La crisis reputacional que atraviesa BBVA, tras el estallido del escándalo de las escuchas ilegales, todavía no ha pasado factura a la cotización de la acción. El espionaje que habría encargado el banco al comisario José Manuel Villarejo para desactivar el asalto a BBVA liderado por Sacyr con el apoyo del gobierno de Rodríguez Zapatero, incluyendo al jefe de la Oficina Económica de Moncloa Miguel Sebastián, está, de momento, al margen de las preocupaciones de los analistas que siguen el valor.

Santander, uno de los grandes competidores del grupo que preside Carlos Torres Vila, recomienda comprar acciones de BBVA. El último informe del equipo de análisis de renta variable europeo, publicado el 22 de enero y, por tanto, casi dos semanas después de que se conociese el supuesto espionaje encargado por BBVA, no incluye una sola alusión al caso.

Además, esta semana, la presidenta de Santander aprovechó la presentación de resultados anuales de su grupo para elogiar a BBVA, aunque evitó menciones directas a Francisco González, en el punto de mira por, presuntamente, estar al corriente de las escuchas. “BBVA es un gran banco y un gran competidor al que respetamos mucho”, manifestó Botín.

Los analistas de Santander sí reducen, no obstante, el precio objetivo de BBVA un 10% de 7,90 euros a 7,10 euros. Aun así, le otorga un potencial de revalorización del 37%, desde el nivel al que cerró el jueves de 5,17 euros. La caída del 35% en Bolsa durante 2018 he hecho que el valor cotice a un precio de a 0,8 veces valor tangible en libros estimado para 2020 con una ROTE del 12% y un PER (relación precio beneficio por acción) de 7 veces.

Santander explica que basa el recorte del precio en la previsión de mayores costes de capital en México, aunque se verían parcialmente compensados por menores costes en Turquía y Argentina. Además, augura mayores requerimientos de capital para el banco en España y en EEUU (del 11 al 12%) y advierte del riesgo de litigio por el índice aplicado a las hipotecas IRPH. Además, señala que, ante la expectativa de menores beneficios, la rentabilidad a largo plazo ser verá mermada.

El tijeretazo al precio objetivo infligido por Santander no se queda en BBVA, sino que afecta a todas las entidades financieras españolas, tras reducir sus estimaciones sobre el crecimiento de los beneficios, los ingresos y el crédito del sector.

Pronostica que en 2018 BBVA gane 5.255 millones en el mundo -de los que 1.327 millones procederían de España-. Para 2019 espera un beneficio de 4.872 millones y el año siguiente, 5.111 millones.

Los analistas de Santander señalan en el informe que la situación macroeconómica y el efecto de la divisa en Turquía y Argentina habrán seguido lastrando los resultados en los últimos tres meses de 2018, como ya ocurrió en el trimestre anterior. Ello, explican, se reflejará en un incremento en las provisiones, que Santander cifra un 30% por encima de las realizadas en el trimestre anterior.

En cualquier caso, Santander apunta como nota positiva “el comportamiento estable de las regiones core -México, EEUU y, en menor medida, España-” que, en su opinión, protagonizarán un “comportamiento más sólido en términos de expansión de márgenes y crecimiento del crédito, en un entorno de mejora de la calidad de los activos”.