"El año 2022 va a ser muy complicado y poco predecible". Es el pronóstico que hace Juan Roig, el dueño de Mercadona, sobre un ejercicio marcado por la guerra de Ucrania y un incremento constante de los precios de la energía, las materias primas y, por ende, de los productos que vende en los 1.662 supermercados que tiene abiertos actualmente (1.633 en España y 29 en Portugal).

Para hacer frente a la actual coyuntura, el presidente de la cadena valenciana de distribución propone tres recetas básicas que fomentarían la actividad económica y evitarían que el consumo se retraiga ante la escalada de precios.

En primer lugar, el presidente de Mercadona ha aprovechado la presentación de resultados anuales de su empresa para reclamar un cambio urgente en el modelo que se emplea para fijar los precios de la electricidad. "La energía la consumimos todos los ciudadanos y las empresas y es el inicio de todo", ha reflexionado. "Hay que cambiar ya la fórmula de calcular el precio de la energía. Que la cambien ya, mañana no, hoy", ha dicho.

Por otro lado, Roig ha tachado de "inflacionista" el el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y ha instado a las Administraciones públicas a rebajarlo. Además, ha puesto como ejemplo la subida del precio del aceite de oliva. Si antes el aceite de marca Hacendado se vendía a 2,30 euros, ahora ha subido a 4. Según ha afeado, el Estado "ahora se lleva 40 céntimos y antes, 23".

Asimismo, Roig ha abogado por reducir al máximo la burocracia. "Si queremos generar actividad económica, no podemos estar generando papeles y papeles", ha criticado. "Esto no es problema de un partido político, sino un cambio que la sociedad tenemos que pedirles", ha añadido.

En este sentido, ha dicho que Mercadona no optará a participar en ningún proyecto financiado con los fondos de recuperación Next Generation que vienen de Europa. "Nosotros no vamos a pedir fondos europeos, porque creemos que te desenfocas", ha remarcado.

En materia salarial, Roig ha insistido en que "los salarios no tienen por qué ser inflacionistas si lo mejoramos en productividad". Pero los agentes sociales, tanto sindicatos como empresarios, tienen que estar dispuestos.

Asimismo, el presidente de Mercadona ha defendido que el suministro de productos está garantizado y que "no hay problemas de desabastecimiento". Sin embargo, sí ha reconocido que puede haber casos puntuales como el aceite de girasol, que pueden faltar en las estanterías por un efecto de acaparamiento por parte de los consumidores.

Al margen de esto, ha explicado que la compañía está "volviendo a intentar que la gente plante girasoles" en España. Hasta ahora se importaba de Ucrania alrededor del 60% de lo que se consume en nuestro país y el Gobierno busca ya nuevos mercados para que el abastecimiento no se vea reducido al mínimo.

El aumento de los costes de las materias primas y del transporte, así como el efecto de la sexta ola del coronavirus provocó que en 2021, la compañía viera reducido su beneficio en un 6%, hasta los 680 millones, pese a que batió un récord de ventas brutas de 27.819 millones (un 3,3% más que el año anterior).