El Gobierno ya ha ordenado dos operaciones de compra masiva de mascarillas de protección para repartirlas entre los profesionales del sector transporte. En menos de una semana el Ministerio de Transportes, comandado por José Luis Ábalos, ha activado la adquisición de hasta 13 millones de mascarillas que tendrán como destinatarios a los profesionales de los transportes, de camioneros a ferroviarios, de taxistas a chóferes de VTC, de conductores autobús a operarios de los aeropuertos o controladores aéreos.

Para agilizar las operaciones el Gobierno está utilizando a grandes empresas de titularidad pública para que ejerzan de compradores. En menos de una semana, el Ejecutivo ha ordenado a Puertos del Estado la adquisición de un máximo de 8 millones de mascarillas y a Adif, el gestor de la red de vías de tren, de otros 5 millones más.

Las compañías públicas compran las mascarillas y asumen inicialmente el pago del pedido a los proveedores. Puertos del Estado y Adif adelantan el dinero, pero luego son compensadas por el Gobierno y las administraciones regionales y locales titulares de los transportes públicos destinatarios de las prendas. Cuando no se trate de transportes de titularidad pública, singularmente el caso de los camioneros, el coste de las mascarillas lo asume directamente el Ministerio de Transportes.

En el caso de la compra de Puertos del Estado, el Gobierno establecía muy explícitamente en la orden ministerial cómo se repartían los ocho millones de mascarillas encargados. De los 8 millones de mascarillas, 80.000 se suministrarían a Adif y Adif-Alta Velocidad, 620.000 a Renfe-Operadora; 4.800 al grupo encargado del control aéreo Enaire; 102.000 al gestor de aeropuertos Aena para que lo repartiera en el ámbito del sector aéreo; 1,12 millones se quedaban en el ente público Puertos del Estado y las Autoridades Portuarias para su distribución en el ámbito del sector marítimo, incluida a la entidad pública empresarial Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar); y 2 millones iban a Correos y Telégrafos.

Los cuatro millones de mascarillas restantes se repartirían a conductores de taxis, VTC (las licencias que utilizan los coches adscritos a plataformas como Uber o Cabify), camioneros que realicen transporte público de mercancías por empresas autorizadas, conductores de autobuses de líneas de pasajeros privados, así como personal en el ámbito autonómico y local.

Para la compra de 5 millones de mascarillas que se encarga a Adif, que se publica este viernes en el BOE, no se detalla cómo se efectuará el reparto de las prendas de protección, sólo se apunta de manera genérica cuáles serán los destinatarios ligados al sector transporte.