Desde hace casi quince años en España hay más líneas de telefonía móvil que habitantes. El umbral se traspasó a principios de 2006. Entonces en el país había 44 millones de unas y otros, y desde entonces la expansión del negocio del móvil ha sido mucho más rápida que el de la población. Actualmente en España hay más de 47 millones de habitantes, y el número de líneas de móvil supera los 54 millones.

Sólo en abril, en pleno estado de alarma, las telecos perdieron 386.000 líneas

El sector acumula años de récords sumando nuevas líneas, con un crecimiento casi continuo, con sólo algunos meses de caídas menores que en la mayoría de las casos el regulador y las propias telecos achacan a meros ajustes estadísticos y correcciones de las compañías. Salvo muy contadas excepciones, los descensos eran muy ligeros.

El parque de líneas de móvil en España, sin embargo, ha empezado a caer de manera sustancial en este 2020 de pandemia y de crisis económica. Según los registros de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), el sector acumula tres meses consecutivos de pérdidas netas de líneas de telefonía móvil (entre febrero y abril) y la cifra total ha caído de manera acumulada en algo más de 517.900 contratos.

Tras los descensos de los últimos meses, el número total de líneas de móvil se ha quedado en los 54,11 millones, frente al último máximo tocado en enero, cuando se alcanzaron los 54,63 millones de líneas activas en el mercado español. En febrero la caída fue muy menor, apenas testimonial, con sólo 1.829 líneas menos. Pero con el arranque del estado de alarma los descensos se aceleraron, con 129.677 líneas menos en marzo y 386.400 líneas perdidas en abril.

El saldo neto negativo en el número total de contratos de móvil se produce por el persistente desplome de las líneas prepago (que se recargan por un importe concreto antes de manera previa) y porque el crecimiento de las líneas pospago (que se abonan con una factura mensual en función del uso o con un precio fijo) se ha frenado en plena crisis.

Desde hace años, la contratación de líneas prepago presenta una tendencia descendente y es una modalidad cada vez menos utilizada a pesar de que en el sector tiene cada vez más peso los productos de bajo coste. Al cierre de abril, últimos datos disponibles en los registros de la CNMC, había en España un total de 9,82 millones de líneas prepago. En el último año el sector ha perdido un millón de este tipo de contratos, pero es que el grueso del derrumbe se concentra en los últimos tres meses: con 766.258 líneas menos entre febrero y abril.

Durante años la caída de las prepago ha sido muy inferior al potente crecimiento de los contratos pospago, así que el incremento del parque de telefonía móvil en el país siempre crecía. Pero la ralentización económica ha hecho que se frene la contratación de nuevas líneas y, además, por el parón en el sector durante el estado de alarma por las restricciones a los cambios de compañía impuestas por el Gobierno como parte de las medidas contra la proliferación de los contagios. Las telecos sumaron 248.355 nuevas líneas pospago en los últimos tres meses, frente a los más de 1,6 millones de nuevos contratos registrados en el año anterior.

El frenazo se hizo más que evidente en abril, cuando sólo se sumaron 23.000 nuevas líneas y se perdieron casi 410.000 líneas prepago en pleno parón de actividad por las mayores restricciones a la movilidad y a la actividad económica. Sólo en ese mes el sector de las telecos sufrieron una caída total de casi 386.400 líneas de móvil.