El plato fuerte de la fiesta del Orgullo de Madrid, el World Pride que congregará a millones de personas en la capital esta semana, arranca este miércoles y durará hasta el domingo. La alcaldesa Manuela Carmena presenta hoy en Cibeles el evento, coincidiendo con la llegada a la ciudad de incontables adeptos a la fiesta LGTBI en busca de diversión. Pero el estreno oficial chocará con problemas agudos de movilidad. Hoy miércoles empieza la huelga de maquinistas de Metro de Madrid que se prolongará hasta el 2 de julio. Y el mismo día arrancará una protesta similar de taxistas, convocada por la Asociación Gremial y que durará 48 horas.

La situación laboral de ambos colectivos amenaza con colapsar el centro; en concreto, los barrios de Chueca, Malasaña, Universidad, Justicia, Sol y hasta Lavapiés. Estos días se sucederán las reuniones en Metro de Madrid entre el sindicato convocante (que representa a parte de los conductores del suburbano) y la dirección. Para rizar el rizo, otro sindicato que no se ha participado en la convocatoria (el Sindicato Libre) quiere arruinar la propuesta estrella del Gobienro regional (que gestiona el metro): la apertura del servicio las 24 horas del próximo sábado, cuando más gente se juntará en el centro de Madrid.

Metro de Madrid quiere abrir 24 horas el sábado y no sabe si podrá

El Sindicato Libre ha puesto una demanda de conflicto colectivo en el Juzgado de lo Social  pidiendo la adopción de medidas cautelares urgentes contra la apertura de 24 horas del metro. La central considera que la decisión de la Comunidad de Madrid provocará una modificación sustancial de sus condiciones de trabajo. Y se solidariza de paso con los maquinistas. Ahora está todo en manos de un magistrado, y no se sabe si éste resolverá a favor o en contra antes de las efemérides homosexuales, transexuales, bisexuales y de género.

"Al coincidir la propuesta de abrir 24 horas con la huelga, la dirección de metro ha puesto unos servicios mínimos muy elevados [del 75% del 1 al 2 de julio]. Precisaban de más de 200 voluntarios y se han presentado ochenta. Así que la gerencia del metro ha dicho que va a obligar a los que falten a trabajar prolongando los horarios hasta lo inasumible", se queja una fuente sindical. Metro de Madrid tiene una plantilla de 7.000 trabajadores.

Un sindicato solicita a un juez que el suburbano cierre la noche del sábado

En Metro de Madrid insisten en la normalidad, a pesar de que se estima que vendrán a Madrid tres millones de visitantes. "Visto el escaso éxito que tuvo la huelga convocada por el mismo sindicato en febrero y marzo, entendemos que la movilidad estará garantizada", dicen portavoces del suburbano. "A lo mejor a los usuarios les toca esperar un poquito más", conceden.

La coincidencia de ambas protestas atenaza la movilidad, que fiará su eficacia a los autobuses de la EMT municipal y a los Cercanías de Renfe: ambos servicios se verán reforzados. Y deja entrever escenas esperpénticas en lugares como el Aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez: a los retrasos de la línea 8 de metro se sumará la inactividad de los conductores de taxis, que pararán contra los vehículos de la denominada economía colaborativa, los llamados Vehículos con conductor (VTC), a saber: Cabify y Uber fundamentalmente.

UberVAN, una furgoneta para recorrer el centro en el World Pride, ha irritado a los taxistas

No es la primera vez que el sector del taxi se revuelve contra este tipo de transporte en Madrid. Pero los representantes del gremio lo han anunciado durante la tarde del martes y por sorpresa, ante lo que consideran competencia "desleal" debido -opinan- a la "pasividad" de las administraciones públicas. El motivo de exasperación del sector ha sido, no obstante, la oferta de Uber para alquilar furgonetas, un servicio apodado UberVAN que ofrece viajes baratos de entre 6 y 8 personas por el centro de Madrid.

A los cientos de miles, cuando no millones, de visitantes, les queda otra opción: alquilar un piso turístico para sortear los problemas de movilidad en el centro de Madrid. El problema de esta opción es que los precios de los arrendamientos estilo Airbnb están ya por las nubes.