España toma medidas para proteger infraestructuras críticas en plena emergencia sanitaria por el coronavirus. Entre ellas, las redes eléctricas y de gas natural para garantizar la seguridad del suministro de luz y de gas tanto a hogares como a empresas en mitad de la epidemia, ya convertida en pandemia en todo el mundo.

Red Eléctrica, el operador del sistema eléctrico y gestor de las redes de alta tensión, ha puesto en marcha un plan de contingencia que pone el foco muy especialmente en reforzar la seguridad de sus centros de control y de los empleados que en ellos trabajan para garantizar el suministro eléctrico.

Red Eléctrica cuenta ya habitualmente con dos centros de control eléctrico autónomos y operados con equipos independientes. La compañía, en la que el Estado cuenta con una participación directa del 20%, ha decidido poner ahora en marcha un tercer centro de control adicional para asegurar aún más el funcionamiento continuo de la labor de control.

Estos tres centros operan con plena autonomía, con total independencia entre sí. Y para reforzar la seguridad de su personal, la semana pasada Red Eléctrica ya empezó a restringir el acceso de personas ajenas a los equipos a estos centros.

En paralelo, el grupo ahora presidido por Beatriz Corredor también ha adoptado medidas adicionales de seguridad para blindar su red de transporte de electricidad, reforzando la prevención para proteger a los equipos que trabajan en el Centro de Supervisión de Telecomunicaciones y el Centro de Mantenimiento de Instalaciones, así como con los profesionales que forman parte de los retenes previstos para atender posibles incidencias en la red.

También ha lanzado un plan especial de seguridad Enagás, el operador del sistema gasístico y gestor de la red de gasoductos en toda España, y en cuya plantilla se ha detectado un caso de contagio por coronavirus. La compañía ha cerrado una planta de su sede central en Madrid y los profesionales de esa zona han sido enviados a casa para teletrabajar.  

El pasado lunes Enagás ya activó un plan de contingencia para asegurar el normal funcionamiento de sus instalaciones y de las infraestructuras gasistas. En los casos en que es imprescindible la presencia física de los trabajadores para garantizar la operación de infraestructuras críticas, la compañía ha puesto en práctica una reorganización de turnos y retenes, la coordinación con planes de contingencia de contratistas de servicios críticos, la adquisición de material crítico o la intensificación de limpieza y desinfección

En las últimas semanas, la compañía ha ido facilitando información actualizada a los empleados sobre las medidas preventivas de protección e higiene, y ha abierto un canal de comunicación directo con el servicio médico de la empresa para atender consultas concretas.

Las grandes compañías eléctricas también cuentan con protocolos específicos para garantizar la continuidad de suministro energético. Naturgy ha reforzado la seguridad tanto de su centro de control de la infraestructura eléctrica como en el de gestión de urgencias en la red de gas. La compañía ha activado centros de respaldo alternativos y también herramientas para poder realizar control en remoto de estas infraestructuras críticas.

Las grandes eléctricas integradas en la patronal Aelec (Iberdrola, Endesa, Natury, EDP y Viesgo), que son las propietarias de las grandes redes de distribución de electricidad, subraya que sus asociadas han tomado medidas para garantizar el suministro. Entre otras, en los centros de control ha desdoblado, replicado y compartimentalizado sus equipos de empleados.

Una medida con la que las eléctricas buscan que si uno de los equipos sufre un contagio el otro grupo de empleados puede seguir funcionando de mamnera independiente. La mayoría de las compañías han decidido reforzar la limpieza de sus instalacionens en cada turno de trabajo y restringir todo acceso a las instalaciones críticas con la única excepción del personal estrictamente necesario.