La hostelería pide "urgencia" en las ayudas que el Gobierno prepara para el sector. De momento, "sólo hay buenas intenciones y empatía". Según explicó la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, el ministerio de Industria, Comercio y Turismo está estudiando nuevas ayudas para empresas relacionadas con la restauración y el comercio minorista.

Sin embargo, el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, explica a este periódico que "falta concreción" en los planes del Ejecutivo. Desde la organización empresarial trasladaron hace menos de una semana una carta al Gobierno en la que pedían medidas de ayuda y de "mantenimiento" del tejido empresarial.

Según explica Gallego, sus peticiones han sido bien recibidas y constatan que Moncloa está por la labor de poner en marcha ayudas. De hecho, este martes el Consejo de Ministros dará luz verde a una ampliación del periodo de carencia de los créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), entre otras medidas económicas vinculadas a la ley concursal y al ámbito energético.

Aguantar los próximos meses

Los hosteleros han pedido que se amplíe el plazo de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y que se amplíen las exoneraciones en las cotizaciones sociales para aquellas empresas que ven impedida su actividad. Además, piden medidas que ayuden a reactivar la demanda "ahora", no cuando el virus haya pasado.

"Lo importante es aguantar estos meses", indica Gallego. Por eso, la Hostelería ve positivo hablar sobre los fondos europeos pero critica que se hable antes del "futuro" que del "presente" del sector.

Según los datos de la patronal hostelera, la pandemia ha provocado el cierre de 65.000 negocios y la consecuente pérdida de empleo de 350.000 puestos de trabajo. La facturación del sector acumula una caída de más del 50% con respecto al año pasado.

Ayudas directas

Además de las medidas mencionadas, el sector pide ayudas directas que cifran en unos 8.500 millones de euros para que la hostelería resista la segunda ola de contagios.

Gallego advierte de que si no se acelera en la puesta en marcha de este tipo de planes, el sector hostelero español se verá más resentido que los competidores franceses o alemanes, donde sí se ha optado por ayudas directas.