El Gobierno prohíbe todos los cambios de compañía de telecomunicaciones mientras dure la crisis del coronavirus. Así se recoge en uno de los reales decretos de medidas urgentes incluidos en el nuevo paquete medidas económicas para hacer frente a la epidemia y sus efectos económicos y sociales, según confirman fuentes oficiales.

El objetivo fundamental de la medida, que en principio tiene una vigencia de un mes pero que puede ser prorrogada, es el de evitar que los técnicos encargados de realizar la instalación para el cambio de compañía acudan a los domicilios durante el confinamiento y así salvaguardar su salud y la de los propios usuarios evitando contagios.

Además, en mitad del estado de alarma y en un momento en que el Gobierno y el propio sector están volcados en garantizar la continuidad del servicio de telecomunicaciones, los cambios de compañía conllevan un periodo corto –a veces horas, a veces días- en que no hay acceso a la red por parte del cliente. Otro motivo para frenar los cambios de empresa.

Durante los últimos años se está viviendo una auténtica guerra comercial entre las telecos para robarse clientes unas a otras y las portabilidades –cambios de compañía manteniendo el número de teléfono- se habían disparado hasta niveles récord.

 Sólo en 2019 se registraron un total de 9,5 millones de portabilidades, 7,3 millones de cambios de líneas de móvil y otros 2,2 millones de líneas fijas, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). No obstante, los cambios de compañía se habían frenado en seco en la última semana.

Según fuentes del sector de las telecos, desde el pasado lunes las portabilidades se habían desplomado un 32% en relación a los niveles de la semana previa. La ola de teletrabajo en algunas zonas y ahora el confinamiento domiciliario con carácter general en toda España, habían hecho que los propios clientes ya hubiesen frenado los cambios para asegurarse la conexión en un momento de incertidumbre y cuando ya había arrancado la ola de teletrabajo masivo.