Barceló quiere impulsar su crecimiento y busca socios para conseguirlo. El grupo mallorquín tiene contactos continuos con gigantes de los fondos de inversión hotelera para sumar nuevos hoteles en régimen de gestión (los propietarios de los inmuebles son las firmas financieras y la cadena sólo se encarga de explotar el establecimiento), lo que le permitiría crecer con menos inversión.

Barceló es el mayor operador de hoteles propiedad del coloso Blackstone y también tiene acuerdos con el francés Clovivio. La compañía española aspira a ampliar los acuerdos con los fondos con los que ya tiene contratos, y también sumar al otro gran actor de la inversión hotelera, la sueca Pandox. Está en conversaciones con los tres grandes fondos con presencia en Europa.  

“Negociamos con los grandes fondos y con los pequeños. Siempre escuchamos, porque así es como se encuentran las oportunidades. Nuestro objetivo es convencerles de que los hoteles que tienen nosotros somos los que vamos a gestionarlo mejor”, ha explicado Raúl González, consejero delegado para EMEA de Barceló Hotel Group, en un encuentro con la prensa.

La estrategia de Barceló pasa por combinar diferentes fórmulas de explotación de los hoteles dependiendo de la geografía. En Caribe y Centroamérica apuesta por tener los hoteles en propiedad, en Estados Unidos sólo gestiona hoteles que son propiedad de otros y que utilizan marcas ajenas al grupo, y en España, Europa y Asia combina todas las opciones.

El grupo busca oportunidades de compra de cadenas completas, después del chasco de quedarse a las puertas de comprar NH Hotel Group. Sin prisas, pero busca. Activamente. “Abogamos abiertamente por la consolidación del sector hotelero, especialmente en España”, explica González. Barceló es el segundo mayor grupo hotelero español por número de habitaciones, y aún así sólo tiene una cuota del 2% del mercado nacional. “Es la demostración de que el sector está superfragmentado”.

Mientras encuentra esa oportunidad de adquisición corporativa, Barceló cuenta con un plan para este año que contempla inversiones superiores a los 400 millones de euros, que se suman a los 1.500 millones invertidos en reforma y en compras de hoteles en los últimos cinco años (380 millones en 2019).

Barceló cuenta actualmente con 251 hoteles y casi 57.500 habitaciones repartidos por 22 países, tras incorporar 12 nuevos hoteles y 3.700 habitaciones el año pasado. Y el grupo de la familia Barceló una cartera de futuras incorporaciones integrada por más de 25 hoteles y casi 7.000 habitaciones, de los cuales 14 establecimientos y 2.500 habitaciones serán inaugurados en 2020.

La expansión es uno de los pilares de la mejora de los resultados que registra la corporación mallorquina y la que espera para este año. El Grupo Barceló, que integra tanto la cadena hotelera como la enorme división de viajes Ávoris (que de manera inminente se va a fusionar con las agencias de Globalia), logró el año pasado el segundo mejor año de su historia, sólo por detrás del excepcional 2017.

Las cuentas provisionales, aún no cerradas, reflejan que en 2019 Barceló obtuvo unos ingresos de más de 3.100 millones de euros, un resultado bruto de explotación (ebitda) recurrente y sin extraordinarios de unos 350 millones y un beneficio neto de 180 millones, con ligeras mejoras en relación al ejercicio anterior.

Barceló ahora espera que 2020 sea el mejor año de su historia en términos de rentabilidad, con un ebitda recurrente que superará los 370 millones obtenidos en 2017 (aquel ejercicio, en que vendió una cartera de hoteles a Hispania, el ebitda con extraordinarios alcanzó los 490 millones).