El contrato de apoyo emprendedores que introdujo la reforma laboral de 2012, una medida estrella para el Gobierno del PP y una peligrosa manera de avanzar hacia el despido libre para la izquierda y los sindicatos, tiene los días contados. Pero no porque se vaya a suprimir de forma inminente, como dicta su regulación una vez la tasa de paro ha caído del 15%, sino porque Trabajo planea sustituirlo por una nueva modalidad que refuerce los derechos del trabajador y facilite la contratación indefinida por parte de pequeñas empresas y autónomos.

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