El Consejo de la Unión Europea adoptó este martes una recomendación para que los Estados miembros basen sus restricciones a los viajes dentro de la UE en función de la situación epidemiológica que incluye un código de colores por zonas.

"Esta recomendación tiene como objetivo evitar la fragmentación y la disrupción y aumentar la transparencia y la previsibilidad para los ciudadanos y las empresas", indica el Consejo en un comunicado.

Los Estados miembros aportarán una serie de datos al Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), que actualizará semanalmente un mapa europeo del coronavirus según la incidencia por regiones.

El ECDE recibirá información de la incidencia acumulada (IA) sobre 100.000 habitantes en 14 días, del número de pruebas de diagnóstico por 100.000 habitantes y del porcentaje de positivos por Sars-CoV-2 en función de los test realizados la semana anterior. Con ello, el ECDE elaborará un mapa que dividirá las regiones europeas en cuatro colores.

En verde, aparecerán las que tengan una incidencia acumulada menor a 25 y una tasa de positividad que no llegue al 4%, mientras que el naranja representará incidencias medias menores a 50 casos sobre 100.000 habitantes en 14 días y ratios de positivos por encima del 4% o aquellas donde la IA se sitúe entre 25 y 150 casos pero los positivos no llegue al 4%, según informa Efe.

El rojo será para las zonas donde la incidencia supere los 50 casos y la positividad se eleve por encima del 4% o donde la IA media sea superior a 150 contagios por cada 100.000 habitantes en 14 días. Por último, el gris para donde el ECDC no disponga de información suficiente o si el ratio de testeo es inferior a 300 pruebas por 100.000 personas.

"Los Estados miembros no deberían restringir la libre circulación de personas que viajan hacia o desde las zonas verdes", indica el Consejo. Agrega que, en caso de plantearse la posibilidad de restringir la movilidad dentro del espacio Schengen de libre circulación, los países deben "respetar las diferencias en la situación epidemiológica entre las zonas naranja y roja y actuar de forma proporcionada", así como "tener en cuenta la situación en su propio territorio".

"Los Estados miembros, en principio, no deberían denegar la entrada a personas que viajen desde otros Estados miembros" y los que introduzcan restricciones a quienes provengan de áreas "no verdes" podrán exigir cuarentenas y pruebas de diagnóstico a los viajeros antes de su entrada en el país o una vez en el destino.

Los Estados miembros que apliquen restricciones a la movilidad deben de informar 48 horas antes al país afectado, al resto de países de la UE y a la Comisión Europea.