Casi un millar de ciclistas han invadido este domingo 3 de junio el Paseo de la Castellana, en Madrid, para reivindicar un carril bici segregado, amplio y seguro y menos espacio para el coche en esta arteria, la más importante de la capital. Convocados por la Plataforma por un Carril Bici en La Castellana y apoyados por otras organizaciones como Pedalibre, la potente Federación de Vecinos (FRAVM, por sus siglas), ConBici, la ECF (el colectivo ciclista europeo) y por partidos como Equo, a las 11 horas los asistentes han salido de Cibeles.

No se ha visto a ningún concejal de Ahora Madrid, pero sí a asesores de la coalición de Gobierno como Ramón Linaza. Los ciclistas reclaman infraestructura para las bicicletas en una avenida de ocho kilómetros (incluyendo los Paseos del Prado y de Recoletos) en la que el 80% del espacio está dedicado al coche (a bordo del cual viaja solo el 20% según datos del propio Consistorio).

Muchos de los manifestantes eran niños. Varias decenas iban en patines y patinetes, algunos eléctricos. El Ayuntamiento de Madrid filtró el pasado 13 de febrero la noticia de que la Castellana sería reformada para quitar carriles al coche en beneficio de peatones y ciclistas, pero tres meses y medio después y tras alguna reunión preliminar, esta medida sobre el Eje Plaza de Castilla-Atocha hoy parece olvidada por el equipo de Gobierno de Manuela Carmena.

El buen tiempo ha reinado durante la mañana tras varios días con lluvias en la capital. Hacia la una los convocantes han leído un manifiesto en Cibeles. Apenas se han registrado incidencias, aunque la policía ha multado a un ciclista por grabar un vídeo. Desde la tarde del domingo, la Castellana vuelve a pertenecer a los coches.