Aena se desinfla en bolsa. El gestor de los aeropuertos españoles ha agravado este martes su mala racha en bolsa al retroceder un 2,3% y situarse en los 151 euros, su nivel más bajo desde el pasado abril.

La compañía controlada por el Estado se ha situado de este modo en las posiciones de cola del Ibex -sólo Mapfre tuvo un comportamiento peor-, con un castigo que evidencia la desconfianza que ha generado entre los inversores la dimisión de su presidente, José Manuel Vargas.

De hecho, las acciones de Aena registraron un súbito desplome cuando se conoció la salida de Vargas y pasaron en sólo 15 minutos de cotizar sin apenas cambios a restar en torno al 1,5%. Además durante la sesión se intercambiaron más de 268.000 acciones de la compañía, frente a una media anual de 167.000.

Aunque desde Aena han explicado que la dimisión de Vargas responde a motivos personales, la salida, que será efectiva el próximo 15 de octubre, se produce después de sonados encontronazos con el Gobierno, que es el principal accionista de la compañía con un 51% del capital. Encontronazos por la frustrada mayor privatización de la compañía a pesar de que la cúpula la defendía abiertamente, por la decisión del Ministerio de Fomento de recortar las tasas aéreas en contra del criterio del grupo, y por el veto impuesto por el Gobierno a la opa sobre Abertis que preparaba la compañía.

Estas cuestiones han tenido cierto protagonismo en la mala racha reciente de Aena sobre el parqué. La compañía acumula desde sus máximos anuales, registrados el pasado 9 de junio, un retroceso del 17,8%, lo que se ha traducido en una pérdida de valor en bolsa próximo a los 5.000 millones de euros, hasta los 22.650 millones actuales. Aún así, Aena sube este año en bolsa cerca de un 20% y se mantiene como la joya de los activos con que cuenta el Estado en Bolsa.