccionistas.

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