Risto Mejide (52), presentador de Todo es mentira en Cuatro, estuvo casado antes de contraer matrimonio en 2017 con la influencer y presentadora Laura Escanes (29). El publicista y productor aseguró en el último programa de Viajando con Chester, en conversación con Paloma San Basilio, que no sabe vivir soltero.

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Desde su salto a la fama hace casi veinte años como implacable juez de Operación triunfo, en Telecinco, el currículo amoroso de Risto Mejide ha sido objeto de titulares. Tras seis años de relación con la presentadora de televisión y pianista Ruth Jiménez, con quien tiene un hijo ahora adolescente, el comunicador se emparejó en 2015 con Laura Escanes. En 2017 se casaron, en 2019 fueron padres de una niña y en 2022 se divorciaron.

Desde entonces, tres novias ha tenido Risto Mejide. Hoy por hoy, su pareja es Laia Grassi, a la que entrevistó hace unas semanas en Viajando con Chester en calidad de directora creativa especializada en publicidad e inteligencia artificial generativa. El tiempo dirá si el comunicador pasará por la vicaría con ella. Ya saben: a la tercera va la vencida. Porque Risto Mejide ha estado casado ya dos veces.

"Lo que poca gente sabe es que yo estuve casado dos veces. Una –es verdad– con una diferencia de edad de 21 años. Innegable. Pero ya está. Pero fueron 7 años y tenemos una hija en común. La otra vez que estuve casado era una mujer mayor que yo. Para mí, la diferencia de edad es un accidente. "Tú naciste en otra fecha que yo". "Pues mira, enhorabuena". El tema es qué te está enamorando. La gente te acompaña un trozo del camino y para ese acompañamiento ha sido ideal", desveló Risto Mejide este lunes 16 de junio en la última entrega de Viajando con Chester.

Risto Mejide: "Mi forma de felicidad está en la pareja, pero puedes convertirte en un dependiente emocional"

El comunicador admitió haber tenido que ir a terapia para pedir "las herramientas" para aprender a estar soltero. "A mí me gusta vivir en pareja. Hasta ver una película. Mi forma de felicidad está en la pareja, pero eso es muy peligroso y puedes convertirte en un dependiente emocional. He trabajado la capacidad de no necesitar, de no tener miedo a la soledad", explicó.

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