Tras casi 80 reuniones y dos años de negociaciones sin frutos, Endesa y el sindicato mayoritario UGT se encomendaron a un arbitraje para desatacar el proceso de pactar un nuefo convenio colectivo. El árbitro elegido, el ex ministro de Trabajo Manuel Pimentel, acaba de trasladar a ambas partes el laudo de obligado cumplimiento que hará posible que la compañía tenga nuevo convenio colectivo (el anterior expiró en diciembre de 2017).

Pimentel, que tenía de plazo hasta el viernes para emitir su laudo, se ha pronunciado sobre el asunto más espinoso y en el que compañía y sindicato estaban más enrocadas. El árbitro obliga a la eléctrica a recuperar el descuento en el recibo de luz del que se beneficiaban 26.000 ex trabajadores del grupo ya jubilados y que la compañía suspendió el pasado 1 de octubre. Sin convenio vigente, la compañía entendía –y le respaldó la Audiencia Nacional- que no tenía por qué mantener ese salario en especie a los ex trabajadores.

El ex ministro opta por una solución salomónica y se queda a medio camino entre las propuestas de la dirección de la compañía y la de los sindicatos. Pimentel reconoce con su laudo el derecho de los jubilados de Endesa a recuperar un consumo eléctrico bonificado por la empresa de hasta 9.000 kilovatios hora (kWh) al año distribuido en dos tramos, 6.000 kWh gratuitos y otros 3.000 kWh de consumo que se pagarán a mitad de precio, según confirman a El Independiente fuentes conocedoras del contenido del dictamen.

Además, el laudo establece en 6.000 kWh al año el consumo bonificado al 100% para el conjunto de la plantilla actual de Endesa (unos 8.800 empleados). En ambos casos, tanto para ex empleados como para la plantilla actual, la potencia máxima bonificada será de 5,75 kilovatios y sus segundas residencias podrán pagar el consumo eléctrico a mitad de precio.

Hasta octubre pasado, tanto los trabajadores como los ex empleados sólo se hacían cargo en su recibo de luz de los peajes regulados de la factura y de los impuestos, mientras que la parte del consumo eléctrico (entre un 35 y un 40% del recibo final) era gratuita. Para todos los jubilados ese enorme descuento –considerado como un pago en especie y por el que pagan también impuestos en su declaración de la renta- se acabó hace cuatro meses.

Endesa ha venido proponiendo a los sindicatos para alcanzar un acuerdo y cerrar el conflicto la posibilidad de rebajar el  máximo de consumo eléctrico gratis del que se beneficia la plantilla y los jubilados, pasando y dejarlo en un máximo de 3.500 kilovatios hora (kWh) al año para todos. Hasta la suspensión, algunos disfrutaban de consumo gratuito ilimitado, otros de 30.000 kWh, otros de 20.000 kWh y otros de 15.000 kWh.

Los sindicatos UGT, CCOO y SIE presentaron unas semanas una propuesta común en la que se reclamaba que la plantilla actual y los jubilados mantuvieran un consumo gratuito de 15.000 kWh al año, así como una compensación para los empleados y ex empleados que tienen límites de consumo superiores a esa cota. Esto es, los sindicatos reclamaban cuatro veces más consumo eléctrico gratuito que el que hasta ahora ofrece la compañía.

“Endesa considera que el mero hecho de que ya tengamos la resolución del laudo arbitral es muy positivo para todas las partes, ya que permitirá firmar en breve el Convenio Colectivo”, explican fuentes de la compañía eléctrica. “Termina así un periodo de incertidumbre para Endesa y ahora se podrán afrontar los retos que nos plantea la Transición Energética de manera clara y decidida”.

Sin despidos organizativos hasta 2023

El laudo establece que el futuro convenio colectivo de Endesa tendrá una duración de 6 años, desde 2018 a 2023. Se mantiene el Acuerdo de Garantías pactado con los sindicatos, lo que significa que no se producirá ningún despido por motivos organizativos al menos hasta finales de 2024.

En paralelo, según fuentes de la eléctrica, Endesa adquiere un compromiso de creación de empleo que asciende a 1.000 incorporaciones durante la vigencia del convenio y establece la jubilación obligatoria y forzosa una vez cumplidos los requisitos para el acceso a la jubilación ordinaria.

De manera paralela al laudo y al futuro convenio, Endesa promoverá un plan de bajas voluntarias de más de 50 años y con 25 años cotizados. El objetivo es que con el proceso salgan del grupo más de 1.000 trabajadores, alrededor del 11% de una plantilla de 8.800 personas.

Las indemnizaciones del plan de bajas se articulan en cuatro tramos en función del tiempo que le queda al trabajador para su jubilación efectiva y los pagos se alargarían como máximo durante 15 años, así que el proceso se dirige en principio a empleados mayores de 50 años. A los trabajadores que le restan 15 años para la jubilación se les abona el 60% de su sueldo durante esos tres lustros. La proporción del sueldo que se mantiene se eleva hasta el 70 o el 75% cuanto menor es el tiempo hasta la jubilación y alcanzará el 80% para los trabajadores a los que les resta sólo 5 años en activo.

Subidas salariales

Pimentel también obliga con su laudo a un esquema de  incremento salarial que supone, a partir del año 2020, una mejora de la retribución anual de más de 4.000 euros (en términos porcentuales más de un 9% de media), según las estimaciones del grupo.

Las subidas salariales se articulan mediante un incremento fijo del 1% en cada año de vigencia del convenio, una actualización de tablas salariales del 1,5% cada año hasta 2023; una paga variable consolidada en función de los resultados de la empresa y que tendrá un incremento de 270 euros por cada año de vigencia del convenio; una paga lineal de 1.500 euros; y una revisión salarial siempre que el IPC subyacente esté por encima del 1,5%.

Entre otros aspectos, el laudo reconoce también para todo el personal becas de estudio para los hijos de empleados de hasta 400 euros, el mantenimiento de las clasificaciones profesionales existentes hasta el momento y la ampliación hasta 2035 del Plan de Fomento Conjunto de Fondos de Pensiones.