La guerra en Ucrania está afectando a toda Europa y también a sus ciudadanos. Más allá de la tragedia humana que supone, económicamente está afectando al bolsillo de la ciudadanía. Un ejemplo es la propia población rusa, que ve cómo su poder adquisitivo es cada vez menor. Y no solo afecta a los ciudadanos que viven en Rusia, sino también a los rusos que viven fuera. Así lo asegura Valeria Chernykh, directora del Russian Business Club (centro de negocios ruso) en España.

“Con las sanciones de la Unión Europea y de EEUU contra Rusia, los ahorros de todos los rusos en rublos han disminuido un 20-30% en una semana”, afirma con rotundidad Chernykh. Y no cree que se vaya a parar ahí y es que la inflación en marzo se está acercando al 15%. “Una persona que gana dinero en Rusia y gasta en España ha notado muchísima diferencia en el coste de su vida”, explica y añade que las sanciones, que se han tomado para que afecten a los oligarcas, están afectando al ruso de a pie: “No todos los rusos son oligarcas”. De hecho, matiza que es un grupo muy reducido y que casi ninguno vive en España.

En el país viven cerca de 80.000 personas procedentes de Rusia y la mayoría de ellos “son profesionales que trabajan en las empresas locales e internacionales, o personas de clase media, residentes o no residentes, que invierten en la economía española”, explica. La directora del Russian Business Club lamenta que son estos los que están notando esas sanciones.

Y las consecuencias de la guerra en España van más allá. Tal y como denuncia Valeria Chernykh, la mayoría de los bancos españoles han bloqueado las cuentas a los titulares con pasaportes rusos que no tienen nóminas. Según explica, las entidades no aceptan las transferencias de los bancos rusos, tampoco se puede retirar efectivo en los cajeros, ni hacer transferencia a Rusia desde España. “Las cuentas se bloquean de un día para otro, sin ningún aviso previo. En la mayoría de los casos no lo notifican y niegan presentar algún razonamiento por escrito”, afirma la responsable del centro de negocios rusos en España.

Las cuentas se bloquean de un día para otro, sin ningún aviso previo

Valeria chernykh

En el plano de los negocios, la situación no es mejor. La directora del Russian Business Club asegura que muchos procesos se han parado, otros resultan imposibles o se han estancado: “No se pueden realizar pagos internacionales y la logística se ha encarecido”. De momento no se puede importar algunos tipos de bienes desde Rusia a la Unión Europea, ni viceversa. Las empresas españolas se han visto obligadas a salir del mercado ruso y las van a sustituir por la marcas rusas, bielorrusas, chinas etc: “Algunos diseñadores rusos colaboraban con las fábricas españolas e italianas para producir calzado, ahora tendrán que buscar colaboradores en Asia”, alerta. No obstante, explica que es un buen momento para abogados y gestores ruso hablantes porque la cantidad de demanda de sus servicios ha crecido 10 veces.

Otra de las consecuencias que están viendo es que la concesión de ‘golden visa’ (permiso de residencia en España por inversiones inmobiliarias de 500.000 euros) se han congelado: “No hay muchas opciones de continuar aquí para no residentes que cuando comenzó el conflicto se quedaron aquí”, puntualiza. Mucha gente, según asegura, ha decidido abandonar España y buscar una segunda residencia en otros países.

Más allá de los motivos económicos, Valeria Chermykh denuncia bullying y rusofobia en los colegios y universidades y lamenta que los estudiantes no puedan recibir fondos de sus familias en Rusia por las sanciones y las limitaciones de divisa extranjera.

Los rusos en España se muestran preocupados y afectados emocionalmente por la situación. De hecho, muchos de ellos tienen familias mixtas. Desde el Russian Business Club están trabajando en recabar información necesaria para actuar de la manera más útil y en recaudar fondos y material necesario para los refugiados: “Acogemos a nuestros amigos de Ucrania y de Rusia que vienen aquí, les buscamos alojamiento y trabajo”.

Valeria Chernykh lamenta la cantidad de noticias falsas que se están publicando, que provocan miedo y odio y también le entristece algunas declaraciones de políticos como aquella que llamó a cerrar el Museo Ruso en Málaga. “Estamos concentrados en mantener la calma y deseamos que todo pase cuanto antes”, señala la directora del Russian Business Club.