El veto al proveedor asiático Huawei en el despliegue del 5G va a poner en desventaja a otras firmas europeas y asiáticas, según informa Servimedia. La presión de Estados Unidos para excluir del mercado la tecnología de Huawei no tiene nada que ver con la seguridad y no existe ninguna prueba que justifique esta decisión, asegura la patronal de compañías de telefonía móvil GSMA. Se tarta de una estrategia política para dominar y controlar las tecnologías 5G en el futuro.

Después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el Ejecutivo de Boris Johnson se ha quedado solo en el panorama internacional. Por ello, su alianza con las política del Gobierno de Estados Unidos resulta fundamental. Su objetivo es alcanzar un tratado de libre comercio beneficioso que permita afrontar las consecuencias económicas del Brexit.

Mientras, el del Gobierno de Estados Unidos esta realizando una gira por Europa para presionar a diferentes países como Alemania, Francia e Italia para que veten a Huawei como proveedor de telecomunicaciones.

Sin embargo, las principales operadoras británicas como BT y Vodafone desaprueban esta decisión y ya han advertido de que eliminar los equipos de Huawei de sus infraestructuras para el 5G puede provocar un sobrecoste de unos 6.000 millones de libras (más de 6.604 millones de euros), además de problemas para los clientes. Como resultado, el coste recaerá sobre los consumidores, al mismo tiempo que, las facturas mensuales de las empresas se verán incrementadas entre un 10 y un 15 por ciento.